Semblanzas del Río Guapi: guerreando por la música del pacífico

Por: Jenny Cifuentes @Jenny_Cifu

Los músicos de la agrupación Semblanzas del Río Guapi, viven en Guapi (Cauca), originarios de zonas rurales, autodidactas y herederos de los sonidos de sus padres, son  exponentes de la música tradicional del pacífico y fueron  ganadores este año  en la modalidad de marimba en el Festival Petronio Álvarez. Además de su destreza para interpretar y componer plasmadas en su disco Ay mi marimbita ¡A onde tá!, los integrantes de la banda son de la legión que  cree que el arte puede contribuir a forjar la paz y trabajan para que las nuevas generaciones de su región tengan más alternativas de la mano de la cultura. Son unos duros: hace un año y medio tienen una escuela organizada, con clases, horarios y alumnos inscritos que funciona en la calle. No tienen sede pero están pujando por ello. A punta de ganas funcionan dando clases de música a los niños y jóvenes en Guapi y en el corregimiento de Limones. Con talento y convicción seguir insertando el chip de la música en sus pueblos para  fortalecer y preservar, y expandir su tradición.

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Hablamos con su directora Yamile Cortés.

Cuéntenos sobre su agrupación

Somos un grupo de jóvenes que inició en 2009.  Seis hombres y cuatro mujeres, la mayoría originarios de comunidades cercanas al municipio.  De allí el nombre de la banda, porque en todos los pueblos y municipios de la región, hacemos música del pacífico, pero cada comunidad tiene una forma particular de interpretar los instrumentos y de cantar, y por ser de distintos lugares, aportamos al grupo de maneras diferentes, por eso hay variedad.  En el grupo hay cuatro cantadoras que tocamos el guasá, y además tenemos marimba, bombo y cununo. Somos empíricos.  Por la historia de nuestros pueblos estos instrumentos y estos cantos los hacían los adultos  y nosotros aprendimos escuchando. Algunos de nuestros padres han hecho música siempre y crecimos con esa tradición.

Háblenos sobre la escuela que armaron ustedes

Llevamos un poco más de un año con el proyecto de la escuela. Al inicio, la idea principal era enseñarles a los niños de aquí de Guapi. Iniciamos con niños del barrio La Paz, dándoles clases en una cuadra y como aquí hay pocas escuelas,  empezaron a llegar niños de otros barrios y nos tocó brindarles el espacio a todos los que se querían sumar. Nosotros no tenemos una sede, un lugar cerrado, porque en realidad trabajamos solos, las clases las hacemos en la calle, o en alguna casa que ofrezca la mamá de algún niño.  Hay clase tres veces a la semana. Los niños que viven cerca los organizamos en un horario y los que vienen de lejos los organizamos en otro, más temprano para que no tengan problema al volver a sus casas.  En Guapi tenemos 45 niños y también extendimos nuestro trabajo al corregimiento de Limones donde los niños son 85.

Todos los integrantes del grupo enseñamos.  Los niños aprenden percusión y danza. Ha sido una labor dura por no tener un espacio, por estar en la calle, por ejemplo, hay que esperar que  pasen las motos…cosas así. Pero hemos avanzado  mucho, porque no sólo los niños que están en la escuela están a gusto, sino que ya muchos padres quieren enviar a sus hijos con nosotros. Entonces estamos a la espera de que nos habiliten la Casa Cultural, en donde estaban albergando personas desplazadas  pero ya existe la posibilidad de ubicarlas en un lugar más apto y así dejar ese lugar para las clases.

Volviendo al trabajo musical del grupo, háblenos sobre su repertorio en los shows

Primero investigamos, porque antes por estos lugares no se hacía música para el músico sino para uno mismo. O sea, alguien componía, interpretaba y ya, pero no daba a conocer sus temas. Para armar nuestro repertorio fuimos a diferentes comunidades a escuchar cómo las mujeres, o los ancestros hacían la música.  Encontramos canciones que nunca se habían escuchado  y con el permiso de quienes las escribieron o quienes las conocían (si eran muy antiguas, de la tradición),  las montamos.  Otros temas que presentamos en los shows los compongo yo, algunos los ha escrito mi padre u otros integrantes del grupo.