Hace unos días se conoció que Bad Bunny está siendo demandado por $ 40 millones de dólares por su ex novia, Carliz De La Cruz Hernández, quien asegura que el conejo usó una grabación de ella en dos canciones sin permiso.
De La Cruz dice que grabó el eslogan "Bad Bunny baby" en su teléfono en 2015, antes de que el conejo se hiciera famoso y antes de que se separaran. La frase aparece en el sencillo de 2017 Pa Ti y en la canción Dos Mil 16 , de 2022.
El conejo malo no ha respondido públicamente a la acción legal de De La Cruz, que se presentó en Puerto Rico a principios de marzo. Ella grabó varias versiones de sí misma diciendo la línea "Bad Bunny baby" usando la aplicación de notas de voz en el baño de la casa de un amigo, porque era la habitación más tranquila, y se las envió al músico.
Los abogados de De La Cruz citados por la BBC afirman que, días antes de que saliera el último álbum de Bad Bunny, Un Verano Sin Ti , el año pasado, sus representantes le ofrecieron comprarle los derechos de la frase por $2,000. Ella se negó y el álbum fue lanzado con su línea.
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La Sra. De La Cruz dice que su grabación también se ha utilizado en conciertos y argumenta que su uso equivale a "negligencia grave, mala fe y, peor aún, un ataque a su privacidad, moral y dignidad".
¿Podría ganar la demanda?
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Para Santiago Sanmiguel, abogado de entretenimiento, "usar un audio de alguien más, sin autorización, es de amateurs".
No es la primera vez que Bad Bunny se mete en problemas legales por el uso inapropiado de una grabación. En 2020, por usar sin autorización un salmple de Get Ur Freak On de Missy Elliot en Safaera, se conoció que el conejo tuvo que ceder un buen porcentaje de las ganancias de la canción al equipo de la rapera estadounidense.
" Lo que está en discusión es quién es dueño de eso: si yo por mandarte el audio, o tú al recibirlo . Como los términos y condiciones de Whatsapp no dicen nada (o mejor, casi que quisieran decir que son ellos pero no). Yo me inclino a que soy yo, porque le di grabar antes de mandarlo".
Sanmiguel agrega que, por ejemplo, la sobrina de Harry Styles también podría demandarlo por el uso de su voz en As It Was .
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Un caso similar ocurrió con Donald Trump y Bob Woodward. El expresidente concedió una serie de entrevista al periodista que destapó el Watergate para hacer un libro escrito, pero nunca le autorizó a que hiciera con ellas un audiolibro. Por eso el expresidente de Estados Unidos denunció a Bob Woodward y a sus editores y les reclama casi 50 millones de dólares.