No dejemos la Marcha de las mujeres en el recuerdo de un trending topic. Recordémoslo como un día del 2017 en el que por fin entendimos que es momento de estar más unidas que nunca y que podemos cambiar el mundo. Gracias Madonna por recordárnoslo.
Por: Mayra Hernández @Mayaelectrik / Foto: Getty
Decían que iba a ser un día histórico en Washington y lo fue. Y no precisamente el 20 de enero, cuando el polémico y detestado Donald Trump se posesionó como el nuevo presidente de los Estados Unidos. Más bien hablemos del 21 de enero cuando millones de mujeres salieron en son de protesta pacífica en varias ciudades de Estados Unidos y otros puntos cardinales del planeta Tierra, para mandarle un mensaje directo y contundente al nuevo presidente gringo desde su primer día de mandato: una declaración de que por encima de todo, y de él, las mujeres están listas para defender sus derechos. Y no lo hicieron solas, lo hicieron acompañadas también por hombres, inmigrantes, afroamericanos, personas de la comunidad LGBTI y minorías en general que se han visto atacadas por los comentarios sexistas, excluyentes y prepotentes de Trump.
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“Los derechos de las mujeres, son derechos humanos”, "El lugar de una mujer es en la resistencia" o "Girls just wanna have fundamental rights", fueron algunas de los insignias estrella de la marcha que se masificó en Facebook bajo el nombre “la Marcha del millón de mujeres” y que, gracias al apoyo de varias celebridades como Zendaya, Scarlett Johansson, Lena Dunham y, por supuesto, Madonna , alcanzó un alto despliegue público y mediático. En las calles y en las redes sociales terminó siendo la marcha de más de dos millones de mujeres.
No cabe duda que la reina del pop ha sido una de las más efervescentes activistas de la causa feminista. En sus últimas intervenciones públicas lo ha dejado más que claro con más de una lección justa y necesaria para nosotras cuando de empoderaramiento y unión femenina se trata. El mejor botón de muestra es el discurso que dio en la pasada entrega de los Billboard Women in Music cuando recibió el premio a Mujer del año y que gracias al poder del internet se viralizó para inspirarnos y recordarnos lo poderosas e invencibles que somos cuando nos lo proponemos.
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Tampoco hay duda de la capacidad que tiene Madonna para mantenerse vigente con el paso de los años y las décadas. Lo bueno es que ahora está utilizando su energía creativa reinventandose más que como artista, como un icóno de una causa que nos conviene y nos necesita a todas: el feminismo. Y no el feminismo radical, sino el femenismo que cree que la unión entre nosotras mismas y los demás hace la fuerza. “Como mujeres debemos empezar a apreciar nuestro propio valor y el de las demás. Busquen a mujeres fuertes para ser amigas, para aliarse, para aprender, para inspirarse, para colaborar, para apoyarse y no para dividirse”, dijo la Reina del Pop. Gracias a los feeds de Facebook, Instagram y Twitter, no fue un secreto que sus palabras tocaron fibras y nos erizaron con justa causa.
Pero ahí no paró la cosa. Sus palabras siguen siendo un sacudón y un llamado al despertar. Unos días antes de la Marcha de las Mujeres, como parte de un panel de celebridades que se oponen al mandato de Trump, hizo un llamado a transformar el pesimismo en energía transformadora y creativa.
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Luego anunció su participación en la marcha al mejor estilo Madonna, con una foto en Instagram que se convirtió en un claro guiño a la creciente tendencia feminista global que ha dejado a la vista el vello natural de distintas partes del cuerpo, incluidas las axilas, para hacerle pistola a la depilación y al veto que por siglos ha tenido la naturaleza de nuestro cuerpo. (Peluditas, de colores y virales. Lo que pasa cuando el vello femenino es vetado.)
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En su discurso (después de un par de madrazos a Trump y de confesar que ha soñado con hacer explotar la Casa Blanca, lo que ahora le costó entrar a la lista de investigados por el Servicio Secreto de los Estados Unidos por presunto fomento de terrorismo) bautizó la marcha como el inicio de una revolución de amor por el derecho a ser libres, a ser distintos, a ser mujeres, a ser iguales. Y no lo hizo sola, lo hizo junto a otras mujeres poderosas del show business como America Ferrera que también se fajó un discurzaso de inclusión, no solo de las mujeres sino también de los inmigrantes.
Sí, quizás Madonna no es la única estrella de Hollywood ni la única mujer comprometida con esta causa. Detrás suyo y con ella, hombro a hombro, hay cientos de miles de mujeres que vienen sembrando semillas para seguir abriendo un camino hacia la igualdad. Pero no se puede negar que hay una luz más brillante en el camino cuando una poderosa mujer, que ha sido ícono de más de cuatro generaciones, se convierte en la voz de esta revolución femenina que se empieza a tomar el mundo.
Que la misma que alguna vez nos hizo cantar a grito herido Like a Virgin y Express Yourself hoy nos haga gritar “hay poder en nustra unidad como mujeres”. Eso es una señal de que sus palabras también pueden tener el poder de cambiar nuestra actitud para entender de una vez por todas que nuestro rol y participación en los tiempos que se vienen son decisivos. Así como alguna vez nos enlistamos en las filas de los bailes que incitaban sus canciones, hoy nos podemos enlistar en la causa de la que se ha hecho lider imprescindible para que creamos firmemente que unidas somos más poderosas.
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No tenemos que estar en Estados Unidos o tener a Donald Trump de presidente para despertar y darnos cuenta que el mundo necesita del poder potencializado que tenemos las mujeres cuando andamos tomadas de la mano, del corazón y de los cojones así no los tengamos físicamente. No dejemos este día en el recuerdo de un trending topic; recordémolo como un día del 2017 en el que sentimos en lo más profundo de nuestro corazón que es momento de estar más unidas que nunca, de creer en nustros poderes mágicos, naturales y reales, y de convencernos de una vez por todas que así como damos vida, somos capaces de transformar el mundo.