¿En serio fue una edición muy metacha? ¿Faltó cumbia? ¿Fue suficiente el Punk? Si hay algo cierto en Rock al Parque es que nunca falta el que se queja del cartel. Y está bien. Cada año el Simón Bolívar es un espacio para quejarse. No importa de lo que sea.
Esta edición del 2016, con menos presupuesto y las mismas ganas de pogo, también hubo quien se quejó. Aunque, a decir verdad, el público del punk, el hardcore y el metal recibieron por lo menos alguna alegría con los actos que presenciaron.
Acá le preguntamos a la gente.