Karly Marina Loaiza nació bajo el signo de cáncer y estrenó, en temporada piscis, el primero de los dos álbumes que tiene previstos para 2023 : Red Moon in Venus . Ya que el título nos habla de su creciente interés en la astrología, la usamos como mapa para reseñarlo mientras nos preparamos para la presentación de Kali Uchis en el Festival Estéreo Picnic .
Sobre los eclipses y el ascenso de una diva ineclipsable
Lo primero que hay que saber es que una luna roja es un eclipse total de luna llena, y que este es un fenómeno astronómico casi milagroso, como la carrera de Kali .
No hay evidencia de que eclipses de este tipo sucedan en planetas diferentes a la tierra: el azar, la relación geométrica que tenemos con la luna, el sol, y las distancias respecto a ambos hace que, aunque esos astros sean de tamaños muy distintos, se vean casi exactamente del mismo tamaño en nuestro cielo. Por eso generan la ilusión de cubrirse mutuamente a la perfección si la luna interrumpe en el punto correcto la línea entre nuestro hogar y nuestra estrella más cercana.
Así la suerte le sonrió a Kali cuando Drunken Babble (2012), el mixtape que compuso, interpretó y produjo a los 19 años, recién echada de casa de sus padres en Virginia, EE.UU., llegó a los oídos de gigantes como Snoop Dogg .
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Aunque ese y otros de sus proyectos no están en plataformas diferentes a YouTube o Soundcloud, el éxito que han logrado sus EPs — Por Vida (2015) y TO FEEL ALIVE (2020) —, discos — Isolation (2018) y sin miedo (del amor y otros demonios) (2020)— y colaboraciones con estrellas como Tyler the Creator, Gorillaz o KAYTRANADA se ha traducido en que hace ya mucho se hizo estrella mundial.
La luna roja del deseo
Después de los ritmos explorados en sin miedo (del amor y otros demonios) este álbum es lo contrario a lo esperado. No es en español ni tiene cortes fiesteros en el sentido perreable de la palabra.
La luna roja de la que habla es la del vestido rojo de la portada de Isolation . Y así, como en las canciones de esa época, son los bajos y sintetizadores de esta ocasión: gruesos, espaciales y ochenteros.
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La interpretación vocal de Kali está en su mejor momento, y deja ver un abanico de referentes de su niñez, cuando escuchaba la radio gringa y su papá le regalaba discos que los inquilinos del edificio que cuidaba dejaban atrás al mudarse: de divas bling como Brandy viene su casi-rapeo despreocupado; de prodigias como Sade viene el canto que equilibra ternura y sensualidad con la tensión de quien camina la cuerda floja.
Los eclipses, como el descrito por el título, tienen efectos sobre nosotros según la astrología. En palabras de Kali, “las lunas de sangre pueden mandar tus emociones a volar” .
Se cree que el abrazo de nuestras dos fuentes de luz natural es tan poderoso y raro que el ambiente que genera aumenta la claridad sobre nuestro inconsciente, y por eso nuestros deseos y motivaciones más profundas quedan al descubierto .
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La luna hace referencia simbólica a lo cíclico-emocional, mientras que Venus se refiere a la belleza y el erotismo. Ambos son esenciales para la construcción de las ideas sobre “lo femenino” y sobre el amor: una habla sobre su carácter emocional-interno y el otro de la manera en que ese carácter aparece y se proyecta ante otros .
Ese es el juego de los temas de las canciones del disco, que mantienen una misma línea estética y juegan entre sí, como contestándole la una a la otra.
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Los astros de
Red Moon in Venus
Basándonos en el diagrama del cielo sobre Santa Monica, California —ubicación de su disquera, Geffen Records— a la media noche del 3 de marzo del 2023, cuando se publicó Red Moon in Venus, veremos que las canciones del álbum se pueden dividir en tres aspectos astrológicos clave:
1. El deseo como llamado: conjunción Venus-Júpiter en Aries, casa V
Un primer grupo de canciones habla del disfrute de generar y experimentar el amor, la tensión y el sexo.
“Love Between…” reinterpreta el coro de “Love… Can Be So Wonderful” (1972) de The Tempress. La letra cambia de “love between a boy and a girl” por “love between two human beings”, Kali es abiertamente bisexual. Quizás sea la canción más simple y aburrida del disco, pero muestra el amor al amor mismo y a sus posibilidades sin complicaciones .
“Endlessly”, por el contrario, es el corte más filoso y eléctrico. Fue producido por Rodney “Darkchild” Jerkins, mente maestra del R&B que ha estado tras varios de los últimos sencillos de Michael Jackson y ha sido determinante para el pop de este milenio por su trabajo con Justin Bieber, Destiny’s Child o Lady Gaga.
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Sus bajos hacen sentir que el piso se arrastra bajo tus pies para que caigas en una cama, como justo antes de que quien te acelera el corazón se siente sobre tu cadera con los ojos clavados en los tuyos y el labio inferior ligeramente mordido.
Allí y en “All Mine”, un R&B clásico, Kali explora el orgullo que viene de la correspondencia cuando se está en pareja. Cada vez que te veo sonreír pienso en que es por mí, y todos los que quieran contigo se jodieron porque eres toda o todo mío.
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Las caras inversas están en “Not Too Late (interlude)” y “Hasta Cuando”. Este último es uno de varios tracks de Kali —como “telepatía”, “te pongo mal (préndelo)” y “Como Te Quiero Yo”— que han sido producidos por Manuel Lara y Albert Hype, cerebros detrás de algunas exploraciones synthpop de estrellas como Bad Bunny y Rauw Alejandro.
Con ellas habla de un problema que no tiene por su entrega al amor: el odio irracional y obsesivo contra ella, que es solo amor reprimido, que puede florecer si se le da la oportunidad; pero si la pierdes, más te vale dejar de joder y rápido.
Finalmente, “Fantasy” le permite a Kali y a su novio, el rapero Don Toliver, jugar con la idea de decirse mutuamente que son la encarnación del deseo del otro con todo y errores del pasado, y explicarse cómo comunicar efectivamente su mutua devoción.
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2. Lo que necesita el corazón no es lo mismo que quiere: Oposición Luna en Cáncer, casa VIII-Plutón en Capricornio, casa II
Detrás del instrumental de “Moral Conscience” podría estar la producción de Kevin Parker —Tame Impala—. Y aunque no es así, el soul psicodélico, que hace pensar en un estadio lleno y alumbrado con lasers, nos muestra que Red Moon In Venus es el disco más electrónico de la pereirana a la fecha. Como en una carta a un ex, de esas que se queman para dejar ir y no sentirse vulnerable, Kali habla del amor romántico y sus ansiedades como evolución y reflejo del amor recibido en la infancia. Pero también del amor en general visto como espacio en el cual el karma se pone en juego. Y encima de ser el tema más sintético, hay que quitarse el sombrero ante los falsettos.
No todos los problemas de pareja son pasajeros, como cuenta el soul de “Blue”, el tema más triste del disco. Es especialmente el caso de aquellos que surgen de la idealización del otro, de la proyección y la creación de expectativas que nos alejan de quien queremos por quien es.
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“Worth the Wait”, con Omar Apollo, retoma el tema de tenerse ganas. Pero justo cuando todo parece ir en la dirección de la entrega decidida de las canciones anteriores, Apollo repite el refrán del coro (“are you still down?”, es decir “¿aún copeas?”) y Uchis responde con un verso lleno de peros, de dudas sobre si es solo sexo a secas y fue ella las que se imaginó el sentimiento, e incluso identificando en quien quiere seducirla algunas de las cosas que la llevaron a vivir en una familia rota.
Por su parte, “Moonlight” y “I Wish you Roses” son agradecimiento puro. En vez de la decepción ya contada, el aspecto astrológico se vuelve positivo cuando la luz de la luna ilumina la realidad y permite que Kali se sienta bien consigo misma, con su pareja y el trato amoroso que le da. Es con esa paz con la que abre el disco: aquella que permite agradecer y desear lo mejor para el camino entendiendo que es mejor dejar ir aquello que no ha llenado nuestras necesidades.
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3. Un puente entre el miedo al compromiso y la entrega: Trígono entre Lilith en Leo, casa IX, Nodo norte en Tauro, casa 5 y Nodo sur en escorpio, casa XI
Las cartas natales no incluyen tradicionalmente a Lilith —la luna negra en la parte superior del gráfico—, por no tratarse de un astro sino del punto más lejano a la tierra de la órbita lunar. Pero en el caso de Red Moon in Venus es clave por el valor que le ha dado la astrología feminista: su ubicación representa la cercanía con la magia y con el deseo femenino liberado y puesto en función de la rebeldía respecto a los roles de género patriarcales.
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La canción “Deserve Me”, con Summer Walker, que estaba escrita desde 2019, muestra uno de dos ejemplos para hacerlo. Tras dejarse sentir el dolor en “Blue”, dos amigas se replantean sus expectativas de pareja y desechan las ideas de la devoción y el amor incondicional, pues los problemas que han atravesado les han permitido entender que son características del amor idealizado.
La otra opción es la actitud de “Como Te Quiero Yo” y “Happy Now”, que todos hemos tenido o querido tener alguna vez: la de entender los problemas como pasajeros si se está con la persona correcta, y propiciar soluciones que permitan volver al goce.
Sobre este último tema, Kali reveló en Twitter Spaces que esta canción iba a incluir un verso de Steve Lacy, otro de sus colaboradores frecuentes. Lastimosamente, problemas de agenda y burocracia discográfica terminaron forzándola a publicarla de forma solista.
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Como un todo, Red Moon in Venus hace una apuesta sonora arriesgada pero fructífera, y su escucha es parchadísima y muy sexy. Puede que haya a quienes les aburra que sea un disco con menos colores que los Isolation y Sin miedo , pero la cohesión sonora que presenta este tercer álbum es un mérito más que una debilidad: sirve como una vuelta victoriosa al sonido que la hizo brillar por primera vez en EE.UU., pero desde una aproximación más enfocada, de mayor presupuesto y que rinde tributo a las y los artistas que sirvieron de estrella en noches más oscuras.
Los eclipses son momentos en los que todos se detienen a mirar asombrados. Es un gusto permitirse apreciar las maneras exhaustivas en las que este disco se propone pensar en el amor y el deseo, y luego transmitirlo enfocándose sobre todo en hablar a través de lo que la interpretación provoca en el cuerpo de quien escucha.
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La luna roja y su venus invitan a la devoción y a exigirla en aquellos a quienes somos devotos; a entender la sexualidad no sólo como “deseo animal” sino como el resultado emocional de nuestra historia y un espacio sobre el cual reescribirla y curarla.