Se le conoce como lluvia dorada y aunque, definitivamente, no es una práctica común, a la hora de tener sexo no hay que tenerle miedo a la experimentación, o a los fetiches, por más raros que parezcan. También, siempre, se puede decir que no.
No hace falta ser un gurú para imaginarse porque le pusieron ese nombre a recibir un baño de orines durante una relación sexual. Eso sí, para practicarlo hay que tener en cuenta varias recomendaciones. Primero que todo, estar de acuerdo con la pareja. Si bien no es una enfermedad que a alguien le guste que lo orinen encima, hacérselo a alguien sin su consentimiento ESTÁ MAL. MUY MAL. Segundo, recuerde tener precauciones de asepsia.