Roger Waters le dijo al público que "se j*diera" en un concierto del pasado 8 de octubre, lo que provocó que algunos fans se fueran poco después.
El show ocurrió en el London Palladium y, al principio, Waters informó a los fans que se dividiría en diferentes partes. Muchos habían llegado esperando que Waters tocara su nueva versión de The Dark Side of the Moon desde el principio.
Los fanáticos se sorprendieron cuando, en cambio, en las primeras etapas del concierto, Waters leyó sus memorias inéditas, Dark Side Of The Moon: Memoirs Of A Lanky Prick, según reportó NME .
Un informe en Men's Journal señaló que Waters "llegó 15 minutos tarde a su actuación programada" y "en lugar de lanzarse a los éxitos, [él] comenzó a leer en su computadora portátil pasajes de sus memorias aún por publicarse".
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A medida que el público estaba cada vez más descontento Rogers habría dicho que "se fueran a la mierda". Después de eso, algunos fans frustrados comenzaron a irse.
Roger Waters sobre las acusaciones de antisemitismo
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Recientemente, Waters emitió recientemente un comunicado criticando un nuevo documental sobre él. El filme titulado The Dark Side of Roger Waters, explora las acusaciones de antisemitismo contra el cofundador de Pink Floyd y fue lanzado la semana pasada por el grupo de defensa con sede en el Reino Unido Campaign Against Antisemitism.
Waters menciona que los realizadores se acercaron a él para pedirle comentarios a principios de este mes, pero él se negó. Sin embargo, respondió más tarde en una extensa publicación en su sitio web.
“En resumen, la película es una pieza de propaganda endeble y sin complejos que mezcla indiscriminadamente cosas que supuestamente dije o hice en diferentes momentos y en diferentes contextos, en un esfuerzo por retratarme como un antisemita, sin ningún fundamento. de hecho”, escribió.
En junio, el Departamento de Estado de Estados Unidos criticó a Waters por un show en Berlín, describiéndolo como “profundamente ofensivo para el pueblo judío”.
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En mayo, Waters apareció en el escenario de su espectáculo vistiendo una gabardina negra con un emblema parecido a una esvástica durante un segmento que giraba en torno a un personaje de 'The Wall' de Pink Floyd, que se imagina a sí mismo como un dictador fascista ficticio durante una alucinación.
El músico afirmó que el segmento era una declaración contra el fascismo, la injusticia y la intolerancia y calificó las críticas al mismo como “falsas y políticamente motivadas”. Waters ha declarado en múltiples ocaisones que no es antisemita.
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