En algún momento, todos llegamos a esa etapa de la vida en la que nuestros amigos, con quienes salíamos a cine y a tomar cuando se acababa el semestre, se empiezan a casar. Definitivamente, uno se da cuenta de que ya no es un adolescente cuando, en cambio de recibir fotos vergonzosas por las redes sociales de la borrachera de la noche anterior, recibe no en Facebook, sino en físico, invitaciones para una boda.
Por: Juan Camilo Ospina y Valeria Sánchez Prieto
Las preocupaciones ya son otras, los invitados tienen que pensar en los regalos y en el outfit que lucirán ese día, de acuerdo con el lugar en el que se realice la boda; sea un traje formal o informal y, la ceremonia en una iglesia, en un jardín o quizá en la playa. Los padres de los novios se hacen a la idea de que sus hijos dejen el hogar, mientras ambas familias se unen para contribuir de una u otra forma en los planes de la ceremonia. Asimismo, los novios tienen que pensar en cada uno de los detalles que implica tanto el ritual religioso, como la recepción, entre ellos ¿quién los va a casar?
Muchas bodas son celebradas por pastores cristianos, sacerdotes católicos o en presencia de un juez, para quienes se casan por lo civil. Sin embargo, ¿Qué pensaría usted si quien realizará el ritual religioso fuese una sacerdotisa? y ¿Qué pasaría si la dinámica de la boda consistiera en hacer alusión, por ejemplo, a los cuatro elementos de la naturaleza? Es más, ¿Creería usted que es posible diseñar una boda personalizada en la que se incluyan las creencias espirituales de los novios, por más disímiles que éstas parezcan? Tuvimos la oportunidad de hablar con la sacerdotisa de bodas Vinue y ella nos compartió su experiencia.
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Foto: Julián Madrid
Más de 40 bodas simbólicas ha celebrado Vinue desde el año 2015. Ella es comunicadora social, para ese año se encontraba desempleada, aun así, se dedicaba a facilitar círculos de mujeres y eventos espirituales. De manera imprevista, fue contactada por una Wedding Planner para oficiar el matrimonio de una pareja estadounidense que venía a casarse en Montenegro, Quindío; se entrevistaron por Skype y ellos decidieron contratarla. Como un evento predestinado, Vinue se dedicó a celebrar ceremonias de boda, aunque ella no lo había considerado con anterioridad: “Las ceremonias de boda llegaron a mí de manera inesperada, más como un llamado a prestar el servicio que en ese instante me solicitaron por primera vez, pero no es el único tipo de ceremonias que realizo, estoy en proceso de preparación de un ritual de bendición para un recién nacido: El Rito de Llegada”.
Para ser sacerdotisa no existe un curso de preparación en el que expliquen como se deben llevar a cabo las ceremonias, que se debe usar, ni cuales son los elementos que formarán parte del ritual. Por lo tanto, no hay una organización, ni un grupo de personas que se encarguen enseñar los conocimientos sagrados. Se trata de algo más espiritual, relacionado con la misión que tiene cada persona cuando llega al mundo, dice Vinue: “existe un conocimiento que no se aprende en ninguna parte, ni de ninguna persona en particular, se lleva en el ser, hace parte de las memorias del alma y está esperando ser despertado, ser traído al recuerdo”.
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Foto: David Hoyos
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Celebrar el amor a partir del simbolismo de hermosos, sagrados y antiguos rituales de bodas, diseñados y personalizados para y con cada pareja a partir
de sus creencias y prácticas espirituales . Esa es la premisa de su quehacer. Esta sacerdotisa, que está al servicio de otros seres, dando cada día lo mejor de sí misma, desprende un aura mística que nos recuerda a las fantasías élficas, rituales celtas, adoración a los cuatro elementos e incluso a la filosofía griega.
Vinue realiza bodas simbólicas para parejas heterosexuales y del mismo sexo. Cada ceremonia se caracteriza por mantener una especial carga espiritual. Hace unos meses, celebró la boda de la periodista Camila Chaín con Kelly Barrios. Frente a este tipo de uniones ella menciona: “Me parece que celebrar ceremonias de boda simbólicas igualitarias es el complemento ideal al matrimonio legal de estas parejas pues, como me lo han hecho saber muchas de ellas, no quieren únicamente firmar un papel frívolamente y saber que están casados, sino celebrar su unión de manera espiritual, romántica y diferente, rodeados de todos sus seres queridos”.
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Foto: David Hoyos
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Otra de las bodas que ella más recuerda, es la de un colombiano que contrajo nupcias con una norteamericana, Harvey Vásquez y Eileen Callahan. La ceremonia elegida fue la del “Handfasting” o Unión de Manos Celta, una de las más románticas. Vinue fue, a la vez, intermediaria de bodas y testigo de la unión. “Los novios querían que en su ceremonia se fusionaran sus grandes pasiones y hobbies, a él le gusta el surf y a ella la equitación; querían que de alguna manera esto se viera representado en su ceremonia. Así que, después de meditarlo, les propuse el caballo de mar con el símbolo de su unión. (…) Por supuesto, se habló sobre el significado espiritual de estos símbolos”.
Las ceremonias que Vinue realiza se componen de la relación cálida y amistosa que entabla con las parejas que contratan sus servicios; muchas veces después de la boda siguen siendo amigos y mantienen en contacto. Para ella, es fundamental lograr transmitirles tranquilidad para que se genere un ambiente de confianza. En palabras de Vinue, mantener una cercanía con la pareja es esencial “para que nazca naturalmente una conexión entre nosotros y de esta manera proporcionarles una sensación de cercanía que para mí es vital teniendo en cuenta que se trata de ser la intermediaria de un momento transcendental en sus vidas”.
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Cristián Salazar
El primer paso para establecer el proceso de elaboración de los rituales es concretar una reunión para que los novios escojan el ritual que más les ha llamado la atención, luego de haber visto el portafolio ceremonial. En este encuentro los novios comparten sus creencias espirituales y, a partir de ello, se diseña la ceremonia, por eso son ceremonias personalizadas. El encuentro puede ser en persona o vía Skype, teniendo en cuenta que muchas de las parejas que buscan a Vinue son extranjeras. Posterior a aquella reunión, se inician los preparativos de la boda.
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Estamos acostumbrados a presenciar matrimonios preferiblemente en iglesias religiosas, oficiadas por un pastor o sacerdote y en las que la unión la realicen parejas heterosexuales solamente. No obstante, Vinue enfatiza en que las ceremonias simbólicas que realiza son una invitación para “aceptar que cada uno se una espiritualmente al ser que ama desde sus propias creencias espirituales. [Esto es] sin duda alguna un paso evolutivo, si tenemos en cuenta que la base de todas las religiones es el amor. No en vano mi slogan es: La mejor religión es el amor”. Por este motivo, los rituales no son siempre en un mismo lugar ni contienen los mismos elementos, todo depende de las preferencias de los novios y de la forma en que ellos quieran expresar su amor ante sus amigos y familiares.
Vinue considera que el eje de una relación debe ser el intercambio de emociones, primordialmente positivas. En este sentido, para la sacerdotisa la pareja ideal, metafóricamente hablando, es “como una especie de libro. Es decir, el lomo de ese libro, lo que sostiene a todas las hojas unidas, a esa historia, es una profunda confianza; la cubierta exterior o tapas serian la admiración y el respeto mutuo; de allí en adelante, las hojas que compondrían esa historia significarían lealtad, diálogo y comunicación, conexión espiritual y, afinidad física y mental, una estrecha amistad, una alta dosis de ternura y la libertad de permitirle al otro ser lo que quiere ser y amarlo por lo que es sin querer cambiarlo”.
La idea de realizar otro tipo de ceremonias espirituales, según la sacerdotisa, tiene como finalidad comprender esa espiritualidad no como algo lejano, sino como algo profundamente cercano y asequible desde otros puntos de encuentro y otras creencias, como lo son la naturaleza, los elementos, la Diosa, la Antigua Religión, La Wicca, Budha, Krishna y los vedas, las mitologías, los astros, la luna etc. “Esto nos exige - agrega Vinue a la idea de abrir la mirada a otras formas de celebrar las bodas- como familia humana, una significativa apertura mental hacia lo que será el futuro y, cuando hablamos de presentes y futuras construcciones humanas, no podemos alejar la mirada del ideal de paz, que también debe estar fundamentado en la libertad de culto, pues durante milenios las religiones en general han dividido a los seres humanos y los han distanciado”.
Cada vez hay más personas que no quieren conformarse con las formas tradicionales y ortodoxas de transmitir sus sentimientos. Sacerdotisas como Vinue aportan a un cambio que viene gestándose desde los movimientos sociales y las reivindicaciones de distintos sectores de la sociedad. Así que, ¡vamos a celebrar el amor!
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Sobre la sacerdotisa
Valentina Chavarriaga Arcila es Comunicadora Social y Periodista, especialista en Gerencia del Talento Humano. Sahumadora de la Tradición Mexhica Tolteca, Maestra de Ceremonias, Wedding Officiant y Ritualista. Además, intérprete de música andina colombiana y latinoamericana. Facilitadora de Círculos de Mujeres y creadora del Circulo de Feminidad Sagrada Lunandina. Estudiosa de las costumbres, tradiciones y sabidurías ancestrales de diversas culturas del mundo. Valentina es Vinue, nombre espiritual obsequiado en el año 2012.