Del grafiti se habla mucho cada que aparece un Transmilenio o un bus de servicio público pintado. Cada tanto, vuelve al escenario mediático una discusión que, en últimas, debería estar al margen: ¿arte o vandalismo? ¿Castigar o promover?
También aparecen los juicios sobre lo “bonita” o “fea” que puede ser una aobra, pero siempre, con o sin noticia, en el suburbano mundo de los escritores, la competencia, la constancia y alcanzar spots que parecieran inalcanzables se premia y se disfruta con prestigio anónimo.
VSK es uno de esos crews puristas del grafiti. Esas tres letras están impresas en toda la ciudad y son el símbolo de la abundante movida grafitera en Colombia: subrepticia, callejera, nocturna y sí: vandálica, transgresora del espacio privado y público. Porque sobre esos cimientos está creado el grafiti.
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Acá algunas fotos que nos cedió uno de los miembros del parche con trazos puestos de noche y sin permiso, en espacios que parecieran inalcanzables.
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