Por: Nadia Orozco @Cornfake // Fotos por: Daniel Álvarez
Pop emo andino: esa es la descripción que aparece apenas abres su perfil de Facebook. Sin embargo, presumimos que dichas palabras fueron escritas antes de que Daniel Riveros, mejor conocido por todos como Gepe, presentara en sociedad su más reciente álbum ‘Estilo libre’. Lo de emo le sobra, este es un disco que más allá de ser clasificado en alguna etiqueta extraña estilo pop folk andino o cualquier otra cosa, es un disco hecho a medida para el baile, el baile latino para ser más precisos (a excepción de un par de canciones que son más aptas para cantar a ojo cerrado). Merengue, chicha, bachata, los ecos andinos que siempre lo han acompañado y hasta un cierre con visos electrónicos al mejor estilo de Javiera Mena, quien colabora en ‘Vivir’, la ultimita del álbum, se juntan en esta placa discográfica que muestran a un Gepe dispuesto a mostrar desmesuradamente, sin reparo y sin filtro, su gusto por la variedad.
En la pasada edición de Rock al Parque, Gepe dio un show poderoso ante el público de la Media Torta; luego nos dejó con ganas de más cuando lanzó ‘Hambre’, la canción donde se le une Wendy Sulca; ahora llega para entregarnos en la mano este, su quinto disco. Un álbum que marca su décimo año de carrera sosteniendo con fuerza la bandera de la música independiente en Chile.
Hablamos con él
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(y de ñapa busque más abajo a Gepe interpretando 'Hambre' desde nuestra terraza)
Son diez años, cinco discos. ¿Qué representa para ti ‘Estilo libre’?
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Es el quinto disco, pero no siento que haya pasado mucho tiempo. El estilo de los discos o lo que me hace sentir cada uno es muy distinto ahora. En todos voy aprendiendo cosas nuevas, doy pasos constructivos que me ayudan a madurar, cada uno es un proceso súper grande de crecimiento.
La incertidumbre siempre está porque nunca sé que va a pasar, cuánta gente te va a odiar o te va a querer, cuánto vas a tocar…siempre hay un abismo. Con este disco sigo teniendo esa sensación, pero ya manejo un lenguaje y una identidad que es lo que me interesa. Tratando de buscar un ejemplo pienso en Caetano Veloso, más allá de sus canciones, piensas en un personaje que te imaginas cuando lo escuchas. Después de cinco años hay un lenguaje que he desarrollado, una identidad y eso me tranquiliza porque siento que parte del camino está hecho. Son solo cinco discos, por mi haría 45 más y siento que siempre estará la incertidumbre que es mi motor creativo.
¿Y en parte este disco es un resumen de esa trayectoria?
En parte, en un buen porcentaje sí. Pero sabes, siempre hago un primer disco y no me importa.
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¿Cómo fue el proceso de este disco?
Es un disco que empezó a hacerse en agosto del año pasado. Hay un punto que marca la diferencia entre este disco y los anteriores. Este fue compuesto en medio de giras y otras cosas y eso fue bueno porque me ayudaba a tener distancia. Grababa algo, luego a las dos semanas tenía que hacer otras cosas y a la vuelta tenía el oído más claro; todo eso me dio mayor objetividad.
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Y el proceso de composición en todo este tiempo ¿Ha cambiado?
¡Sí, mucho! antes las canciones las hacía con más incertidumbre. También era más tímido, al tener menos kilómetros acumulados en la música me daba vergüenza, yo no escribía de manera concreta. Ahora tengo una forma, tengo un personaje en el que me puedo camuflar pero que igual no es muy diferente a mí. Para hablar del barrio donde vivía, de la niña que me gusta, de la música misma ya tengo un lenguaje. Si hay algo que no me gusta, no lo hago. Creo que ahora lo disfruto más.
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¿Cómo fue el génesis de esa exploración por los ritmos folclóricos?
En mi adolescencia escuchaba muchos grupos como Sonic Youth y compositores contemporáneos, de repente empecé a escuchar a Violeta Parra y Eduardo Mateo y empecé a encontrar que se parecían en cierta manera. Todos tenían libertad, maleabilidad en la forma de tocar su música. La champeta, la música andina, la chicha de Perú, todo esto me gusta porque encontré puntos de conexión. Más que investigarlo, lo asimilé porque todo era libre, se pueden meter cosas oscuras, luminosas, en formatos pop, en jazz y sobretodo es súper natural de todas las personas.
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