En 1995, durante la alcaldía de Antanas Mockus, tronó por primera vez en Bogotá el Festival Rock al Parque. Mario Duarte, cantante de La Derecha, el empresario Julio Correal y Berta Quintero, subdirectora de fomento del Instituto Distrital de Cultura y Turismo, produjeron la primera edición del evento que celebra hoy un cuarto de siglo constituyéndose como una de las piezas más importantes de la memoria musical latinoamericana.
Mucha agua ha corrido en el país durante todos estos años en los que el festival se ha celebrado ininterrumpidamente. Han sido 25 ediciones que han visto pasar a la crema y nata del rock latinoamericano, lujosos invitados internacionales y, por supuesto, una creciente marea de público. Entre toque y toque, fuera del Simón Bolívar, el teatro al aire libre La media torta o los demás espacios en los que se ha celebrado el festival, la historia del país ha transcurrido con sucesos más violentos que cualquier acorde. La historia del festival se ha escrito y se ha mantenido vigente a pesar de las tragedias.
¿Qué pasaba en el país durante el primer Rock al Parque, 1995? El periódico del día antes de su primera edición informaba en su portada sobre un “incremento del paramilitarismo”. Igual que hoy.
Publicidad
En 1996 la cosa no parecía cambiar: un fiscal en indagatorias y una avenida de Bogotá que pintaba para ser modelo urbanístico. Al final, cambiaron los intérpretes, pero no las noticias.
Publicidad
En 1998 el festival pasó de hacerse entre los meses de mayo y junio a celebrarse en octubre, del 10 al 12. Por esos días las noticias prometían algo que hoy nos debería sonar muy cercano: se iniciaban diálogos de paz con la guerrilla del ELN. En ese entonces, bajo la presidencia de Andrés Pastrana.
Publicidad
Para el año 2000, justo antes de la sexta edición de Rock al Parque, edición a la que vinieron Manu Chao, La mosca tse tse o Los Pericos, el periódico anunciaba un macabro record: Barranca era una de las ciudades con más muertos por la guerra.
Publicidad
En el 2003, ya con Álvaro Uribe como presidente, un día antes del Rock al Parque al que vino Plastilina Mosh, oh sorpresa: se supo que “el Gobierno emprendió una estrategia para brindarle una salida política al ELN”.
Publicidad
En la víspera del Rock al Parque de 2008, que se hizo en los primeros días de noviembre, un año después de la recordada granizada en el Parque Simón Bolívar, la cosa no pintaba mejor en el país. Dos narcos en la mira del gobierno y el aumento del desempleo aparecían como noticias de primera plana. En ralidad, "la cosa" nunca ha pintado bien.
Publicidad
En 2011, como dato curioso, en Colombia teníamos las expectativas que en 2019: ganar la Copa América. “Vamos por la copa”, ponía en su portada el periódico El Espectador. Spoiler para no emocionarse ni del ayer ni del ahora: no ganamos ninguna copa.
Publicidad
En 2013...Bueno, Rock al Parque ya era grande
Publicidad
En 2018 el festival se hizo en el mes de agosto. La portada del periódico del primer sábado de fiesta tenía un anuncio del colectivo de activistas ruso Pussy Riot, invitado a Rock al Parque. Pero más llamativo era que, en primera plana, aparecía un festival vecino que tomó nota de lo que se hizo en Bogotá con Rock al Parque: el Petronio Álvarez en Cali.
De no ser porque para los 25 años del festival todavía estamos hablando del incremento en las acciones de los grupos paramilitares, negociaciones frustradas, altas tasas de homicidios o políticos investigados, las páginas de los periódicos se habrían llenado más con eventos como Rock al Parque.
Publicidad
Publicidad