A principios de los 2000, en los viejos armatrostes que usábamos de computador, jugamos algo llamado Pedro responde. Era una especie de tarot o pitonisa digital que respondía cualquier pregunta con tanta precisión o conocimiento de causa que daba miedo. “Pedro es el diablo”, o “Pedro es un alma en pena”, decían en broma.
El truco del juego era simple y el chiste moría al descubrirse: quien tecleaba usaba un comando que le permitía simular redactar una petición cuando, en realidad, estaba escribiendo la respuesta a la pregunta.
Pues, bien: Chat GPT, la AI (Artificial Intelligence) de moda, funciona como Pedro responde, pero sin truco.
Y provoca una sensación parecida.
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¿Qué es Chat GPT y por qué es la Inteligencia Artificial de moda?
Chat GPT es un servicio de Inteligencia Artificial (AI) abierto capaz de aprender de toneladas de información y generar obras nuevas a través de un chat en línea. Puede contestar lo que le preguntemos, darnos ideas o hacer listados escritos coherentemente; puede generar la letra de una canción, código, ensayos o artículos de prensa.
Aunque no es una tecnología nueva (de hecho, muchas de las plataformas que usamos día a día echan mano de la AI), la reciente popularidad y masificación en el uso de Chat GPT se debe, además de que es de uso libre, a Tik Tok .
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A mediados de 2022 alguien le pidió a la plataforma que hiciera un verso de canción al estilo de Drake sobre por qué no le gustan los frijoles con chile. Después, alguien usó otra AI para musicalizar el fragmento de canción. El video con el proceso se hizo viral en Tik Tok porque, en efecto, el parecido con una canción de Drake era aterrador.
Antes de Chat GPT
Generadores de texto similares a Chat GPT eran populares hace casi dos décadas. El que más recuerdo es el Postmodernism generator , un programa que parodiaba los enredos de la escritura postmoderna en la academia haciendo uso de sus fórmulas retóricas comunes.
El programa apareció como respuesta al conocido Escándalo Sokal , un engaño logrado por el físico estadounidense Alan Sokal, padre absoluto del trolleo académico.
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En 1996 Sokal envió un artículo deliberadamente absurdo y pseudocientífico a la revista postmoderna de estudios culturales Social Text.
El artículo se titulaba Transgrediendo los límites: hacia una hermenéutica transformadora de la gravedad cuántica y fue publicado sin objeción alguna. A pesar de que sus páginas sostenían un disparate: decía que la gravedad cuántica era un constructo social y que existe solamente porque la sociedad se comporta como si existiera, por lo tanto, si no se creyera en ella no tendría efecto.
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Sokal quería probar la falta de rigurosidad y los sesgos de confirmación en esas publicaciones, pues a pesar de que no aportaba ningún tipo de conocimiento, estaba redactado de forma grandilocuente y apoyaba los prejuicios del equipo editorial de la revista . El mismo día de su publicación Sokal anunció el engaño.
Una conversación con Chat GPT sobre Shakira y el miedo a las AI
Mi primer encuentro con Chat GPT ocurrió durante el alboroto por la canción de Shakira y Bizarrap .
Muchos de los artículos y opiniones airadas, publicadas instantes después del lanzamiento de la canción, me recordaron a la forma de generar textos de las AI. Tal y como ocurrió con el artículo de Sokal, rápidamente aparecieron publicaciones para apoyar juicios o prejuicios a las que la gente se adhería o rechazaba. Le pedí a la plataforma hacer un comentario sobre el impacto social de la canción. Esto fue lo que me dijo:
"En cuanto a Shakira y Bizarrap, ellos son artistas con gran popularidad y un gran impacto en la sociedad, por lo que la canción puede tener un gran alcance y llegar a un gran número de personas. Los mensajes positivos en la canción pueden inspirar a muchas personas a ser más seguras de sí mismas y a aceptar y valorar la diversidad de los demás".
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La plataforma, en la versión que utilicé, se actualizó por última vez en 2021, así que no tiene datos concretos de la canción, lanzada a principios de 2023. Sin embargo, el texto bien podría ser “el análisis” de algún medio de comunicación o creador de contenido.
La sarta de obviedades, lugares comunes o repeticiones sobre temas como este los vemos en Internet todo el tiempo presentados como una gran revelación.
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Publiqué una historia en Instagram mientras Chat GPT generaba ese texto y la respuesta de muchos de mis conocidos fue, naturalmente, “qué miedo”.
De entrada la AI da miedo porque parece una amenaza vital. ¿Nos vamos a quedar sin trabajo? ¿Nos va a reemplazar? Es probable que sí o que tengamos que aprender a interactuar de otro modo con las máquinas (este es un razonamiento tibio del tipo de los ofrecidos por Chat GPT), pero lo verdaderamente aterrador o revelador de las AI no es tanto la interacción con la máquina sino el encuentro con uno mismo .
Las AI no imitan las formas de creación “naturales”, sino que ponen en marcha el mecanismo subyacente a la creación de una obra; desdibujan la línea entre la inteligencia “natural” y la “artificial”.
Las fórmulas detrás de las composiciones de Drake o los textos académicos pseudocientíficos quedan al descubierto. Y ver tantas “opiniones personales” que parecen sacadas de una AI es una revelación que debería cuestionarnos.
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¿Qué tanto pensamos a través de fórmulas? ¿Qué tanto de lo que sabemos o hacemos es producto de un tipo de programación homólogo al de las AI? ¿Hasta qué punto es nuestra inteligencia, como consumidores de información, artificial? ¿Qué tanto de lo que queremos decir realmente merece ser dicho en Internet (para, de paso, alimentar los algoritmos que nos suplantan)?
A mi juicio, lo preocupante del uso masivo de AI no es la suplantación de trabajo humano por parte de la AI, sino que nos revela una potencial suplantación inversa entre Inteligencia humana e Inteligencia Artificial.
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Es el efecto que causa sentir que el comentarista del partido de fútbol en la vida real dice lo mismo que el bot del videojuego de FIFA (dicho sea de paso, los comentaristas deportivos deberían ser considerados una versión primaria de AI). Y eso se extiende a todos los campos: desde la academia, pasando por el arte o el periodismo deportivo o musical.
Dudo que muchas de las obras o comentarios que se publican hoy en Internet puedan pasar una prueba de Turing (incluyendo este texto).
En últimas, puede que la revelación o el miedo que sintamos sea también liberador. Que nos libre de los embaucadores que presentan conocimientos esquemáticos, enciclopédicos o del sentido común como un gran saber. O que nos libre de la necesidad de una "inteligencia" en tanto capacidad de saber elegir para privilegiar cualidades como la curiosidad, la imaginación o la emoción .