A Juan Gordon, Soul AM y Ruzto Manglar les enseñó que la vida está llena de historias, que se están destruyendo el mundo y sus recursos naturales, que es hora de cambiar. Una charla alrededor de uno de los que, casi que sin quererlo, se convirtió en uno de los más ambiciosos proyectos del rap colombiano.
Por Santiago Cembrano | @scembrano
Un manglar es un bosque acuático, que se encuentra cerca de la desembocadura del agua dulce en el agua salada. De gran diversidad biológica, es la casa de aves, peces, crustáceos y moluscos. Articula la vida: las raíces de los árboles son como nervios que conectan y alimentan a su entorno.
Articula la música también: Manglar es el nuevo álbum del productor de Medellín Soul AM y el rapero bogotano Ruzto, así como el corto que el cineasta bogotano Juan Gordon grabó en Necoclí —en el Urabá antioqueño— con los dos artistas y actores naturales necoclicenses . Para hacer Manglar , representaron situaciones de su vida a través de analogías enraizadas en el manglar. Cuando lo visitaron, entendieron que sus realidades, aunque distintas, tenían muchos puntos en común.
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El junte de Ruzto y Soul AM lo hizo Felipe Vallejo, de la agregadora musical ONErpm, a la que ambos pertenecen. Ellos siguieron su llamado a trabajar juntos, aunque no se conocían más allá de haber escuchado lo que hacía el otro.
Una semana después, ya estaban trabajando en lo que sería Manglar . Soul AM describe el proceso como eficaz, gracias a la imparcialidad, profesionalismo y amor por el arte de Ruzto, lo que potenció su conexión.
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Desde distintas orillas, tanto Ruzto y Soul AM llevan ya varios años forjando su camino en la música. Soul AM ha publicado Motel AM (2013) con Al Baro y Cine Negro (2014) con N. Hardem. En 2017 lanzó su álbum instrumental Jazz Affair , publicado por Excursion Records, al que le siguió AM Life (2019). Por su parte, Ruzto es uno de los máximos exponentes del rap bogotano incluso solo por lo que hizo con Aerophon, grupo fundamental de la historia de este siglo del hip hop capitalino. Como solista, además de varios beat-tapes, tiene cuatro álbumes: El Ego y Yo (2014), Conservas (2016), Efecto Espectador (2017) y Bombo & Sal (2019).
Las instrumentales de Manglar se distancian de la música más reciente de Soul AM, como sus álbumes llenos de jazz y sus ritmos de trap para el grupo de Medellín Doble Porción en 2018. Las pistas de este álbum tienen texturas de jungla, se siente el agua corriendo entre ellas, como si fuera la humedad tropical dejándose sentir en los ritmos caribeños y los compases que rompen el 4/4.
“Musicalmente, no me gusta estar en la zona de confort. Escucho música todo el día, y también la estudio. Es mi vida y creo que eso mismo me abre puertas para poder explorar otro tipo de sonidos y entenderla de otra manera”, explica. Aunque le encanta el rap, dice, lo acompañan más el jazz y su amor por el funk. Por eso no le pone etiquetas a su música, sino que busca generar sensaciones con cada proyecto. No elige un rumbo determinado ni ciertos acordes o progresiones: según él, deja que el proceso fluya sin imponerle fórmulas repetitivas. Y sobre todo, resalta que deja que los procesos tomen el tiempo que necesitan: Manglar no se hizo de la noche a la mañana.
Soul AM puso los beats y Ruzto acabó de crear el universo de Manglar . Sus letras sencillas, aunque agudas, más su interpretación con inflexiones melódicas le dan forma y sentido al universo del disco. En Pescador , por ejemplo, se encuentra una analogía entre la música y la venta de pescado, que es a la vez un llamado a buscar la esencia más allá de las ilusiones de los colores brillantes. Algo en el sample le recordó a Ruzto la época en que acompañaba a su papá a la plaza de mercado.
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“Hoy en día la gente está enferma por la atención, solo veo que quieren figurar y por eso abandonan cosas que van más allá, esto es un llamado a todos esos bocachicos disfrazados de bacalaos del otro lado”, dice Ruzto.
Luego, Toque de Queda evalúa la vida que le quedará a las generaciones que vienen, una reflexión pertinente en medio de una pandemia, y más aún desde la perspectiva del manglar y demás ecosistemas afectados por la debacle climática que aumenta cada día.
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Esta canción Ruzto la escribió durante el paro nacional de 2019, cuando se vio envuelto en situaciones de abuso policial, atropello y violencia. “Al llegar a casa pude ver cómo los medios mediante la manipulación modifican la realidad, y esto fue la gota que rebasó el vaso. De una me metí al estudio a escribir. Justo Soul había mandado el beat y cuando comenzó sentí que las sirenas sonaban y desde ahí todo fluyó”.
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Así, mientras Manglar avanza, Ruzto aclara su lugar en el panorama del rap colombiano. En Luthier explica que mientras todos quieren tocar el solo de guitarra, él asume el papel de lutier. “Disfruto el proceso, conocerlo y crearlo, aunque no es fácil y requiere de más tiempo. Sin embargo, me ha permitido entender que esos procesos invisibles son invaluables y que a veces solo se muestra la cara y el nombre finales, pero abajo hay un montón de procesos sosteniendo la vuelta”. Él, pues, crea los beats, graba, mezcla y mete mano en donde puede desde el estudio hasta la tarima.
Y desde esa posición, en Ja Ja Ja llama a construir aprovechando las manos. Esta canción no solo despide el disco sino que es un dardo contundente que llama a alejarse de peleas infantiles en redes sociales y construir en conjunto desde el arte y el respeto, no solo apoyando lo que hacen los amigos. “La responsabilidad es con los que vienen y los que se libran de esos prejuicios. Quiero construir en pro del arte y si los asustó Manglar , con lo que viene seguro me sacaran del rap colombiano. Igual seguiré escribiendo y apoyando, si eso llega a pasar, desde las gradas. Estamos haciendo música”.
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Cuando ya tenían listo el disco, Ruzto y Soul coincidieron en que el universo visual debía extenderse más allá de un videoclip. Por eso convocaron a Juan Gordon, que dirige comerciales y documentales mientras prepara su próximo largometraje de autor . Él les propuso hacer un cortometraje basado en las emociones que el disco evocara en él. “Lo escuché por dos o tres semanas. Luego me senté a escribir sobre una población que no conocía: investigué sobre Necoclí, su pasado, su presente, sus actividades económicas. El resultado fue un guion que tenía humanidad, sin pretensiones, sin precedentes y con mucho amor”, plantea.
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Soul y Ruzto aceptaron el guion, y Gordon hizo una salvedad: quizás este no se iba a cumplir al pie de la letra porque iban a un lugar que no conocían con actores que no conocían. Se encontraron en Medellín y arrancaron para Necoclí. Luego de doce horas de viaje, llegaron.
Poco después, a las 4 AM, estaban en una canoa rodeados de manglar. A las 12 PM recorrieron las calles en bicicleta. A las 11 PM estuvieron en una rueda de bullerengue en la plaza central. Hubo tambores y pesca. Se enfermaron y se recuperaron, al igual que la cámara que se dañó y la arreglaron. “El resultado fue un proyecto robusto que no espera la aprobación de nadie, hecho por tres personas que confían en lo que hacen y que con ayuda de amigos se lanzaron al vacío siguiendo sus instintos con el ánimo de compartirlo con todo el mundo ”, afirma Gordon.
Aunque hay momentos de contemplación frente a los errores cometidos, Manglar también trae claridad frente a la vida, al propósito y dirección de esta. Esto es claro en Skyline , que en el corto es ambientada frente al mar, mirando al horizonte, con los pies en la arena después de comer pescado sacado con atarraya en la mañana. Quedan personas encarando el futuro de frente, con las prioridades claras . A Juan Gordon, Soul AM y Ruzto, el proceso de Manglar les enseñó que la vida está llena de historias, que se están destruyendo el mundo y sus recursos naturales, que es hora de cambiar . También que es hora de hacer proyectos como este: sin prejuicios y sin miedo.
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