Juanes, uno de los más notables embajadores del rock latino, debutará en los 25 años de Rock al Parque y será el primer festival colombiano en la historia en tenerlo entre su cartel.
Por: @chuckygarcia
Conocí a Juan Esteban Aristizábal a comienzos de los años 90. Yo trabajaba en el desaparecido diario La Prensa, que entre otros había sacado una historia del rock en fascículos y cada viernes publicaba el Planeta Elvis, una separata dedicada totalmente a la movida local y underground; y Gustavo Arenas, quien también hacía parte del equipo de redacción, me dijo que tenía que presentármelo. Gustavo Arenas, conocido por muchos como el "Doctor Rock", tenía una discotienda en pleno centro de Bogotá que era de las que mejor música traía y más apoyo daba a las nuevas bandas, sobre todo de metal o géneros afines. Su tienda era famosa, se llamaba la Rock-ola y en realidad era como un fortín al que en todo caso no tenían acceso todos los artistas, así que si el Doctor y su Rock-ola apoyaban un evento o concierto era como un espaldarazo decisivo.
En ese momento, Ekhymosis había venido a dar una de sus primeras presentaciones en Bogotá. Así que cuando entré a la Rock-ola, en el segundo piso del centro comercial Vía Libre, con mi grabadora de periodista en mano, la primera imagen que vi fue la de Juan Esteban Aristizábal pegando un afiche del concierto en una de las paredes de la discotienda. Totalmente vestido de negro, con una chamarra de cuero y tenis, pelo largo y un modo más bien tímido. De pie, yo encendí mi grabadora y nos pusimos a hablar de lo que él quería hacer con Ekhymosis, de lo que pasaba en ese momento en la escena, y del país.
Y cómo no hacerlo si el país y todas las cosas que pasan, que muchas veces por su sordidez a veces son más pesadas que cualquier tipo de metal que se imaginen; se mete siempre en nuestras charlas. No es gratuito que una de las anécdotas más conocidas de Ekhymosis, es que el día en que iban a abrir el concierto de Bon Jovi, mataron al reconocido político Álvaro Gómez Hurtado.
El tiempo pasó, Juan Esteban Aristizábal se convirtió en Juanes, no sin antes dar unas últimas batallas con Ekhymosis y sufrir todo tipo de “atentados” por las direcciones musicales que tomó la banda y hasta por cortarse el pelo ; y ahí me lo volví a encontrar, a finales de los años 90, con su primer CD en solitario bajo el brazo, con una manager que luego fue la misma de Caifanes, y con el padrinazgo de Gustavo Santaolalla, con quien coincidirá en Rock al Parque exactamente 20 años después de haber trabajado juntos . Santaolalla fue quien apostó por su primer álbum Fíjate bien , una especie de “Patito Feo” al que muchas discográficas le hicieron el quite y que un par de años luego de salir ya volaba como águila calva: se alzó con más de 5 nominaciones en los Latin Grammy y terminó ganando varios de ellos.
De ese momento de Juanes tengo guardado sobre todo un sencillo promocional en CD de la canción Fíjate bien , un tema que más que una composición inocua o naif, siempre me pareció una declaración de principios, un reflejo del país y de la gente que aún creía en un cambio a pesar de todo ; y también una afirmación de un artista que además de su inclinación hacia el rock y su papel como uno de los guitarristas destacados de la escena nacional, se fijaba en toda esa otra música con la que cualquier pelao del común crece oyendo en una ciudad como Medellín.
Un cuarto de siglo después de ese primer encuentro en la Rock-ola, en los pasillos del festival Vive Latino 2019 en México, nos cruzamos con Juan Esteban Aristizábal, el nombre de Juanes lo habíamos incluido desde el año pasado en una wishlist que hicimos con Idartes, organizadores del festival Rock al Parque, y pensando más que nada en posibles invitados para la edición especial de 25 años. Juanes estaba a pocos minutos de debutar en el Vive Latino, pese a toda la fanaticada que tiene en México y a que el festival estaba celebrando 20 años de vida; así que luego de ponernos al corriente con Juan de cómo iba la vida, le solté la bomba: “¿Qué va a hacer el 29 y 30 de junio y 1 de julio?”.
“¿Por qué, parcero?”, respondió Juanes, y de inmediato agregó: “¡¡¡¿Me van a invitar a Rock al Parque, o qué?!!!”.
Rock al Parque será el primer festival colombiano en la historia en tener a Juanes entre su cartel. Por cosas de la vida, además, el 2019 es el año en que por fin él estuvo en los carteles del Vive Latino de México y del Lollapalooza de Chile ; lo cual, sumado a su presencia en Rock al Parque , será como un hat trick.
No es una mera coincidencia, en todo caso, ponerlo en esos términos sería desconocer de tajo el trabajo de un artista que tiene más trayectoria, sumando los años, que el propio festival bogotano, y que no se ha saltado ni un solo paso para llegar a donde está. Con Rock al Parque vamos cada año al Vive Latino para ver las todas bandas que se presentan, es un ejercicio de curaduría porque, por un lado, nadie cura sentado detrás de un computador y, por el otro, el Vive se parece mucho a Rock al Parque en cuanto a públicos y oferta musical; y tras ver el show de Juanes en una de sus tarimas principales, con toda la gente coreando sus canciones y con un directo que se sostiene de principio a fin, entiende uno también que lo que es bueno y no está viche, no necesita de prensa para ser objeto del deseo y madurar. Se defiende solo.
Y el resto de la historia, pues la construirá la gente que ese día vaya a verlo al Parque Simón Bolívar. El festival Rock al Parque , creo yo, termina enviando un mensaje importante de inclusión en un marco inmejorable, el de sus 25 años, posiblemente el tipo de mensaje que hacía falta para que pase a la historia como el evento de ciudad más tolerante y diverso , sin dejar de ser un festival de rock, de sonidos extremos y de distorsión a tope; de pogos que levantan polvo y gente que se para la cresta con jabón Rey antes de cada jornada.
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