¿Queríamos punk rebelde y que nos sacara de la monotonía? El milagro se nos cumplió. Volvió Lobotómicos y en forma de disco, Si le pregunto a Google me enfermo más? Doce canciones con melodías fáciles de digerir, letras chistosas y que, muy al estilo de ellos, no conocen límites. Esta nueva presentación sigue siendo fiel al sonido de la banda, ritmos viscerales, guitarras estridentes, voces crudas y agresivas, y una energía contagiable, con la que fácilmente podríamos salir a patear canecas o hacer un pogo en la sala.
Por: Johana Arroyave/ @JohanaArroyave
Para quienes no recuerdan, o no conocen a Lobotómicos, les vamos a hacer una reseña breve: nacieron en Bucaramanga, desde el 2017 vienen haciendo música sin mayor pretensión, se juntaron un día como amigos a ver qué salía y dos años después se convirtieron en la banda ganadora por Santander de nuestro Shock Fest 2019 y una de nuestras apuestas Shock 2020. Este grupo musical lo componen Julián Quijano (guitarrista y voz), Diego Tarazona (bajo) y Luis Miguel Güiza (batería). Juntos son irreverentes, explosivos, vale vergas – en sus letras-, críticos y perdieron el miedo a hacer el ridículo hace rato.
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Después de tener un colchón bien firme de canciones y letras, decidieron sacar su primer álbum de larga duración, Si le pregunto a Google me enfermo más? Un disco que nació, en su gran mayoría, en el baño. Suena chistoso, como todo lo que se les ocurre, pero es real. Julián Quijano, líder de la banda, nos contó que este nuevo lanzamiento se cocinó mientras hacía roña en la ducha, leía conversaciones de Whatsapp y luego de reflexionar por horas en el colchón después de un guayabo satánico.
El nombre se le ocurrió a Julián por experiencia propia. Años atrás sufría de ataques de ansiedad y pánico y lo primero que hacía era buscar en Google qué tenía, pero cada búsqueda arrojaba el resultado de una enfermedad peor. Así como cuando tenemos un resfriado y ponemos los síntomas en el buscador y resulta que tenemos cáncer de laringe… ¿Les ha pasado verdad? Sí, a todos. Luego de pilotear muy bien sus problemas personales, Julián se grabó en la cabeza la frase que hoy sería el nombre de este álbum.
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“Lo apunté porque me hizo gracia y ya, no pensé que tomaría fuerza para ser el nombre del disco. Pero en realidad era todo lo que vivía en carne propia, me la pasaba buscando en Google todos mis síntomas y me armaba una colección de nombres de medicamentos y sus efectos secundarios y al final terminaba “envideado”, “azarado” y era “re peye”. Pero si somos sinceros hay un gran número de personas que tiende a creer todo lo que esta en digital, pero va más allá, no solo hablamos de enfermedades físicas, se trata también de toda la información falsa en la que creemos y convertimos en cadenas de Whatsapp, los tweets falsos, los montajes, los programas de edición, la ficción nos aborda tanto que nos creemos todo”, así lo describió Julián.
La mayoría de las canciones de esta entrega fueron escritas entre 2017 y 2018, pero solo vieron la luz hasta este año porque querían armar un paquete completo de letras, por si se les acababa la inspiración, como ya tienen un buen colchón guardado decidieron darles vida y sacarlas para que el mundo las conozca.
Todas las letras hablan de experiencias personales y videos mentales que se armaron los chicos de la banda alguna vez. Son muy claros en que a la hora de hacer música deben escribir cosas con las que todo el mundo se sienta identificado, lenguajes comunes, escribir como habla cada uno, como hablan entre amigos, ser honestos y convertir todos sus defectos en un chiste, “lo pensamos así, sé que soy hipocondríaco, pues hagamos un tema de eso, sé que todo lo que prometa borracho es pura mierda, entonces hagamos una letra sobre eso, la gente dice que meterse con una ñera sube defensas, hagamos algo con eso, cualquier cosa puede convertirse en una canción de Lobotómicos, y próximamente haré un track sobre responder entrevistas”: Julián
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Este es un disco hecho a partir del ocio, escrito desde un sofá o un colchón y perfecto para escucharlo en cualquier momento. Le pedimos a Julián que nos describiera track por track el proceso de creación, inspiración y el chiste detrás de cada tema de este álbum.
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Todas las canciones fueron descritas por Julián:
Siempre lo peor
“Es la canción que responde al nombre al álbum, hace referencia al man paniqueado por exceso de información en su cabeza. Ese que por buscar cosas en Google termina somatizando todo lo que le pasa.
En la parte musical quería que sonara como una versión punk de Black Sabbath. La batería la hizo Edo Jiménez, nuestro otro baterista”.
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Indios
“Es una burla a la "malicia indígena" eso de lo que varios se sienten orgullosos, hacer trampa y dárselas de vivos. Pero cuando llegan con espejos los extranjeros se deslumbran y regalan todo, obvio también va para los dirigentes y el sistema corrupto por la política, el narcotráfico y la religión.
Musicalmente tiene una onda medio hard-rock-blues muy bonita para escuchar en reuniones con las tías religiosas”.
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Pura mierda
“Es un tributo al despropósito, cualquiera que sea, a las falsas promesas… todos hablamos mucha mierda, pero eso tampoco está mal, solo es lo que es. Esta canción nació en un ensayo en el que “El lobo” (Diego Tarazona, bajista) llegó re farro y nos dijo, “no vuelvo a tomar” y yo le respondí “pura mierda”, y salió el tema ahí mismo, hicimos la base de la canción y en el siguiente ensayo ya estaba la letra completa.
Fue muy bacano aprovechar lo espontaneo y que todos participamos aportando ideas a la letra, por eso todos cantamos un fragmento de la canción”.
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Negro al vino
“Nuestra apología al reggaetón, este es de los temas menos tocados y mas viejos de la banda, mero glam-hard-rockero, una letra que habla de un amigo adicto al porno al que le gustaba la categoría de los “cumshots”, la historia cuenta que el man se mete tanto en el video que empieza a crear fantasías perversas en su cabeza, pero nunca pasan.
La música es muy influenciada por Jet, la banda australiana, pero también tiene tintes de Moderato (risas), este fue uno de los puntos de referencia para saber qué camino tomar con Lobotómicos, que en ese entonces se llamaba Acetaminofriends, todo esto fue gracias a Carlos Cristancho, primer baterista de la banda y quien apoyaba todas las ideas pendejas que se me ocurrían. Él nos ayudó a encontrar esa línea de humor que plasmamos”.
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Maduro me descresta
“Esta también es de la misma época y tiene la misma intención que Negro al vino , ser un poco “boleticas”. Es la historia de un punkie venezolano que siente amenazada su personalidad anarquista por no poder encontrar jabón en las despensas, pero como no sabemos qué jabón venden en Venezuela nos tocó contextualizar con lo de acá, metimos al jabón Rey, una vez más, como protagonista de grandes hazañas. La canción es punk a lo que marque y la voz principal es de “Lobo”, yo no llego a esas notas, la batera y los coros los hace “Mimi” (Luiz Miguel) que son clave en la energía del tema”.
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A la mierda Houston
“Es el único tema dedicable en este álbum, aunque ni yo sé de qué habla… es mas o menos de un man que siente que flota como un astronauta cuando explora el cuerpo de la chica que le gusta. Es como cuando un astronauta tiene una torre de control que le da instrucciones de vuelo y aterrizaje, pero la calentura le hace mandar a la mierda los protocolos”.
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Una ñera me salvó
“Es la historia de una man con dengue hemorrágico, se salva luego de probar el amor y la calle de una chica gracias a ella obtiene una inyección de vida y logra recuperarse de su enfermedad.
Musicalmente tiene una gran influencia por Pixies, las guitarras mas en una onda postpunk, pero con un ritmo no muy acelerado, lo suficiente para moverse y querer buscar una ñera pa’ bailar y hacer una linda coreografía con cuchillos”.
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Picos de botella
“Es la secuela de la ñera, de hecho, en vivo los tocamos como si fuera una sola, la canción solo tiene una frase, "ella me daba picos de botella" y ahí se alborota “Mimi” en la batería. Es como la parte salvaje de Una ñera me salvó ”.
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La necesidad
“Es una visión del ser humano como un animal instintivo, esta canción esta basada en una frase de Joaquín Sabina en la canción que hizo con Fito Páez, Si volvieran los dragones , donde dice: "si aprendiéramos a amar como animales".
El amor (lo que sea que eso signifique para cualquier persona) es una necesidad y esa es la naturaleza del ser humano. Este tal vez es el tema más serio del álbum y por eso quisimos tener la participación de The riverman, un tremendo cantautor de Bucaramanga que nos echó una mano en la cantada y le dio el power indicado al tema”.
Patente
“Uno de los temas favoritos del álbum, cuenta la historia de una persona que debe recurrir a las malas mañas para exigir sus derechos en una sociedad donde lograr la justicia requiere de par torcidos. Pero es solo parte del juego, después toda la parte trágica, la canción se convierte en una fiesta en la que hay que aguantar historias de borrachos, lastimosamente la dicha se acaba porque llegan los de Sayco a acabar con la música”.
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Mantequilla
“Es el viaje, malo o bueno, de alguien que se mete un happy brownie, pero el man siente que su cerebro es una empanada refrita con mucho aceite y mucha mantequilla, así que pide, desesperadamente, que le pasen una servilleta”.
Feliz daño
“Fue compuesta el primero de enero de 2018, se destaca la batería brutal de Edo Jiménez y el sonido poderoso que tiene toda la banda. Habla de alguien a quien no le importa buscar la felicidad, se preocupa más por evitar las cosas que le hacen daño”.
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