30 años de 'Que me parta un rayo', el disco atemporal de Christina y Los Subterráneos

La española Christina Rosenvinge de ascendencia danesa tenía 28 años cuando se publicó el álbum Que me parta un rayo en 1992. Este disco es el primero de dos que salió al mercado bajo el nombre Christina y Los Subterráneos.

La cantante y compositora había estado en otros proyectos como Ella y los neumáticos, Magia Blanca y Álex & Christina, pero fue con Los Subterráneos (banda formada por músicos no fijos) que su carrera logró reconocimiento internacional.

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Que me parta un rayo es un larga duración de 10 canciones en la que se plasma la visión de una mujer en su adultez temprana, edad en la que se sigue teniendo diferentes visiones de vida. El disco cuenta con temas sobre amor, desamor, rebeldía y libertad, tópicos que no se escuchaban con facilidad en la radio y menos en la voz de una líder femenina.

En 2022 el disco cumplió 30 años de su publicación y sigue sintiéndose fresco a pesar de ser escrito en el contexto de los años noventa. Fue editado en formato cassette, vinilo y CD, además de tener una popularidad amplia en plataformas digitales.

// Instagram @ch_rosenvinge

El álbum es reconocido como uno de los más importantes del rock en español de principios de los noventa y, claramente, logró impactar la vida de varias generaciones que se sintieron identificados con las letras de los temas.

Hablamos con varias personas sobre los recuerdos que tienen sobre este disco, sus sencillos y las joyas ocultas que solo conocen aquellos que le dieron reproducir a todas las pistas.

Daniella Cura:
El disco salió cuando yo tenía tres años, o sea que de entrada es un álbum que conozco desde que tengo uso de razón. Recuerdo la primera vez que escuché 'Tu por mí' en Radio Tiempo Barranquilla, para mí fue curioso lo que sentí de escuchar una canción que irrumpía la programación porque a diferencia de lo que se escuchaba en la emisora no era dedicada al amor romántico sino al amor de una amiga. A mí me impactó.

Luego viene 'Voy en coche' y era ver una mujer rebelde que no encajaba dentro de los estereotipos del amor romántico sino que tenía otra visión y otra manera de vivir la feminidad. Desde pequeña tuve ganas de irme de Barranquilla y nunca volver como efectivamente pasó, esa canción me hablaba mucho directamente.

A los 9 empecé a componer y lo primero que escribí fue para una amiga porque uno también puede cantar sobre otras experiencias y otros tipos de amor distintos a lo que uno escuchaba. Eso se lo dije a Christina cuando la conocí y ella me dijo que 'Tú por mí' fue muy mal entendida porque muchos creían que era una historia de amor lésbico.

Ese disco me ha hablado en distintos momentos de mi vida y para mí la más importante es 'Tengo una pistola', hace muy poco estaba discutiendo con mi pareja y cuando uno no puede explicar bien lo que siente decide compartir música y le dije "escucha esta canción". Ese disco a mí me dio un lugar en el mundo.

Marceliano Castro:
Siento que es un álbum que lo más importante que tuvo fueron las liricas porque son canciones que le hablaban a una generación, no se sentían censuradas y súmale que eran cantadas por una mujer extranjera, hablando del caso visto desde Colombia.

Son letras de canciones que envejecieron bastante bien y todavía muchas de ellas le siguen hablando a nuevas generaciones: frustraciones frente a la vida, al amor, a lo que anhelamos y aspiramos. Son temas presentes en nosotros, además son buenas canciones con letras atemporales.

Andréa Pérez Martínez:
Cuando se lanzó ese disco era una niña, pero había algo que hacía que estuviera muy conectada con esa obra. Sonó mucho en la radio y a pesar de que no estaba masificada la compra de discos no todo el mundo tenía acceso a eso. La forma de acceder a esa cultura pop era la radio.

El álbum tiene referentes de amistad, de amor, de corazones rotos, de viajes sin los papás, así que creó escenarios alrededor de la vida de lo que me esperaría seguramente en la juventud, más los sonidos rockeros acompañados de la voz de mujer.

Fue un referente de chica rebelde, independiente, de aquella que quiere algo específico del amor y que sueña sobre sus rupturas. Años después entendía más esas canciones, la vería en conciertos. Su música me enseñó lo que iba a vivir, era como un spoiler de lo que iba a pasar.

Jairo Soto:
30 años después es muy distinto escucharlo ahora que cuando éramos niños o adolescentes porque escuchábamos las canciones y no se entendía mucho lo que pasaba. Ahora con el movimiento feminista dentro y fuera de la música o de la industria del entretenimiento, creo que uno entiende más de lo que hablaba Christina en las canciones.

Esa honestidad y lo crudo que mostraba en varias de sus interpretaciones, pasando de la melancolía al empoderamiento femenino a importarle poco lo que la gente piense y el no ser juzgada. Es de destacar que en los noventa muchas mujeres en los noventa se atrevieron a dar un paso adelante, a contar sus historias y lo más importante es que al otro lado había gente que se sentía identificado o identificada con el mensaje. Eso es algo que valoro mucho.

Manuel Serrano:
Fue la banda sonora de mi juventud. Recuerdo que mi amor platónico vivió enfrente de mi casa durante años. Por momentos hemos hablado alguna vez, pero nunca pasó nada y esta música hacía más llevadero todo.

Alma Díaz
Recuerdo escucharlo en bucle. Me evoca a recuerdos de adolescencia; amor del bueno, del incondicional, mirada cómplice con mi mejor amiga.

Gonzalo Nicuesa
Creo que crecí con él porque fue como pasar de la adolescencia a la juventud. Además descubrí que un artista podía cambiar y evolucionar para que esa evolución fuera para mejor. Aparte tengo recuerdos de ponérselo montones de veces a mí hermano mayor para escucharlo en el carro.

Nico Berlanga
El primer beso con mi traga del colegio fue oyendo este disco. Nunca se me va a olvidar. Además, mientras yo era un tímido de remate, ella parecía salida directo de 'Voy en coche' a ponerle fuego a las calles de Bogotá.

Jeanette Fredes
Tuve el cassette, de hecho aún lo tengo, las canciones me acompañaron en mis últimos años de colegio, estuvieron conmigo en muchas locuras y gracias a ese disco pude animarme a disfrutar un poco más de la vida. Además, al escucharlo recuerdo a mis amigos y amigas de la época escolar, a los que aún los considero amigos aún sin verlos hace muchos años.