Las canciones de Javiera Mena hablan directo a las relaciones de pareja. Sin importar género o identidad sexual, la artista chilena, ícono de la comunidad LGBTIQ+ , tiene como impronta el desvelamiento de las sensaciones humanas más universales.
Debajo de una fina capa de pop sintético, su música es un instrumento liberador que, como bien dice en Corazón Astral : "quita las penas y las cadenas".
Corazón astral , además de Flashback , y Dos son los tres sencillos que ha destapado de su próximo disco, Entusiasmo . Fue una placa que empezó a grabar antes de la pandemia, en pleno estallido social chileno, y por eso lo bautizó así.
El Entusiasmo es una palabra necesaria en épocas de crisis, nos cuenta Javiera vía Zoom desde Madrid días antes de su show en el Festival Marvin :
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“Estábamos con ese entusiasmo en Chile, que vas más allá del cambio político. Es una cosa interna energética, muchas canciones nacen de ahí. La mayoría de las canciones son previas a la pandemia, ahora estoy haciendo otras canciones diferentes, pero la génesis de todas esas canciones salieron previas a la pandemia, las fui trabajado por capas . La Javiera del 2021 está volviendo a reconectar con el fuego, el disco anterior era un disco más etéreo, más agua, este es un disco totalmente fuego, pasión, enamoramiento, meter las manos al barro, volcarse, medio bipolar también, esquizofrénico, tiene canciones baladas y también canciones muy a tempo, un disco que refleja cómo está la energía en el ambiente”.
El pop latinoamericano toma mucho de las aguas de la música popular chilena. Lo popular entendido como el pueblo y como opuesto a la estridencia y la pirotecnia del pop anglo. Javiera es una de las más fieles representantes de ese fenómeno masivo y creciente en nuestro continente.
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Su sonido y sus letras mantienen una gran dosis de sencillez. Hablan desde lo básico, de la esencia, de las cosas simples:
“Me inspiran las conexiones, no solo de dos personas o de algo romántico, sino de conectarte con algo en general. Por ejemplo: un amanecer, toparte con ese momento y ver lo sagrado que puede ser la vida cotidiana, eso es lo que más me inspira a mí y eso es lo que busca el pop. Todos los compositores buscamos esas ideas, los momentos simples de la vida que te pueden generar una canción, no es gran cosas pero cada vez es más difícil encontrarlo, encontrar esas conexiones que son las que te pueden llevar a una bonita canción”, nos dice Javiera.
Javiera, que ha sido adoptada también como ícono LGBTIQ+, está convencida también del valor de la amistad dentro de la comunidad. "Se valora al amigo y se pone en el mismo lugar de la pareja", dice. Es una relación que ha sido clave como apoyo para todos los que han vivido etapas como salir del closet o mudarse a otras ciudades para poder ser y hacer lo que quieren. Significa la construcción de lazos incluso más fuertes que la familia.
“Estamos en un momento bastante colectivo, sobre todo la comunidad LGBTQ+ . Mi mejor amigo me dice: 'las parejas van y vienen, pero los amigos nos quedamos todo el tiempo' . Yo ahora estoy en Madrid, mi familia está lejos y valoro mucho la amistad, quiero pensar en un mundo en el que la amistad es algo muy poderoso. L os países están organizados de una manera en la que, para darte una nacionalidad, te exigen una visa donde tienes que casarte con alguien para poder vivir en otro país, está todo muy planteado en la pareja monógama, heteronormada, pero el mundo y las relaciones van a otro lado y eso me gusta porque es más sano ”, dice Javiera.
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Javiera nunca ha negado que es lesbiana. Al contrario, para ella ha sido su bandera, así sus anteriores equipos de trabajo le hayan sugerido no hacer pública su identidad sexual.
Para ella es un asunto no solo de visibilizar, sino de normalizarlo en la música: cantarle a otra mujer, componer y contar las historias que todas viven en sus relaciones.
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“Yo creo que es importante normalizar el asunto y poner una cuota extra de visibilidad, porque aún hay mucha gente que quiere tapar las cosas. He pasado por diferentes momentos, tengo una carrera larga y he visto una evolución, cuando partí dije: ‘soy lesbiana’, me lancé al vacío y me daba cuenta que era algo llamativo, no había nadie, ninguna otra lesbiana, y mi música pasó a segundo plano, eso lo veo ahora con el tiempo. Pero le he dado tanto énfasis a la música que igual ha hablado y no solamente de mi condición sexual, que ha sido importante porque se necesitaban referentes. De eso me di cuenta hace poco cuando estuve en Chile, veo cada vez más bares de lesbianas, cuando yo empecé a salir iba a bares gay de hombres, me juntaba con muchos hombres, había lugares para chicos pero para chicas no tanto, estábamos siempre en la sombra, ahora me doy cuenta que hay más una comunidad entre chicos y chicas. Estamos más mezclados y las chicas que tienen 22 años levantan una piedra y salen ‘bolleras’, como dicen acá en España. Aunque hay gente que diga que no tiene que ver con el feminismo, van de la mano esta apertura y esta búsqueda de encontrar maneras de moverse que no sean las mismas. Hay gente muy cerrada, pero, por favor, aceptémonos de una vez ”.
En los últimos días la cantante chilena reparte su tiempo entre terminar las canciones del EP (que saldrá el 25 de mayo) y la producción del disco de la banda Cariño , entre otros proyectos. A finales del segundo semestre saldrá otro EP y después publicará el disco. Eso sí, antes de todo esto, la podrán ver en la edición del Festival Marvin Gateway 2021, con un show especial, acompañada de su piano desde la sala ‘El Sol’, un escenario representativo de la movida madrileña de los 80.
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