La empresa de venta de tiquetes, Ticketmaster, fue la señalada por el desastre en la venta de boletería para la gira Eras de Taylor Swift , prevista para 2023. Ahora Live Nation Entertainment, empresa matriz de Ticketmaster, será investigada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos por posibles violaciones a normas antimonopolio.
La tiquetera dijo que un número récord de 3,5 millones de personas se registraron como fans verificados de Swift. Como era previsible, había una alta demanda. Así que planearon invitar a 1,5 millones de los fans verificados a participar en la venta de las 52 fechas, incluidas las 47 vendidas por Ticketmaster, con los otros 2 millones en lista de espera. Pero todo salió mal.
La compañía declaró a Reuters que su plan se vio socavado por los ataques de 'bots' y la demanda de quienes no se habían registrado previamente.
"La asombrosa cantidad de ataques de bots, así como de fanáticos que no tenían códigos de invitación, generaron un tráfico sin precedentes en nuestro sitio, lo que resultó en 3.500 millones de solicitudes totales del sistema, cuatro veces nuestro pico anterior".
El pasado 18 de noviembre de 2022, Ticketmaster canceló la venta de entradas al público general para la gira de conciertos de Taylor Swift en Estados Unidos en 2023 .
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En su cuenta oficial de Instagram, Taylor Swift se refirió al tema. "No hace falta decir que soy extremadamente protectora con mis fans... Es realmente difícil para mí confiar en una entidad externa con estas relaciones y lealtades, y es insoportable para mí ver cómo ocurren los errores" , escribió en el mensaje en el que no nombra a Ticketmaster, pero alude a lo sucedido con las entradas para su gira.
"Hay muchas razones por las que la gente ha tenido dificultades para conseguir entradas y estoy tratando de averiguar cómo se puede mejorar esta situación en el futuro", agregó. "No voy a dar excusas por nadie, porque les hemos preguntado varias veces si podían sostener este tipo de demanda [de entradas] y nos aseguraron que sí", continuó la cantante.
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Swift dijo que era "verdaderamente asombroso" que 2.4 millones de personas consiguieran entradas, “pero me molesta mucho que muchos de ellos sientan que han pasado por varios "ataques de osos" para conseguirlos" , añadió.
El desastre llamó la atención de políticos estadounidenses como la legisladora Alexandria Ocasio-Cortez, quien afirmó en su cuenta de Twitter:
“Recordatorio diario de que Ticketmaster es un monopolio, su fusión con Live Nation nunca debería haber sido aprobada, y deben ser contenidos", escribió al tiempo que hizo un pedido: "Sepárenlos".
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Daily reminder that Ticketmaster is a monopoly, it’s merger with LiveNation should never have been approved, and they need to be reigned in.
— Alexandria Ocasio-Cortez (@AOC) November 15, 2022
Break them up.
El poder de Ticketmaster
" El poder de Ticketmaster en el mercado primario de entradas aísla de las presiones competitivas que normalmente empujan a las empresas para innovar y mejorar sus servicios ", dijo la senadora Amy Klobuchar, presidenta del panel antimonopolio del Senado de Estados Unidos, en una carta dirigida a Ticketmaster citada por BBC Mundo .
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"Eso puede resultar en los tipos de fallas de servicio dramáticas que vimos en este semana, en las que los consumidores son los que pagan el precio", agregó.
¿Ticketmaster es un monopolio?
Si bien, como apunta The Economist , los monopolios no son por sí solos ilegales, sí pueden llegar a serlo cuando incurren en competencia desleal con compañías similares . Esto es algo de lo que ha sido acusada Ticketmaster desde hace varios años.
A mediados de los 90, Pearl Jam afirmó que Ticketmaster no dejaba alternativa a los fans a sus tarifas exorbitantes, e intentó no presentarse en sitios que tuvieran alianza con la tiquetera .
El grupo emprendió una acción legal que no prosperó, y se estima que dejó de ganar cerca de 2 millones de dólares de su gira.
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Sobre Pearl Jam y Ticket Master
En enero de 2022, la compañía recibió una demanda colectiva firmada por clientes que afirmaron que Live Nation era un “monstruo” monopolístico que debía ser detenido .
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Ticketmaster nació en 1976 y, como lo recuerda Wired , la empresa ha sabido acabar o casi matar a todos sus competidores, como Ticketron, TicketWeb, TicketsNow, Paciolan, o Musictoday .
“Una potente combinación de los mejores artistas, lugares y acuerdos de venta de entradas a largo plazo hace de Ticketmaster un Goliat bien posicionado para aplastar a todo un ejército de David”, dice este medio.
A comienzos de los 80, mientras Ticketron cobraba a los lugares por su servicio (agregando una tarifa mínima para los clientes: $ 1 por entrada), Ticketmaster se ofreció a pagar a los sitios, lo que aumentó la tarifa de servicio y dividiría el dinero con quien organizara el evento. Gana Ticketmaster, gana el sitio, pero el costo lo asumen los asistentes.
En un comunicado emitido el 19 de noviembre , Live Nation se defendió de las acusaciones de monopolio. La compañía afirmó que el dominio de Ticketmaster en el mercado se debía a su calidad, llamando a Ticketmaster “el sistema de emisión de boletos más transparente y amigable para los fanáticos en los Estados Unidos .
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Ticketmaster y Live Nation se unieron en 2010 y desde antes ya había críticas a sus prácticas monopolísticas.
“Reunir ese tipo de actor de mercado con todas las funciones que Live Nation aportó a la fusión creó incentivos muy poderosos para que Ticketmaster se involucrara en prácticas que dejarían fuera del juego a los rivales más pequeños. Al estar integrado verticalmente de esa manera, crea incentivos para mantener todo el negocio dentro del sistema Live Nation-Ticketmaster”, explica en Vulture Diana Moss, presidenta del Instituto Americano Antimonopolio, quien agrega que el hecho de que la plataforma de compra tenga tantas fallas es una señal de monopolio. “No hay presión competitiva para innovar, por lo que producen productos de mala calidad”.
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La integración vertical ocurre cuando se unen diferentes empresas de la cadena de suministro (como organización de eventos y venta de las entradas).
En el momento de la fusión, muchos defensores dijeron que la integración vertical aumentaría la eficiencia. “La evidencia que tenemos ahora, de años y años de fusiones verticales, es que no brindan ese tipo de beneficios muy fácilmente” , dice Moss.
Entradas cada vez más caras
Según reportó TIME , Ticketmaster puede retener hasta el 90% de las entradas para el mercado secundario. Es decir: compañías de tarjetas de crédito, promotores, emisoras o clubes de fans de artistas.
Mientras tanto, otros son comprados por revendedores que usan bots para revenderlos con un margen de ganancia. Esto sin mencionar que a veces los costos del servicio pueden superar el 70% del valor de la entrada.
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Para completar, la compañía implementó hace meses una modalidad de "tarifa dinámica" similar a lo que hacen las aerolíneas o las apps de transporte, que fluctúa según la demanda del show .
En agosto de 2022 hubo, de hecho, una polémica al respecto con un concierto Bruce Springsteen . Las entradas a uno de sus conciertos llegaron a costar hasta 4.000 dólares, algo que enfureció a los fans que no entendían un incremento tan drástico en la boletería. Artistas como Harry Styles o Paul McCartney ya se han acercado a este método.
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Ticketmaster explica en su página web que el objetivo de este sistema es “brindar a los fanáticos un acceso justo y seguro a las mejores entradas, al tiempo que permite a los artistas y otras personas involucradas en la puesta en escena de eventos en vivo fijar el precio de las entradas más cerca de su verdadero valor de mercado”.
Sin embargo, “los verdaderos precios del mercado”, definitivamente, resultan inconvenientes para la mayoría de fans .
Sobre todo, porque no están sustentados simplemente en gastos de producción, o tiempo de trabajo, sino en quien tenga más para pagar.
Es claro el gran descontento de los usuarios con Ticketmaster. ¿Lograrán detener sus prácticas en donde los más perjudicados son los fans? ¿Acabarán con el monopolio?