Este miércoles 16 de mayo falleció uno de los pilares fundamentales del folclor, no solo pacífico, sino colombiano. Según declaraciones entregadas por Hayer Torres. el propio hijo del maestro de la marimba al periódico El País de Cali, Gualajo sufría de anemia mielodisplásica desde hace más de un año. Aunque venía siendo atendido por varios tratamientos médicos, esta pudo haber sido la causa de su fallecimiento.
Gualajo murió a sus 79 años en Cali. Su cuerpo está siendo velado en Funerales la Ermita y será llevado al Teatro Jorge Isaacs para que le sea rendido un último homenaje.
En el 2010, cuando el país estaba redescubriendo el boom de los nuevos sonidos del pacífico gracias al camino que estaba abriendo ChocQuibTown, el nombre de este músico de Guapí, Cauca, comenzó a emergir de manera recurrente. Mientras artistas y agrupaciones como el Grupo Bahía (su fundador, Hugo Candelario es uno de sus principales herederos), Esteban Copete o Herencia de Timbiquí comenzaban a figurar en el plano mayor de la música nacional, todos mencionaban a un hombre cuyos orígenes eran más cercanos a los de un mito, a una leyenda. La historia dice que en Guapi su papá construía este instrumento, y como no había dónde cortarle el cordón umbilical al recién nacido, lo pusieron sobre la misma madera que lo haría el más célebre marimbero de Colombia. Así como el papá de Michael Jackson llevó al pequeño Peter Pan al estrellato con los Jackson 5, a Gualajo, su papá lo hizo triunfar cunado formó con el resto de sus hijos el grupo La Marimba y Los Espíritus. Y así fue como este negro aprendió a conjurar este instrumento embrujado. Cuando Gualajo tocaba la marimba, la selva se estremece con su magia.
Así, entre mitos y un legado eminente, Gualajo fue ganando su reconocimiento entre las jóvenes generaciones y entre un universo sonoro global que estaba descubriendo ritmos como el currulao y el bullerengue. En el 2011 fue el comandante de un lujoso ensamble de marimbas que acompañó a ChocQuibTown para tocar en la tarima de los Premios Shock su éxito del momento, Calentura .
En el 2012 fue el ganador de un Premio Shock en la categoría Grabación del Año por ¿Quién será?: un disco que juntó a la selva y a la ciudad con currulaos, bambucos, bundes, jugas, abosaos, andareles y aguabajos plasmados con una pequeña dosis de voltaje urbano y en el que el marimbero se acompaña de talentosos músicos como el cantante, compositor y arreglista Ezequiel Sinisterra, el bajista Julio César Sánchez, el saxofonista Harlinson Lozano y como invitada, la cantautora Paola Andrea González. Esa noche, en el Palacio de los Deportes en Bogotá, dijo “con este premio, con el poder de toda la gente que está acompañándome y todos los que votaron, sé que estamos levantando la cabeza y descubriendo los saberes de Colombia. Me siento como un héroe”.
Los cientos de currulaos, bambucos, bundes, jugas, abosaos, andareles y aguabajos que compuso, muchos de ellos poemas tonales inspirados por los sonidos de la lluvia, los pájaros, las víboras y todo tipo de sensaciones que produce la selva, se han materializado en tres discos que grabó con su grupo después de décadas de carrera: Esto si es Verdás (2003 y reeditado en el 2010), El Pianista de la Selva (2008), ¿Quién Será? (2012) y La Familia Torres y La marimba de los espíritus (2013) .
La carrera de Gualajo fue reconocida con grandes galardones: en el 2007 la Embajada y el Ministerio de Cultura de Corea del Sur lo reconocieron como maestro del mundo en la interpretación de la marimba, en el 2008 fue coronado rey en el Primer Festival de la Marimba en Cali y ha sido premiado en varias ediciones del Festival Petronio Álvarez (templo de las ondas del pacífico), en el que incluso fue declarado fuera de concurso y se le rindió un homenaje en el 2009. El embrujo de su marimba ha hechizado, entre otros, los escenarios de los festivales Le Vigne y L’Imaginaire de Francia, el Teatro de la Ópera de Moscú y el reciente Encuentro de Marimberos del Mundo en México.
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Gualajo, guardia de la cultura de una nación africana en el corazón de colombia, visionario que en los 80 tocaba hasta salsa con marimba, curtido y curado de espantos, también habló de duendes, de secretos y de diablos de más de 500 años de tradición negra y atrajo un enjambre de jóvenes que siguen la pista de su inagotable producción. Mientras tanto, él, como un pez solitario y como decía en una de sus canciones, seguía “tranquilito no má”.
Una de sus últimas grabaciones se hizo junto a otro maestro recientemente fallecido, Magín Díaz, en el lujoso disco El orisha de la rosa , que convocó figuras eminentes del folclor. Gualajo, por supuesto, hizo parte de este volumen que ya se convierte en un clásico de la música nacional con esta canción:
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