Estamos en una época de rap vibrante, empecemos por ahí. Como si fuera un buffet, hay para todos los gustos. Te gusta el trap duro? Ten tu plato. Prefieres el trap&b y la melodía? Adelante. Te sientes experimental y quieres probar una receta conceptual? Se le tiene. Quieres saborear un álbum accesible con toques de autor? Bienvenido. Y así podríamos seguir.
Por Santiago Cembrano @scembrano
Hay escenas burbujeantes en Los Ángeles y Detroit. Atlanta es el epicentro de la corriente principal del rap contemporáneo. Texas hace lo suyo con un sonido tan grande como sus insectos. Si en el placer está la variedad, qué buena época para ser hincha del rap.
Dentro de esta amplia oferta de olores, sabores, colores y sonidos, Nueva York y el sonido de la Costa Este han tenido su propio renacimiento, uno que se puede rastrear hasta el Marcberg de Roc Marciano y el Grief Pedigree de Ka al inicio de la década pasada como pilares. Entre barras y bucles, la esencia neoyorquina está viva, fuerte y avanzando.
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Hoy, esta ola neoclasicista es un mar que recibe a decenas de ríos como afluentes. Uno de ellos es una evolución del rap que reduce el color noventero de RZA y Mobb Deep a sus mínimos componentes para experimentar desde ahí. Y esa es solo una parte de este panorama, que, en general, fluye bajo la tierra, lejano de los focos de la corriente principal.
Este fue un buen año para esta nueva ola. Shout out Planet Asia, Willie The Kid, Bruiser Brigade, Fly Anakin, YL, Lloyd Banks, Lord Jah-Monte Ogbon, Navy Blue, Sonnyjim, Big Ghost, Crimeapple, Wiki, Ugly Boy Modeling y tantos más que sacaron fuego en el 2021.
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Si les emociona alguno de estos álbumes que vienen a continuación, naden hasta las profundidades y sumérjanse para encontrar más tesoros. Acá solo van algunos de mis favoritos, pero la riqueza del panorama fue inmensa.
The Alchemist & Boldy James – Bo Jackson
Tras atrapar un relámpago en una botella con The Price of Tea in China (2020), Alchemist y Boldy James sabían que debían volver al estudio pronto y extender la racha. El resultado es Bo Jackson , un álbum en el que su química brilla.
En los pistos, Alchemist forja un collage de samples y emociones de peligro inminente ( Brickmile to Montana ), nostalgia de lo que añoramos y no está ( Diamond Dallas ), belleza polvorienta de un atardecer ( Turpentine ) y un ambiente lisérgico ( 3rd Person ).
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Estos ambientes sonoros son decorados con puntería minimalista por Boldy, junto con apariciones estelares de Benny The Butcher, Stove God Cooks, Roc Marciano, Earl Sweatshirt, Curren$y y Freddie Gibbs.
En su cuarto proyecto con el legendario productor angelino, el de Detroit comparte sus traumas de guerra, anhelos de gloria y memorias indelebles. Lo hace de forma realista, con su característico registro seco y casi desinteresado. Al y Boldy son estrellas en su deporte. Juntos, dominan las barras y los beats, como Bo Jackson lo hizo en el beisbol y el fútbol americano. Y la pregunta queda abierta: “Asking God, ‘If this was my last resort, how is that a sin?’”.
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Canciones recomendadas: Brickmile to Montana, Photographic Memories y Fake Flowers .
Evidence – Unlearning, Vol. 1
Tras más de dos décadas de rap, Evidence continúa su evolución. Pero no sigue una línea recta, es más complejo que eso. En su nuevo disco, el primero como solista en el que rompe la metáfora del clima, el veterano MC y productor de Venice Beach, California, reduce su quehacer a su esqueleto, para que no sobre nada.
Esta es su forma de aprender y de avanzar en su misión de crear arte que sea suyo y no emule el de nadie más. Desde la perspectiva de su paternidad y sus 45 años, Evidence esculpe raps maduros y bucles sonoros cortados con gusto exquisito.
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Como afirma en Talking to the audience , prefiere escuchar emociones reales con sonido deficiente. Por eso no teme expresar las dudas y los miedos que surgen de criar a su hijo Enzo solo, tras la muerte de su novia (“Delay the Issue”). Sin embargo, y ahí está parte de la riqueza de Unlearning , no es un disco lastimero: Evidence se divierte rapeando, te recuerda el alto nivel al que está (Talking to the audience ) e invita a nuevos colaboradores como Conway, Navy Blue y Fly Anakin para afilar su espada. Con ellos continúa (des)aprendiendo.
Canciones recomendadas: Pardon Me, All Money 1983 y Taylor Made Suit.
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Ignorancia Sofisticada & RLX – Kuntanawa
Los Kuntanawa aspiran tabaco molido, cenizas de fuego, para conectarse con los espíritus del bosque: así llega la fuerza. Ese es el marco cosmológico del proyecto colaborativo entre el productor paisa Ignorancia Sofisticada y el MC de madre colombiana nacido en Lawrence, Massachussets.
Las rimas de RLX iluminan, se siente la conexión con lo más profundo de su ser. Habla sobre su crecimiento personal y deja que su mente vuele. Y sus rapeos relajados y firmes a la vez evidencian su crecimiento como artista, uno que ofrece una mejora en cada trabajo.
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De cierta forma, Kuntanawa suena como un rito de paso en vivo y en directo, una entrada a su mente mientras esta alcanza el siguiente nivel. Se siente también la conexión con IS, que lo surte de fondos sublimes, como si la selva y el río se apoderaran de las máquinas y se expresaran en lenguaje rap.
Son pistas de calma, introspección y aventura que dicen lo que las palabras del rapero callan. Las colabos de Anyone y Sison de No Rules redondean un proyecto que inspira tanto como alimenta. Al final del rito, RLX renace como un talento innegable en el rap de hoy.
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Canciones recomendadas: Mambe, Dientes De Oro/Going To The Barrio, Psiquis .
Canciones recomendadas: Mambe, Dientes De Oro/Going To The Barrio, Psiquis .
Ka – A Martyr’s Reward
En I Need All That , la segunda canción de su sexto álbum como solista, Ka pide que le devuelvan todo lo que les han quitado a los suyos: su cultura, su música, su aspecto. Todo. Esa es la mentalidad que permea todo el nuevo álbum del veterano rapero de Brownsville, como un levantamiento ante el sufrimiento. La recompensa que al fin llega para el mártir, precisamente. Sus beats lóbregos y emocionales, están hechos a la medida de sus rapeos: parcos, densos, mitad sabiduría callejera, mitad versículos míticos de libros ancestrales.
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Si la neblina o una lágrima sonaran, Ka, un profeta, rapearía sobre ellas. Recuerda su juventud y lamenta que se la hayan robado ( Peace Peace Peace ). Analiza la violencia policial, y su resistencia frente a ella, con la destreza del lenguaje que pocos tienen: “Cops got us under a microscope, to make sure we see cells/Know my first vitamin was iron, but I just wanted to beat 12”. Y, frente a sus discos anteriores, habla con mayor claridad en lo que puede ser uno de sus trabajos más accesibles. Acepta que sobre él cae la responsabilidad de contar su verdad, y eso es lo que hace.
Canciones recomendadas: I Need All That, We Living/Martyr, Having Nothing.
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Mach-Hommy -
Pray For Haiti
Es un ícono. Busca una gabardina de pitón. Rapea más lento, á la 50 Cent, para que lo entiendan. Westside Gunn le dijo que jodiera los rankings del rap. Todo esto lo dice Mach-Hommy en The 26th Letter , la apertura de Pray For Haiti : entra con esa mentalidad. Y cuando acaba, demuestra que es uno de los mejores raperos vivos del momento, y de la era. WSG, productor ejecutivo del álbum, eligió los mejores tapices de productores como Nicholas Craven (el soul hermoso de Kriminel ), Camoflauge Monk (boom-bap místico en Murder Czn ) y Sadhu Gold (el trance oscuro de Pen Rale ) para que los colores de Hommy fulguraran.
Esto es rap avant-garde, exquisito y sucio al mismo tiempo. Acá, Mach-Hommy es maestro de los punchlines y de los flows y cuando canta o introduce su creole haitiano el universo se expande. Su escritura es a la vez obscura, como si hubiera salido de una iglesia abandonada, y obviamente maravillosa cuando impacta con fuerza, como si los cielos se abrieran y te señalaran. Pray For Haiti suena como un encantamiento tras otro: lo escuchas y no hay forma de que no haya magia oscura caribeña y legendaria detrás de esas frases.
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Canciones recomendadas: The 26th Letter, Kriminel, Pen Rale.
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Nicholas Craven & Tha God Fahim – Dump Gawd: Shot Clock’s King
Viejas baladas del alma son cortadas con cuidado y precisión. Ciencia y conocimiento son rapeados. La fórmula suena sencilla, pero resulta tan bella cuando se hace bien.
Hay un aura especial alrededor de este proyecto colaborativo entre el productor Nicholas Craven (Montreal, Canadá) y el prolífico rapero Tha God Fahim (Atlanta), como si le cayera esa luz dorada de las 5 PM que hace que todo se vea más bello. Es una nostalgia melódica, añejos samples de R&B y soul, la que suena. Sobre ella Fahim fluye estilo libre, con la determinación de usar su vida y su micrófono al máximo ( Wit out a Question ).
Buena parte de sus letras son rapeos sobre el rap y metáforas que lo exaltan mientras denuestan a su competición, con una dosis certera de motivación. El contraste con la emotividad que evocan los samples de Craven es un cóctel delicioso. Ejemplo perfecto es Lost His Way , en colaboración con Your Old Droog: ese sample vocal angelical eleva el discurso de resiliencia y firmeza militar de Fahim. Sobre todo, argumenta, no son solo rapeos, son palabras místicas. Con razón hay una fuerza especial que llega cada vez que le doy play a este trabajo.
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Canciones recomendadas: Dear Friend, Lost His Way, Wit out a Question.
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Peter Rosenberg –
Real Late
Más de un periodista de rap ha sido desacreditado porque no tiene discos: ¿cómo habla de algo que no ha hecho? El comentario es estúpido, como si para criticar al Presidente hubiera que ser político, pero, en todo caso, ya no aplica para Peter Rosenberg. La personalidad de radio curó con buen gusto este álbum, que captura el sonido actual del rap de Nueva York. De la mano de Mark Rosado, de Top Shelf Premium, Rosenberg logró juntes que mezclan los fundamentos con los avances nuevos, y el resultado es fabuloso. Piensa en “Snakes Eyes”, en el que la bravata de Ghostface Killah se encuentra con el lenguaje visual de Crimeapple sobre un beat de Disco Vietnam. Method Man y Willie The Kid encajan bien sobre un beat de Graymatter. En fin. Más que una unidad temática, lo que cohesiona al disco es un panorama sonoro multicolor que muestra cómo hacer rap contemporáneo sin perder la esencia. Sobre ese lienzo, escritores supremos como Roc Marci o Stove God Cooks solo tienen que entrar y hacer lo suyo para que el disco funcione como un buen álbum familiar de una parte importante de la escena actual.
Canciones recomendadas: Hallways, Mind Over Matter, Snake Eyes.
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Rome Streetz & Ransom –
Coupe De Grace
Reconocido por recorrer las calles y moverse por todos lados, Rome Streetz, neoyorquino nacido en Londres, venía desde hace un par de años abriéndose paso en el rap con su registro agudo y sus rimas callejeras. En 2021, con cuatro álbumes a su nombre y rimas estelares en Hitler Wears Hermes 8 de Westside Gunn, consolidó su estrella.
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Del otro lado estaba Ransom, veterano de New Jersey que encontró un nuevo aire en la ola contemporánea y que, con ponches sin fin como un ring de boxeo, se ha ganado el respeto del rap como un escritor de alto nivel.
Si los juntas y dejas que rimen sobre beats serios, ¿qué va a salir mal? Esto es lo que pasa en Coupe De Grace , un atentado lírico, como si un rifle y un fusil descargaron todo su plomo en los pobres raperos desprevenidos que dudan de ellos: las rimas tienen la madurez de los que han vivido lo suficiente para hablar sobre la vida y mantienen el hambre que los hizo rapear cuando eran infantes. Uno con voz grave y otro con registro agudo, eso no falla desde Raekwon y Ghostface Killah. Un disco como este es, ha sido y será el rap.
Canciones recomendadas: Claudine, Pray For The Weak, Bandoleros.
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Westside Gunn –
Hitler Wears Hermes 8
Denle ya la medalla como el mejor productor ejecutivo del rap. En la nueva entrada de su serie, que viene de la combinación entre lo refinado y lo violento como cuando el diablo viste de Prada, Westside Gunn rapea bien: su registro nasal y agudo es el vehículo de imágenes de lujo yuxtapuestas con violencia gráfica, como si la sangre se regara sobre tus Balenciaga.
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Pero la razón por la que Hitler Wears Hermes 8 es un discazo surge cuando hace silencio y les cede el micrófono a sus invitados. Cuanto más la rompen ellos, más se agranda él. Rome Streetz y Stove God Cooks son las súper estrellas y todos los demás están a la altura del reto.
¿Cómo Westside Gunn mantiene su concepto constante y, aun así, cada disco sorprende? Quizás es porque los beats, en este caso provenientes de las bóvedas de The Heartbreakers (Camoflauge Monk, Denny LaFlare y Conductor Williams) y otros astros son como la nueva colección de Prada, siempre elegantes y listos para el tiroteo de las barras. Tal vez sea porque Mach-Hommy, Lil’ Wayne y demás suben su juego si WSG convoca. A lo mejor es porque el Flygod es el midas del rap.
Canciones recomendadas: Mariota, Draymond, Hell on Earth, Pt. 2.
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Your Old Droog –
Space Bar
Entra un maestro ucraniano-neoyorquino de los punchlines a una cantina. Seguro que Your Old Droog sabría rematar este chiste, o se burlaría de mí por intentarlo. El punto es que su nuevo disco gira alrededor de un concepto difuso sobre alcohol en una dimensión interestelar.
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La búsqueda estética y el rap de competencia se alimentan entre sí y hacen de la propuesta de Droog una a la que se puede volver una y otra vez, para captar nuevos huevos de pascua. Él lo resume mejor en Cosmonaut : “YOD is the best, lest you forget, we all writers / Make beautiful art but deep down at heart we bar fighters”.
Luego viene una línea que encapsula su habilidad cómica, manejo de las pausas e ingenio para elegir la referencia cultural perfecta: “I’m the rap Dame Lillard. You the Rap Dame Lillard”. Toda esta majestuosidad que amplía las posibilidades de la lengua sucede mientras los beats se acercan a las guitarras rockeras (“Yuri”), una dimensión andina (“White Russian”) y las baterías pesadas de siempre (“Meteor Man”). Su enfoque es ortodoxo en la escritura, pero lo que lo separa del resto es cómo empuja el empaque cada vez más lejos.
Canciones recomendadas: Cosmonaut, Bloody Mary y Blue Hawaiian .
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