El debut y despedida de la música de la legendaria banda Sex Pistols fue también la muestra de cómo el punk era una música que estaba hecha de manera rápida, pero que no quería pasar desapercibida.
Por: Jose Pepe Plata // @owai
Entre 1976 y 1979, Sex Pistols dejó una huella que para algunos es auténtica, pero que para otros no es más que la clara muestra del negocio y el mercadeo en la industria. Y es así porque los hechos que rodearon este disco son una muestra de situaciones alrededor del caos y una estrategia de choque que terminó beneficiando a la banda.
La banda fue una especie de experimento de Malcolm McLaren, un empresario que tenía una tienda de moda y tendencias en Londres junto a la diseñadora Vivienne Westwood. Sus viajes a Nueva York le permitieron conocer lo que se cocinaba en esa ciudad con grupos como The Ramones y Television y ver cómo había una emergente escena de jóvenes dispuestos a desafiar el establecimiento.
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A la tienda llamada SEX llegaban jóvenes a buscar indumentaria distinta, a menudo asociada al sadomasoquismo. A SEX llegó una banda llamada The Strand y McLaren vio que había una actitud y displicencia. Siendo un punto de encuentro de nuevas generaciones de londinenses, le era fácil influenciarlos. Un par de toques de The Strand hicieron que le llamara la atención darle un vuelco a la banda. Y es así como un joven llamado John Lydon que llevaba una camiseta hecha a mano y en la que decía I hate Pink Floyd (Odio a Pink Floyd) audiciona para ser el nuevo vocalista.
La banda estaba formada ahora. Luego venía darle un nombre controversial y buscar un público seguidor. Los primeros toques de la renombrada Sex Pistols se dieron en colegios y centros de arte. Poco a poco se fue consiguiendo un número de seguidores considerable y las reseñas críticas que hablaban de una banda que desafiaba las reglas del establecimiento empezaron a aparecer.
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Ver a los Pistols era comprender que había un ánimo nuevo en el adormecido rock de los setenta; era la flama y la chispa de un germen sonoro único. Una banda con la actitud y el desafío en la música y en la presencia en vivo, que nadie podía escapar. Y que al ser ya conocida en el mundo del rock y tener seguidores, necesitaba grabar.
Pero para llegar a esto, la banda tuvo que foguearse en más escenarios y lanzar un primer sencillo. Fue este detonante el que hizo que la compañía EMI Music se fijara y los fichara. Se lee simple y directo; pero no fue así. Teniendo como referencia el tener unas presentaciones en vivo tan intensas como recordadas, EMI decidió firmar a la banda por dos años a partir del 8 de octubre de 1976.
Un primer sencillo, Anarchy in the UK , aparecería en noviembre de ese año y los primeros conflictos con el sello se presentarían. La canción que invita al desorden y que desafía a la monarquía británica no tenía una portada reconocida en el sencillo y se convirtió en un ícono punk. EMI sugiere a la banda grabar su primer disco para así cumplir el contrato; pero las grabaciones no fueron fructíferas.
Más tensiones vinieron, el comportamiento de la banda se convirtió en una amenaza no solo para la compañía, también para la sociedad. Siempre había escándalos y destrozos donde se presentaban. Siendo ya 1977, EMI decide rescindir el contrato y la banda se ríe del adelanto que les dieron por un disco que no grabaron.
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Pero esto también le costó a la banda perder a su primer bajista, Glen Matlock. El ambiente de drogas y alcohol, hacía que se perdiera la cordura, pero no la irreverencia. Luego de la salida de Matlock, entra Sid Vicious, un seguidor de la banda que si bien no tenía habilidades musicales, tenía una presencia que impactaba. Era alto, delgado, malencarado, con el pelo corto y se vestía con ropa que parecía ser sacada de una tienda de beneficencia.
La fórmula no fallaría. Así que los Sex Pistols recargados firman contrato con el sello A&M el 11 marzo de 1977. Pero los desmanes de la banda y sus excesos hicieron que en menos de una semana, nuevamente fueran sacados de una compañía discográfica.
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¿Quién se atrevería a ficharlos? Esta vez, le tocó el turno a Virgin Records, la compañía de Richard Branson. Con la banda firmada, lo primero que se hizo fue lanzar un sencillo que no dejara perder el ánimo del mercado punk. El 27 de mayo aparece God save the Queen . Nuevamente, la banda aparece en titulares y se vuelve la comidilla de la sociedad británica. Desde la BBC, pasando por las radios independientes, la canción fue censurada. Más problemas, pero más fama vinieron.
Un momento de impacto luego llegó. Justo en las celebraciones de los 25 años de la reina Isabel en el trono inglés, la banda alquila un bote y hace un recorrido tocando por el río Támesis. Como resultado, los Pistols son arrestados y las medidas de seguridad se hacen más fuertes. Entre la censura y el escándalo, el tiempo empieza a correr. Era el verano de 1977 y la fiebre punk estaba vigente. Ya habían sido publicados los discos de The Clash y The Ramones y se esperaba el de los Pistols.
La grabación si bien había comenzado en los primeros meses de ese año, eran intermitentes. Matlock participó en algunas partes; pero al no ser parte formal de la banda, era un músico de sesión. Vicious no daba la talla como bajista, pero había que mantenerlo. En los estudios no soportaban los desplantes de la banda y lo que comenzó siendo un proyecto de EMI; luego de A&M terminó efectivamente como una estocada final por parte de Virgin.
Su aparición fue una nueva controversia. El nombre escogido fue la punta de otro problema: Bollocks supone hablar de testículos, pero también de algo tonto. En las letras estaba presente la palabra cunt (vagina) y los insultos que en las letras se tenían, les valieron demandas por lenguaje obsceno. Pero pudo más la fuerza y el espíritu punk, que la ley y la censura.
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Al aparecer, el disco fue como un golpe en la cara a la escena. El punk era la rebeldía contra el sistema y su impacto fue tal, que el mismo sistema luego lo volvió producto. El debut de los Pistols fue también su despedida. Vinieron más presentaciones y la disolución en 1978. Rotten pasó a su nombre de nuevo, John Lydon y formó Public Image Limited. Y Sid Vicious murió por una sobredosis de heroína en febrero de 1979.
Reeditado en tres ocasiones, este disco es una necesaria referencia a la música del siglo veinte y a un estilo estético que se expandió por el mundo que aún hoy es una rebeldía o una parte del sistema. Su sonido quedó plasmado en doce canciones que suenan así:
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- Holidays in the Sun: Una detonante canción de tres minutos y 23 segundos en los que se habla las vacaciones y la paranoia.
- Bodies: Aquí se hace un reclamo fuerte acerca de lo que se convierte el cuerpo cuando termina sometido. Simples cuerpos inertes.
- No Feelings : Un riff poderoso abre la canción y en ella encontramos una referencia a la indiferencia, a la violencia que agota y deja todo sometido.
- Liar: Esta canción condena a la mentira y a todo lo que ella trae, como forma única de moverse en la sociedad. Llama a desenmascarar a los mentirosos.
- God Save the Queen: Una fuerte canción en la cual la reina es despedazada y tratada de ser no humano y se pide la salvación de ella.
- Problems: Nuevamente se hace una referencia a la condena humana de estar lleno de problemas, de situaciones complejas que pueden terminar por agobiar a cualquiera. Soledad, deudas, desempleo, todo en un solo lugar.
- Seventeen: En esta, la crítica es a la gente que usa la rebeldía como escudo de su edad. Pero que prefiere quedarse como un vago.
- Anarchy in the U.K: Una canción clásica del rock, una expresión total que habla de tomar todo y destruirlo.
- Submission: La canción más larga del disco con 4 minutos y 33 segundos, es una muestra de cómo la gente queda sometida a cosas como la televisión y el trabajo y no pueden escapar de él.
- Pretty Vacant: Una canción que parece heredada de The Stooges, la legendaria banda norteamericana, en la cual se hace referencia a la belleza banal, la que no aporta ni desafía nada, porque tampoco importa.
- New York: Una descripción de toda la miseria y escoria humana que puede existir en la “capital del mundo.”
- E.M.I : Con esta terminaron justamente para burlarse además de la primera compañía que los acogió. Una amenaza frente a las prácticas de la industria musical.
Never mind the Bollocks es un disco que ha sido vital para la música. Sus canciones han sido versionadas por artistas como Anthrax, Motörhead, Skid Rod, Fiskales AdHok, Lady Sovereign y otros. Un disco clave y necesario para un desafío que comenzaba a calentar motores así en junio de 1977:
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