Desde que Bad Bunny publicó el video de su canción Yo perreo sola se ha dicho de todo en redes sociales. “Que es el nuevo himno feminista”, “que está cambiando el género” o que “es un llamado a la inclusión y la diversidad en el reggaetón”. Sí y no. Si bien dentro de la canción y el video se hace alusión a la libertad que tienen las mujeres para decidir con quien quieren estar, salir o bailar, además de reproducir la frase “ni una menos” (frase que se hizo famosa por los movimientos feministas para pedir al Estado protección a las mujeres que han muerto y las que corren peligro) atribuirle la etiqueta de feminista a la canción sería, paradójicamente, desconocer el trabajo de otras mujeres.
Por Johana Arroyave / @JohanaArroyave
Pero vamos por partes. A pesar de las críticas que ha recibido el video, algunas de las imágenes mostradas por Bad Bunny en Yo perreo sola representan un cambio cultural y hacen visible la campaña “Ni una menos”, un movimiento que nos interesa a todas las mujeres. Entonces, ¿qué es lo bueno y lo no tan chévere de este video? Analicemos.
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El cambio de discurso
Lo bueno: El reggaetón históricamente ha sido uno de los géneros musicales más criticados por el contenido de sus videos y por las letras de sus canciones. Se normalizó, durante mucho tiempo, hablar de misoginia, de la mujer como objeto sexual; en sus videos se encargaron de reducir el cuerpo femenino a un gancho de venta, solo contrataban modelos de cuerpos voluptuosos y provocativos. Entonces, que Bad Bunny cambie una letra de un repertorio en el que la mayoría de las veces insulta a las mujeres y les dice abiertamente que no lo llamen a menos que se lo quieran mamar (canción, Qué pretendes con J Balvin), o su más famosa Te boté y su poética descripción “pa'l carajo te mandé y a tu amiga me clavé, me la clavé. fuck you, hijueputa”, y ahora decida hacer un video y una canción en el que deja de lado estas frases humillantes, nos deja ver que existe una nueva línea lírica que ha tomado en cuenta las luchas de mujeres en el mundo y las peticiones de inclusión del enfoque de género no solo en las políticas públicas de los Gobiernos, sino el discurso de las masas.
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Lo discutible: Para hablar de Yo perreo sola el artista decide vestirse de mujer y caracterizar a una mujer. Todo muy bien hasta ahí. Sin embargo, la representación del cantante se vuelve una burla en el momento en que empieza a caer en unos estereotipos básicos tales como creer que el cuerpo femenino tiene que ser voluptuoso, que las mujeres tienen que vivir tocándose las tetas para parecer sensuales y bailar de manera provocativa todo el tiempo. Al final el modelo de mujer que él representa es el mismo de siempre: chicas de busto grande que bailan sexualmente para seducir a un hombre. Incluso podría pensarse que en el video Bad Bunny contradice la idea de “perrear sola” al mostrarse a él bailando como chica, pero perreandole de espaldas a un hombre que él mismo representa. Entonces ¿perrea sola o solo se vende la “independencia” a través de la misma imagen de siempre, una chica bailándole sexualmente a un man?
Por otro lado, se ha dicho que la representación de Bad Bunny es inspirada en un personaje trans, entonces hay que decirlo, ¿no hubiera sido mejor hacer este video con una chica trans y así darle visibilidad a esta población de una forma no burlesca? Apoyar de manera directa a las chicas de la población LGBTI que han sido discriminadas por su condición sexual y muchas violentadas, hubiese sido más valioso llevarlas a ellas que han vivido en carne propia el rechazo y así mandar un mensaje de apoyo real y no caracterizado por una persona que ha tenido sus derechos intactos desde que nació. Como hombre Bad Bunny nunca ha tenido que vivir en carne propia la discriminación y el desprecio político que han tenido que vivir las mujeres o las mujeres trans.
“Ni una menos”, el mensaje que se repite en varias escenas del clip funcionaría si de verdad fuera un discurso propio en su repertorio, de una crítica a sí mismo, de una reflexión sobre las letras de sus viejas canciones. En el pasado el artista, recordemos, reprodujo agresiones directas a las mujeres como “Perra”, “Ya no te quiero comer”, “Solo quiero tu culo”, “Te voy a romper”. Además, recientemente asistió a eventos de la plataforma de porno en línea Porn Hub, a pesar de las docenas de denuncias de acoso a mujeres y venta de videos porno de niñas menores de edad que tienen encima.
Fui abusada y utilizada para porno infantil desde que era una bebé hasta mis 15 años. Hace unas semanas se subieron vídeos a Pornhub donde yo era niñita en pañales siendo violada.
— Avri Sapir (@AvriSapir) March 31, 2020
El video estuvo por horas y días. Uno superaba las 600 visitas, y estaban monetizados con anuncios.
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Llegar a otras generaciones
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Lo bueno: Muchas de las críticas dicen que vestirse de mujer en un video no es nuevo, que varios artistas de rock como los integrantes de Queen en I Want To Break Free ya lo habían hechoy que, por esto, el discurso pierde originalidad. Y tienen razón, no es un tema nuevo, sin embargo, estamos en una generación distinta. El reggaetón es el nuevo pop de Latinoamérica y más allá de los gustos, moviliza masas. El hecho de que un género que está punteando como el número uno en el mundo cumple con el objetivo de esparcir el mensaje.
Lo discutible: Seamos claros, esta no es la primera canción de reggaetón en la que una mujer dice claramente que ella perrea sola. Ya lo había hecho Ivy Queen con Quiero bailar, el que bien podría ser declarado como el primer reggaetón feminista, cuando dice literalmente: “porque yo soy la que mando, soy la que decide cuando vamos al mambo… tú lo sabes”. Ahora, si no sirve ese ejemplo, entonces pongamos uno más reciente. Greeicy cantó “No te equivoques, que dejaré que te pegues solamente bailando. Sigue intentando, pero mis oídos no están receptivos” en su canción No te equivoques. O recordemos el momento exacto en el que Anitta le dice a Balvin: “En las noches soy yo la que define todo lo que va pasar, a mi no me tienes que mandar” en Downtown .
Entonces, dejemos de desconocer a quienes han querido acabar con el cliché discursivo del reggaetón y cambiar las letras misoginas por discrusos independientes y poderosos para las mujeres.
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La visibilidad de la mujer
En esta canción, especialmente, aparece la voz a una cantante emergente puertorriqueña, Genésis Ríos, mejor conocida como Nesi. es ella la que le da la voz femenina a la canción. Si se trataba de igualdad, respeto y visibilidad a mujeres ¿por qué no darle el crédito visual a la cantante original?
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Sí, Bad Bunny se ha destacado desde siempre por salirse del modelo de masculinidad clásico con el que crecieron las primeras generaciones de reggaetoneros. Se pinta las uñas, usa tinturas de colores en el pelo, se pone maquillaje. Entre otras cosas, lo puede hacer porque no tiene miedo de que le cuestionen su sexualidad, sin embargo, no aporta en nada a las mujeres que los hombres rompan sus estereotipos y usen elementos históricamente asignados al género femenino si en las siguientes 19 canciones de su álbum YHLQMDLG, en donde aparece Yo perreo sola , no hace más que decirle a las mujeres que solo sirven como inspiración sexual, y que se las quiere follar en todas las posiciones.
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Tenemos que entender que por una canción donde se mencione “Ni una menos” un artista no se convierte en un héroe feminista.
Cabe aclarar que aquí no estamos discutiendo si la canción tiene buen ritmo o si el álbum YHLQMDLG es destacable sonoramente. Si es bueno o malo que lo juzgue la crítica musical y ustedes, según sus gustos musicales.
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Tenemos que ser sinceros en que en estos tiempos en los que el discurso de feminismo fue capitalizado como mercancía y cada día se ha hecho más rentable para unos pocos, hay que sospechar cada vez que artistas pop abrazan la igualdad de género como una campaña de venta, mientras, de forma sutil, subvaloran las cientos de iniciativas que se han hecho en el mundo para visibilizar una problemáticas reales como los feminicidios.
Al final del día tenemos que recordar que la responsabilidad de llevar un mensaje de respeto hacia la mujer, de no agresión, de no violar y no matar, no debe cargarse sobre una figura pública.
Vea también: Dejemos de usar la palabra “loca” para referirnos a una mujer