El Festival Estéreo Picnic lleva más de 10 años en la escena local y desde su primera edición ha sido un espacio que apoya la diversidad siendo un espacio amigable para todos sus asistentes. Especialmente este año la representación LGBTIQ+ estuvo más vigente que nunca con los shows en tarima, el público y la participación de muchos/muchas drag queens que desfilaron por todo el campo de golf.
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En todo el centro del lugar, justo en el corazón de Briceño 18, había una bandera gigante del orgullo y la diversidad que arropa a las comunidades negras, indigenas y LGBTIQ+ que históricamente han sido señaladas y discriminadas por la sociedad, pero que han luchado para llevar con dignidad sus identidades.
La música pop siempre ha sido aliada de la diversidad y eso quedó claro en las tarimas principales con shows como los de Doja Cat, Ashnikko o Marina en la que el público ondeaba sus banderas arcoíris.
También hay que hablar y decir en altavoz que Pabllo Vittar se coronó como la madre de las drag queen colombianas con su show en el escenario Páramo, un performance en el que nunca faltó el baile y los gritos para celebrar la vida de las personas que tienen el "amor es amor" como filósofia de vida.
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Javiera Mena, representante de la L en LGBTIQ+, nos sumergió en una fantasía pop ochentera con sonidos y estética retro que es apreciada fuertemente por el público. Para ella el ser lesbiana es su forma de hacer activismo frente a la sociedad.
El paisa Pavlo también gritó fuerte por los gais y el resto de los integrantes de la comunidad. Su show fue dedicado a la libertad, el amor libre y la caida de los prejuicios que tanto afectan a la humanidad. En la pantalla gigante del escenario brillaron los colores de la bandera LGBTIQ+.
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Este año, por primera vez y seguramente no última, se instaló el 'Baño para todes', una iniciativa de inclusión y equidad que celebró la diversidad de la que hemos hablado en este artículo.
Por último un gran GRAN aplauso para el brillos de las y los drag queens que estuvieron en todos los rincones del Festival mostrando su arte y representando con fuerza a todos los que han apoyado esa rama de la cultura LGBTIQ donde el performance es vital. Queda más que claro que Drag Queen es sinónimo de cultura pop.
¡La diversidad nos une!