En su nueva producción el cantante le da gusto a todo el mundo. Versátil y buscando seguir abriéndose campo fuera del país, se pasea por lo urbano, el pop, la salsa, tropipop, y saca de nuevo a relucir la casta de intérprete vallenato que muchos añoraban. Con Esto es vida, Silvestre viene con toda.
Por Jenny Cifuentes // @Jenny_Cifu
“Y si se va a caer el Parque, ¡que se caiga!”
El pasado sábado el Parque de la Leyenda Vallenata en Valledupar, repleto, se uniformó de rojo para el lanzamiento del nuevo disco de Silvestre Dangond: Esto es vida . Como siempre el cantante, un bombardero en vivo, con su “sabrosura tridimensional”, sus apuntes y bailado particular, enloqueció silvestristas. Luciendo una camiseta en la que se leía “Sigo siendo el papá” – título de una de las canciones del álbum-, invitó al escenario a acordeoneros que lo acompañan en su álbum, subió a bailar a su hijo conocido como “El Bebé Dangond” y a “El Cole”, ese hincha futbolero disfrazado. Interpretando las recientes canciones y fulminantes hits, hizo sacudir la marea roja siendo fiel a una de sus famosas consignas: “Y si se va a caer el Parque, ¡que se caiga!”. Después del show, Silvestre siguió la parranda en su casa. Los alrededores se llenaron de gente. Él regaló cervezas, saludos y hasta besos a las fans. El furor por el estreno del artista hizo que las agujas llegaran al rojo.
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Las mutaciones de Silvestre
El año pasado, Silvestre, posicionado en altos estrados del vallenato, había emprendido una nueva ruta en su carrera. Había firmado con Sony Music Latin, reclutado en su equipo de management al argentino Walter Kolm (quien ha movido los hilos en carreras de Carlos Vives, Maluma etc.), y modificado hasta su pinta. Pero lo más relevante de sus giros, fue la transformación de su estilo sonoro. Un vuelco drástico que se materializó en el disco Gente Valiente , producido por Andrés Castro, (guitarrista y productor de Carlos Vives), en el que el cantante se alejó del vallenato buscando su “internacionalización”. Se unió con los reggaetoneros Farruko y Nicky Jam en un par de canciones, y en otros cortes, anduvo por terrenos de la bachata, la carranga, el paseo vallenato, aires caribeños, la balada y el pop, acogiéndose a un sonido muy Vives. Títulos como Materialista o Ya no me duele más , fueron traqueados por la radio, contagiando oyentes diferentes a los del vallenato.
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El cambio de Silvestre causó polémica entre una porción de sus seguidores, quienes al oírlo haciendo otros géneros le reclamaban por el vallenato. Dijeron entre otras cosas, que imitaba a Carlos Vives, y que con la excusa de la “evolución”, había olvidado el folclor y se había vuelto reggaetonero. Algunos admiradores fervientes en otro tiempo, colgaron la camiseta roja. Pero el “silvestrismo” fiel, esa masa de fans que lo aclama, siguió apoyando a su ídolo, que buscaba nuevos horizontes, y avaló su transformación. Con Gente Valiente , el artista, respaldado por una fuerte maquinaria de la industria musical, hizo una gira latina, shows en otras plazas, cantó salsa en la ceremonia de Premios Lo Nuestro, y estuvo nominado a Mejor Álbum Cumbia – Vallenato en los Premios Grammy Latino, y a Mejor Álbum Tropical en los Grammy anglo.
Híper activo en 2017, siguió ofreciendo sencillos como Cásate conmigo al lado de Nicky Jam, que se pegó como chicle; colaboró con el grupo venezolano San Luis para la canción Como yo ; y hace un mes, callando a quienes decían que ya no hacía vallenato, publicó Regalo de dios , un bello corte vallenato de estilo clásico, junto al versado acordeonero Emiliano Zuleta (Hermanos Zuleta), que fue resonado por emisoras nacionales, creando mucha expectativa sobre el trabajo que venía. Regalo de dios puso a muchos a pensar que entonces, sí se puede programar en la radio vallenato de verdad. Reflexión muy centrada hacia la radio del interior que en relación al género, machaca en su mayoría canciones a las que llaman de forma coloquial: “vallenato llorón” o romántico.
Esto es vida
Para su nuevo disco, Silvestre retornó a Sony Music Colombia, afirmando hace unos meses en sus redes: “Vuelvo a casa a ponerle orden a lo que es mío”. Un día antes de que el álbum saliera al mercado, en emisoras y plataformas lanzó la canción Sigo siendo el papá , en la que canta: “Para la gente habladora, yo quiero que sepan esto: yo sigo siendo el papá”. Y claro, alborotó a fans y detractores. Logró la bulla que esperó y puso a bailar al “silvestrismo del alma”, como lo dice.
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Esto es vida , es un disco para todos los gustos, en el que Dangond, versátil, se vuelve cantante urbano, pop, salsa, tropipop, y saca de nuevo a relucir la casta de intérprete vallenato que muchos añoraban. Un trabajo de 16 canciones que incluye reggaetón, viajes por la salsa, balada, y vallenato, con la participación de los acordeoneros: Lucas Dangond (su compañero oficial), Rolando Ochoa, Junior Larios y Franco Argüelles. Grabado entre Colombia y Estados Unidos y producido por Silvestre, Beto Urieles y Andrés Castro. “Bauticé así el disco por la forma en que hice las canciones. Grabé composiciones que me calaron, que me hicieron hasta llorar. En medio del tiempo de trabajo, oyendo y arreglando temas, dije: ¡Uau, esto es vida! Y así quedó. Es un álbum que me revitalizó y me llenó de energía”.
Después de las transformaciones evidenciadas en sus dos últimos discos, en una “nueva faceta”, Silvestre criticó a los artistas del vallenato que no han puesto su música en plataformas, y afirmó que “El vallenato va para arriba porque ya hay un relevo generacional, y en vez de criticar, tenemos que acostumbrarnos a escuchar más fusiones. A escuchar músicos con nuevas propuestas”. Sobre la aceptación de la audiencia a la variedad de géneros que grabó dijo: “Grabo para darme gusto a mí, no por cumplirle a los demás. Ni por presiones del público ni de los críticos. En Valledupar hay revuelo por este disco. Se agotó. Eso significa que ya aceptaron que fuera un artista que le diera gusto a todo tipo de público”.
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Como en Esto es vida invitó a varios acordeoneros, contó que reclutó diferentes personajes porque quería colores y sonidos diversos, buscando explotar ese estilo de cada uno, para canciones distintas, lo que según él no se podría haber logrado trabajando con un solo acordeonero.
Que los cantantes vallenatos estén ligados a un acordeonero ha sido una tradición de décadas en el género. Los ejecutantes del acordeón, también tienen sus seguidores y son figuras de importancia que imponen el sonido característico de una dupla. La gente llama unión a que un cantante se junte con un acordeonero. Es un rasgo del vallenato. En esta música han existido uniones relevantes como Diomedes Díaz y Juancho Rois, Rafael Orozco e Israel Romero, Martín Elías y Rolando Ochoa, o Peter Manjarrés y Juancho De La Espriella. Sobre lo que Silvestre apunta: “Las uniones vallenatas no aportan nada al foclor, ni a la industria. El furor de las uniones cumplió su ciclo. Si se habla de uniones en el vallenato, lo que yo estoy haciendo es perfecto: grabar con varios. Lo que hice fue un llamado al vallenato diciéndole que las uniones están mandadas a recoger. Yo creo lo ideal es que todo el mundo grabe con todo el mundo, así como se hace en otros géneros. Hoy en día hay que apostarle es a los éxitos”
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También narró que en su disco, vio la necesidad de grabar música romántica, canciones lentas, “porque la gente dejó de buscar el despecho en el vallenato y se mudó al estilo conocido como “popular””. Recalcó además, que ha vivido un proceso de tres años en busca de cautivar plazas internacionales, que no es nada fácil con el vallenato, porque con él, le cierran puertas. Por eso lo “fusionó” con otros ritmos para irse metiendo. “Cuando público de otro país oye Cásate Conmigo o Ya no me duele más y quieren saber más de mí, van a buscar mis otros discos y pienso que eso ayuda al género vallenato”. Con su nueva producción, el urumitero, de manera estratégica apunta abrirse campo en mercados internacionales y a seguir siendo la estrella vallenata que el “silvestrismo” idolatra. Como recalca su famoso dicho: “¡Permiso, que voy pa´encima!”
Le dimos play y nos emparrandamos con el disco nuevo de Silvestre
Si yo supiera
“Aquí estoy vivo. Nací un 12 de mayo de 1980. He disfrutado la vida y el día que me toque partir, me voy feliz. Si yo supiera que me vo´a morir mañana, junto a mi amor y a mis tres pechiches,
busco a mis padres y les doy un beso, voy a Urumita y armo un bochinche y mis pecados los dejo en cero”, reza Si yo supiera , un vallenato sabroso que compuso Silvestre para su nueva producción, motivado por una supuesta “vidente” que predijo alguna vez, que él moriría en un accidente de avioneta. “Con esa ‘predicción’, lo que me hizo fue un favor, porque me incitó a hacer esta canción en la que digo cosas que generalmente uno no puede expresar”. Como la composición lo puso a hablar de la muerte, dijo: “que me cremen y rieguen las cenizas en el cerrito de Pedro Vence en mi pueblo Urumita”.
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Regálame una noche
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Otra compuesta por Dangond con la mamadera de gallo que no puede faltar: “regálame una noche pa llevarte a la luna. Eso sí, sin traje de astronauta, como Adán y Eva. Y la que dé papaya, se parte”, vocifera, acompañado por el fuelle del tremendo Franco Argüelles.
Animales
Canción de “género urbano” sobre la que Silvestre afirma que por no estar acostumbrado a interpretarlo, y tener otro estilo, le costó y tuvo que repetir mucho, pero lo logró. Fue compuesta por Ronald Valbuena Jr., un joven de 24 años, sobrino de Jorge ‘El Pitufo’ Valbuena (autor muy conocido en círculos vallenatos). En 2015, Ronald se acercó a Silvestre en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, y le pidió un contacto para enviarle unas canciones a ver qué tal. Dangond le dio el mail, Valbuena le mandó material, pero nunca tuvo respuesta. Dos años después, el cantante le escribió, se reunieron en la capital, trabajaron y salió Animales. “Una historia de amor en la que la mujer siempre pone el stop porque dice que las cosas pasan muy rápido”, según el autor.
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La traición se paga
Tema de corte salsero y visos de bolero, intro con bandoneón, para “borrachas y traicioneras”. Como del estilo de algunos apartes de Marc Anthony. En el que se oye a Dangond pregonando y en tono despechado entonando: “te repito que esta boca no la besas más porque no me da la gana”. Para éste, invitó al acordeonero Rolando Ochoa (compañero de Martín Elías), con quien hace años hizo dupla y grabó el álbum La 9ª Batalla.
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Te irá mejor sin mí
Composición del mexicano Joan Sebastian en el que Silvestre arranca diciendo: “me da apena contigo, pero se me hace difícil serte fiel”. Balada pop con sutiles palmas flamencas, guitarras y teclados que protagonizan, sumados a coros y arreglos muy a lo Carlos Vives. Canción apta para los que tienen siete mujeres al tiempo.
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La Embarraste
Vallenato poderoso de ‘Lucho’ Alonso, un compositor que brilló en el boom de lo que se llamó “La nueva ola del vallenato”, creador de entre otros, temas como Mis cinco sentidos que grabara Kaleth Morales o La Indiferencia que hizo famosa Silvestre. Un corte delicioso que evoca ese sonido que tenía Dangond hace años.
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Si mi canto fuera tu encanto
Muy enfarradora. Autoría del Villanuevero José López, que llegó a Dangond por medio del compositor Fabián Corrales. El tema se volvió viral hace un tiempo por un video que grabó López. Una canción con el acordeón de Lucas Dangond, que tiene al público hablando en redes por una parte que es “el pase de la gata barcina”. El “maulla, maulla, y baila la gata” que suelta Silvestre, los tiene locos.
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Mi Corazón es de ella
Vallenato con sentimiento y linda letra de Fabián Corrales que “se pega o se raya”. Una canción que da ganas de parranda, abre el apetito etílico, como dijo Diomedes “que le hace a uno gastar los ahorros”.
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El dueño de tus besos
Vallenato en el que aparece Lucas dando fuete. Pura vieja guardia. “A medida que se pasan los meses, todo avanza se ve la garantía, y yo sigo siendo el mismo Silvestre, querido por toda la gente mía”.
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