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Nicolas Jaar, lo que la gente se perdió por andar viendo a Jack Ü

Fotos: David Schwarz (@Davidmschwarz), Alejandra Mar (@alejandra.mar) y Daniel Álvarez (@daniel.alvarez9)

En una esquina, el cénit de la electrónica comercial actual: Jack Ü, dueto compuesto por Diplo y Skrillex, poderoso y endemoniado, puro tas tas tas. En la otra, el chileno-neoyorquino Nicolas Jaar, representante de una faceta totalmente opuesta de las tornamesas: una más oscura, caprichosa, autónoma y alejada de los caprichos de lo comercial. Muchos de los que escogieron esta segunda opción de cierre de festival aún tenían en la cabeza la épica fiesta que Jaar lideró hace algunos años en el Espacio Odeon, pero se sorprendieron al ver que el set arrancó sin concesiones, fuerte, casi que acercándose a lo experimental y el arte sonoro (no en vano, los discos de estudio de Jaar se mueven en esta tónica), pero que poco a poco fue aterrizando a ondas más bailables. 

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