Todos los años pasa lo mismo: Revelan el diseño del afiche, críticas. Anuncian los ganadores distritales, acusaciones de rosca. Confirman los invitados internacionales, quejas porque no viene Rolling Stones a cambio de un tinto y galletas. Pero sea como sea, ahí llegamos todos: público, medios, artistas, sapos, lagartos, vendedores de souvenirs, papás acompañando a sus hijos, cocineros de pinchos de carne incierta y, por supuesto, policías. Dos décadas después de su primera edición, Rock al Parque sigue escribiendo su historia llena de conciertos memorables, días de “extrema convivencia y máximo respeto” y, sobre todo, de fortalecimiento al rock nacional. ¿Qué tanto sabe del festival de rock gratuito más grande de América Latina? 30 preguntas corchadoras para que se rete y rete a sus amigos.