Las taquillas millonarias del cine de terror solo son la evidencia tangible de algo que todos ya sabíamos: la fascinación del público por el género.
Cinéfilos radicales que ven al cine más allá del entretenimiento y la gran masa que alardea buscándolo, se dejan seducir con el mismo entusiasmo, como muy pocas veces sucede en el séptimo arte.
Por eso hasta científicos se han pronunciado sobre el fenómeno, como si fuera uno de los grandes misterios de la humanidad, generándose teorías que intentan explicarlo y de paso ayudar a crear nuevas propuestas que le ayuden a las productoras a sacarnos toda la platica del bolsillo.
El cine colombiano lo ha intentado y le ha ido bien. Películas como 'Al final del espectro' o ' El Paramo' no han pasado inadvertidas. Y qué decir de la legión de groupies que Hollywood ha capturado con el paso de los años con 'El Conjuro' , 'Insidious' y por estos días con 'No respires', por tan solo nombrar tres ejemplos. Todavía confundo los papeles de Patrick Wilson, pero al parecer a nadie le importa.
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Pero ¿Por qué nos gusta ir a sufrir al cine? Antes de presentarles las teorías, un tipo de apellido Walters afirmó que es importante que las películas de terror combinen altos niveles de tensión, tengan relevancia universal y cultural, y una puesta en escena que mantenga un aire no tan realista.
Aquí hay varias teorías:
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1. Para exorcizar emociones negativas
Aristóteles no pierde vigencia, por eso algunos de sus postulados sobre las historias aterradoras pueden aplicarse al cine de terror: sirven para exorcizar emociones negativas. Bueno, hay gente que piensa lo contrario y dice que crea sentimientos más violentos.
2. Para ser felices siendo infelices
Dos tipos como Eduardo Andrade (Universidad de California en Berkeley) y Joel B. Cohen (Universidad de Florida) argumentan que la gente experimenta emociones negativas y positivas simultáneamente. Se disfruta siendo asustado y no solamente cuando desaparece el peligro.
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3. La sensación de felicidad que resulta cuando el héroe triunfa al final de la película
Esto lo dijo un tal Dr. Dolf Zillmann en 1978, argumentando que el cine de terror intensifica la sensación de bienestar cuando luego de tanto sacrificio, sangre y sufrimiento, alguno de los protagonistas sobrevive, salva a los demás o como en 'Está detrás de ti (It Follows), acepta el karma pero en compañía y con amor.
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4. Porque nos saca un poco de la aburridora certidumbre de la vida normal
Cuántas veces le hemos gritado en el cine a un personaje que no abra la puerta, como en la cinta 'Del otro lado de la puerta', de Johannes Roberts; o a los chicos de 'La Bruja Blair', para que no se internaran en ese bosque a buscar lo que no se les había perdido.
5. Para conquistar a un chico o una chica
En inglés le llaman The Gender Socialization theory, y se dice que una película de terror solo se disfruta en compañía. Nosotros lo interpretamos de forma mundana entendiéndolo como el mejor escenario para jugar al chico sobreprotector y la chica que necesita ese trato. Un paradigma algo machista que funciona a la hora de ligar.
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6. El disfrute voyerista de observar una situación horrible desde una distancia segura
La certidumbre de que no vamos a morir con el filo del hacha de Jason, nos permite impresionarnos con ese baño de sangre, pero podemos cerrar los ojos cuando queramos, no como los protagonistas. Por eso, dicen los expertos, disfrutamos de la violencia en el cine de terror, pero no sucede lo mismo con los escenas escabrosas que nos traen los noticieros.
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7. La adrenalina te hace sentir vivo
Aquí es donde entra la ciencia del cuerpo humano y la cantidad que genera nuestro cerebro de esta sustancia cuando nos enfrentamos a situaciones límite. Segregación de dopamina al 100%, ese químico placentero, que motiva a las personas para reaccionar ante el peligro. Para los que nos denominamos los teóricos del deporte extremo.
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