La música de nuestros ancestros se apoderó del auditorio de la Fundación Gilberto Alzate este 20 de enero y nos llevó a un viaje de conocimiento con la historia de Inaya , un grupo indígena tucán oriental de San José del Guaviare, quienes a través de su baile y rituales nos mostraron la lucha por evitar el olvido de las raíces . Así arrancó el quinto día del festival.
Tras perdernos en el baile de nuestros indígenas llegó el momento de deleitar los oídos con la bogotana Urbi Barco quien entre flautas, percusiones, voces y guitarras cautivó al público . Su voz y las historias de cada canción fueron la forma perfecta para darle paso a la grande de grandes: la mexicana Martha Toledo quien transportó a los asistentes a la cultura de Tehuantepec , interpretando temas como La Sandunga, Naela, Berelele, La martiniana, La Llorona y, por supuesto, la infaltable y tradicional Canción Mixteca . En este último tema estuvo acompañada en los coros por los emocionados espectadores que ovacionaron la tremenda voz de esta mujer.
A las ocho de la noche las gemelas bogotanas de Las Añez nos hicieron reír, bailar, y tararear al son de su folclor, voces impecables y una sincronía perfecta de elementos e instrumentos. Paito y sus mezclas de folclor, gaita, hip hop y jazz, hicieron parar al publico de las sillas y moverse al ritmo de cada una de las notas , y nos hizo entender el verdadero significado del día world music. Sin lugar a cerraron con broche de oro el día en el festival.
Fotos: Alejandra Mar
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