El 3 de mayo, La Casa del Teatro Nacional estrenó 'El Cadáver de Pensarte', una obra de ficción contemporánea protagonizada por Camila Valenzuela, quien expone una conversación con Manuelita Sáenz, una mujer que es un ejemplo para las generaciones actuales. El monólogo es dirigido por William Guevara.
La obra es una adaptación para teatro del libro 'El cadáver de pensarte' de Pablo Velásquez Urzola sobre la vida de Manuela Sáenz, un reconocimiento a sus alegrías y tristezas, a la pasión y lucha de una mujer independentista avanzada para su época.
Sinopsis de la obra
La actriz Camila Valenzuela nos narra el misterioso encuentro que tuvo una noche de viernes con Manuela Sáenz de Vergara y Aizpuru, en el apartamento de Pablo Velásquez, en pleno Chapinero. En esta sorpresiva cita, la mujer rebelde, la independentista, la enamorada, la olvidada, con nostalgia le cuenta pasajes fundamentales de su vida, que dan fe de su pasión y lucha por la libertad de una región, que vivió defendiendo a través de los ideales bolivarianos, a pesar de su compleja relación con el amor de su vida… y su muerte: Simón.
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Es una adaptación escrita a través de un encuentro de la mujer independentista con una joven en la actualidad, con el propósito de acercar hechos históricos a los espectadores actuales.
¿Quién fue Manuelita Sáenz?
Manuela Sáenz de Vergara y Aizpuru, nacida en Quito en 1797, fue una figura crucial en las luchas por la independencia de América del Sur. Conocida como "La Libertadora del Libertador", su relación con Simón Bolívar y su activismo político la convirtieron en un ícono de la resistencia contra el dominio español.
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Desde temprana edad, Manuela demostró un espíritu rebelde e inconformista. Su inteligencia la llevó a desafiar las normas sociales de la época, convirtiéndola en una mujer admirada y temida a partes iguales.
En 1822, su vida se entrelazó con la de Simón Bolívar, con quien forjó una profunda conexión que trascendía lo romántico.Juntos, Manuela y Bolívar recorrieron los caminos de la Gran Colombia, donde Manuela se destacó por su astucia política, su valentía en el campo de batalla y su ferviente apoyo a la causa independentista.
Participó activamente en la Batalla de Junín, donde alcanzó el grado de Coronel, y en la conspiración Septembrina, donde salvó la vida de Bolívar. Tras la independencia, Manuela y Bolívar se exiliaron en Perú, donde su relación se vio envuelta en la turbulenta política postcolonial. A pesar de las dificultades, Manuela nunca dejó de defender los ideales de libertad e igualdad que habían inspirado su lucha.
Murió en Paita, Perú, en 1856. Su figura representa la valentía, la inteligencia y la pasión de las mujeres que participaron en las guerras de independencia de América Latina.
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Pueden encontrar las boletas y la programación en la página web
de La Casa del Teatro Nacional.