El Primavera Sound es, sin duda, uno de los festivales con más historia en el mundo. Fue la escuela de muchos de los nuevos circuitos festivaleros y, hoy, más de 20 años después de su primera edición en Barcelona, es una marca transnacional en proceso de expansión. ( Acá les contamos la historia del Primavera Sound )
En 2023 el Primavera tendrá sus primeras ediciones en Bogotá y Asunción . Llegará a dos nuevos países después de extenderse, en Europa, a Madrid y Oporto; y de desembarcar en hace un año Sao Paulo y Buenos Aires.
Joan Pons, quien desde 1994 ha trabajado como crítico, periodista, guionista y profesor, es el director de comunicaciones del festival desde 2017, aunque lleva vinculado desde 2014 a la marca. Casi la mitad de su historia.
Hablamos con él 15 minutos y nos contó más sobre el evento que viviremos el próximo 9 y 10 de diciembre de 2023.
- ¿Por qué Colombia?
Primero, por la situación en la que está en el mapa. A nosotros nos interesa establecer una ruta con diferentes fechas en Latinoamérica porque, si no, es mucho más difícil convencer a artistas internacionales de que vengan solo para una actuación
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Después, porque en los últimos años nos dimos cuenta de que cada vez teníamos más afluencia de asistentes que llegaban de Latinoamérica y, concretamente, de Colombia.
Y, tercero, porque hay muchos artistas colombianos que nos interesan . En los últimos años los íbamos trayendo a España, pero algunos se nos escapaban.
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Pensamos que Bogotá concretamente, donde también hay otros festivales parecidos al nuestro como Rock al Parque o Estéreo Picnic , en los que habían tocado artistas de nuestro sello Primavera Labels, era una ciudad donde se nos iba a entender y se nos iba a disfrutar.
- ¿Cómo funciona el proceso curatorial del Primavera?
Nuestra curaduría habitual suele ser muy sincera. Es decir, nos consideramos fans de la música y nunca llevaríamos nada que no nos apasione o no nos guste.
Hay diferentes aspectos que pensamos a la hora de hacer los carteles. El primero es que no hay letra pequeña para el Primavera. Son tan importantes desde el nombre que sale más grande en el cartel como el más pequeño . Si están ahí significa algo y complementa con los demás.
Significa que cada artista crea un equilibrio con los otros nombres. Si están puestos en uno u otro escenario es porque creemos que es la mejor opción para ese escenario y esa hora.
Dicho eso , no queremos ser como una gran multinacional que llega a un país e impone su criterio .
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Nosotros hemos estado colaborando con nuestro partner local e intercambiando música, que es algo que ya hacíamos con nuestros amigos cuando éramos jóvenes; cosas del tipo "Yo te paso este artista, tú pásame este otro para ver cuáles nos interesan más o cuáles representan mejor el espíritu del Primavera en Bogotá o qué artistas significan algo puestos al lado de The Cure, Pet Shop Boys o Bad Religion".
En este sentido escuchamos diferentes artistas. Algunos ya los conocíamos, como a Lido Pimienta y Fruko y sus tesos. Yo soy muy fan de toda la salsa y Fruko para mí es una cosa legendaria que puede tener sentido al lado de nombres como Bad Religion o Grime s, así como al lado de otros artistas también nuevos e internacionales que son muy interesantes.
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Yo siempre recomiendo a Domi and JD Beck porque hacen el jazz que no te imaginas.
La curaduría no es fácil, pero es fácil de explicar porque traemos la música que nos apasiona.
- ¿Tienen alguna política interna de inclusión por género, país, etc.?
Simplemente es algo que nosotros hacíamos de una manera natural y fue el público el que nos hizo notar que éramos muy inclusivos. Eso se reflejaba, no solo en lo que pasaba encima de un escenario, sino en lo que pasaba debajo.
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La gente nos ha dicho “Nunca me he sentido tan seguro”, o tan libre o tan capaz de expresar mi identidad en un festival.
Una vez lo sabes y una vez que te han hecho notar que eres así no tienes que olvidarlo. Es decir, si vemos que un cartel, cuando lo estamos haciendo, no es demasiado inclusivo, intentamos corregirlo, aunque de manera natural.
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Y después porque un poco estamos hartos de todos los festivales de rock que sólo son hombres blancos de mediana edad con guitarras . Creemos que la música hace tiempo que ha dejado de ser eso y estamos muy orgullosos de ser muy representativos del estado actual de la música.
- Hace poco anunciaron que, en 2024, no volvería la edición de Madrid por los problemas logísticos de la primera edición en 2023. ¿Cómo cuidan la experiencia en campo de los asistentes? ¿Qué debe tener una locación para cumplir con la línea del festival?
Un venue tiene que reunir varios requisitos. El primero es que sea un espacio ideal para que la gente disfrute de la música de la mejor manera posible. Y cuando digo disfrute de la música no es que disfrute solo de la experiencia de estar en un festival haciendo otro tipo de cosas, que también las podrán hacer, pero tiene que ser un festival que suene bien y que la gente vea los conciertos de una manera cómoda.
Luego, pues tiene que tener unas facilidades para la producción y logística. Ya sea sobre los escenarios o la llegada a estos escenarios de los equipos técnicos. Para eso la ciudad tiene que tener una infraestructura, una industria o un sector fuerte de proveedores y que trabajen en este sector y tengan la experiencia, que no los tengamos que traer de Barcelona.
Hay aspectos como los accesos al festival, que sea fácil para gente, aunque se concentre mucha en un breve periodo de tiempo, que en realidad no haya nada que te estorbe para poder estar pensando solo en la música que estás viendo.
Dicho así parece muy fácil, pero luego es muy complicado y nosotros somos muy autocríticos y muy autoexigentes. Incluso al Festival de Primavera Sound de Barcelona, que lleva un montón de años, cada año estamos viendo como lo podemos corregir.
- ¿Fueron esos los casos de Madrid o Santiago? ¿Decidieron retirar la marca de esas ciudades?
Lo que sí que hacemos es ver si se dan las condiciones. Somos muy autocríticos al ver si las condiciones para el año siguiente son óptimas o no.
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En este sentido, si por algún aspecto en concreto, sea el recinto, las fechas, la disponibilidad de los artistas o la relación con un partner no lo acabamos de verlo, claro que no se hace.
Igual, puede que no se haga un año, pero puede hacerse el siguiente. Nos pasó también en Los Ángeles, que hicimos una primera edición y este año no la hicimos porque tienen que darse una serie de circunstancias más complejas.
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También tienes que tener permisos que a lo mejor no están de un año para otro. Entonces, siempre que se den las condiciones nosotros lo hacemos, pero tenemos una gran espada de Damocles: si queremos cerrar a muchos artistas se cierran con un año de anticipación, algunos con 16 meses.
En el caso de algunos festivales, por diferentes motivos, hay años que nos los hemos saltado porque el deadline de cerrar los artistas se nos había pasado.
- ¿Qué ofrece el Primavera Sound a los artistas locales?
Bueno, primero la visibilidad, porque un festival no es un concierto en el que pagas una entrada para ver sólo a un artista y a lo mejor un telonero . En un festival tú lo que ofreces es la posibilidad de curiosear, de acercarte a otros escenarios y de poder descubrir nuevos artistas, ya sean locales o internacionales.
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Esa visibilidad va, primero, en el cartel, que es una cosa por redes. Y, después, presencial. Hace que fans y otros artistas, a lo mejor mucho más grandes, accedan a ti.
Y, segundo, la creación de este puente en dos direcciones entre Europa y Latinoamérica. O entre el Festival de Barcelona y los festivales de Latam .
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Idealmente, igual que hay artistas de Barcelona como Marina Herlop que acuden a tocar a Bogotá, algunos de los artistas de Bogotá pueden acabar el año que viene tocando en el Festival de Barcelona.
Yo creo que a un nivel de contribución a la escena local es muy alto. Los beneficios pueden ser muy altos y en Barcelona es mucho más grande el espacio y el festival, pues tiene mucho más años.
*Publicación patrocinada