Indígenas que recorren todo Ecuador exigiendo sus derechos; protestas que prometen no dejar un ladrillo en pie en Haití; libaneses que se cansaron de la corrupción; millones de chilenos que marchan al ritmo de ‘El Baile de los que Sobran’ y abusos policiales registrados en en vivo a través de Facebook o Instagram. El mundo vive a diario focos de protesta, indignación y movilizaciones sociales. Y la tecnología está cambiando las reglas.
Por Víctor Solano Urrutia En 1991 la banda bogotana Hora Local presentaba su disco Orden Público , en el que figuraba una canción homónima cuya letra describe a la perfección el típico pánico del “colombiano de bien” de finales de siglo: “para mí, orden público es no tener que hacer mercado de revolución cada vez que el presidente habla por televisión”.
Ahora que en Colombia los yerros presidenciales son el pan de cada día, y que la crisis parece ser la marca registrada de nuestro diario vivir, no nos sorprende ver lo que está pasando a nuestro alrededor .
Sí, el despertar político de Latinoamérica, Haití, Cataluña, el mundo árabe, Hong Kong y hasta Colombia está dando de qué hablar en las noticias. Millones de personas del común que, cansadas de las mentiras de sus gobiernos, deciden salir a las calles a gritar, graffitear, marchar, tomarse las plazas y, también, hacer su mercado de revolución.
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Y es que los motivos son muchos: corrupción, alzas en los precios de los servicios públicos, medidas económicas drásticas, militarización de las ciudades, represión, recorte de presupuesto social…
Es tan amplia la gama de razones, o mejor, tan largo el descaro de los gobernantes, que hasta los “enemiwis” políticos de siempre salen a la calle y se dan la mano. En 2019 una chica en Chile protestaba con un cartel que decía: “Ellos [One Direction] son los únicos a los que les aguanto promesas falsas” .
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Otros, también ingeniosos, sacaron afiches inspirados en los Simpson (“Señor Piñera, usted es diabólico”). Hasta 31 minutos volvió a brillar en las calles de Chile.
Lo cierto, en todo caso, es que las protestas están imponiendo nuevas necesidades para los movimientos civiles. Las redes sociales hoy sirven para convocar, transmitir en vivo y hacer seguimiento a los hechos de las protestas. También las aplicaciones que nos mantienen conectados nos permiten monitorear la actividad de nuestros parches de amigos y capturar la realidad, con o sin filtros.
Cuatro aplicaciones que han cambiado el orden de las protestas
- Tsunami Democratic
Cuando se regó la bola de que en Cataluña se respiraban aires independentistas, tras conocerse la condena del estado español a algunos de los líderes separatistas, los manifestantes del grupo Tsunami Democratic desarrollaron una app con el mismo nombre, diseñada para coordinar “acciones pacíficas de desobediencia civil” .
Específicamente, la app permite a los manifestantes coordinar encuentros callejeros o mítines de protesta de acuerdo con la disponibilidad de los usuarios.
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Esta app desarrollada para Android, que ofrece anonimidad y privacidad, es innovadora porque depende de la difusión de personas en carne y hueso para poder funcionar. Es decir, no cualquier persona puede sencillamente descargarla y hacer parte del tsunami; para hacer uso de ella, se requiere de un código QR que sólo puede transmitir un “validador de confianza”.
Su uso recuerda la película alemana La ola , no solo por su nombre, sino por la manera en la que se usa: del voz a voz a las acciones directas.
Hasta Pep Guardiola, técnico de fútbol catalán, se animó a hacerle propaganda:
- HK Map Live
Aunque en Hong Kong la cosa también tiene que ver con la soberanía, nacionalismo y desobediencia a las medidas estatales, allí el panorama social es mucho más complejo, además, por lo prolongado de las protestas. Los volúmenes de personas son masivos: millones de residentes de Hong Kong y activistas sin un liderazgo centralizado se han sumado, incluyendo a programadores que desarrollaron el HK Map Live .
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Se trata de un mapa interactivo en tiempo real que muestra el qué y el dónde de las manifestaciones, los enfrentamientos y la movida de la policía . Sospechosamente, esta app, financiada a punta de crowdfunding, fue retirada hace de la App Store de Apple, supuestamente por “poner en peligro la ley y la seguridad de los residentes de Hong Kong”, según señaló un comunicado de la compañía.
Aunque ya no se encuentra en su versión descargable, su formato web sigue disponible en hkmap.live/
Guardian Project no es precisamente una app, ni tampoco surgió de un evento en particular. Es, más bien , el resultado del trabajo de varios activistas digitales a nivel global que desarrollan herramientas de utilidad para manifestantes y demás activistas que basan su acción en internet o redes sociales .
El proyecto ha crecido tanto que ha recibido apoyo de la fundación Freedom of the Press, Students for a Free Tibet y hasta Google. Su política es que las aplicaciones que ofrecen sean gratuitas y de código abierto para ser usadas por manifestantes en todo el mundo que deseen anonimidad y seguridad.
Por ejemplo, está Camerav , que permite mandar fotos o videos encriptados. También está Círculo , “una forma segura de compartir tu ubicación y estado con un grupo de amigos cercanos, familiares o colegas”. Encontramos igualmente ObscuraCam , ideal para esconder la identidad de los rostros que aparecen en las fotografías que tomamos. Y, entre otras cuantas, está la atrevida Orbot , que encripta el tráfico de internet del usuario rebotando su información a través de computadores en todo el mundo, garantizando la privacidad y seguridad del usuario.
- iCacerolazo
¿Cómo nos estamos preparando en América Latina para seguir con la corriente de estas apps innovadoras de protesta social?
Salvo la divertida aplicación “iCacerolazo”, que emite sonidos sintéticos de una cacerola siendo golpeada al ritmo de un cántico, Latinoamérica aún no ha desarrollado apps que aviven la llama de las extraordinarias protestas. Si cada manifestante posee un teléfono celular inteligente, prácticamente hablamos de miles o millones de posibles centros de producción masiva de datos, nodos de transmisión y herramientas para evitar abusos de la autoridad.
La era de las marchas inteligentes
Vivimos en un mundo en el que las compañías nos esclavizan, el gobierno nos vigila, Siri nos escucha, y nuestras propias redes nos mienten. Es la era de la vigilancia total (o surveillance). Pero esa era está pronta a cambiar, porque las aplicaciones de protesta que acabamos de ver están volteando (de a pocos) la torta en favor del usuario. Ya era hora de darnos cuenta de que los nuevos superhéroes no usan capa, ¡sino plataformas de código y programación!
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Ya que hablamos de La Ola , ¿por qué no recordar también V de Vendetta? Hoy estamos viviendo el paso de la vigilancia total gubernamental (surveillance) a la vigilancia subterránea (sousveillance). Se trata de la manera que tiene el usuario anónimo para vigilar a su gobierno. Todo usuario, además de sus propios ojos, cuenta hoy en día con el lente de su cámara de celular, el cual es una herramienta de trabajo, pero también un potencial arma.
(Vean también: V de Venganza: ¿Qué nos enseñó de protestas, marchas y paros? )
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Todos podemos hacer vigilancia subterránea no solo desde las fotos o videos que tomemos, sino desde aquellas aplicaciones que nos permiten generar contenido para compartir en línea. Como lo demuestran aplicaciones como Tsunami Democratic o HK Map Live, ahora tenemos la manera de conectarnos para generar acciones reales, crear alertas tempranas y conocer el movimiento de la policía a través de las calles. Ahora el manifestante ostenta su rebanada de poder.
¿Qué tal si llamamos a esta nueva movilización, las “marchas inteligentes”?
Son muchas las ventajas que permiten estas apps. Para hacer que una marcha, una movilización, un paro o una jornada de protesta sea inteligente, debemos considerar los éxitos de Cataluña y Hong Kong: asegurar los teléfonos con información personal encriptada; compartir fotos y videos de manera segura para evitar que sean borradas recién se suben a la web; conocer puntos de encuentro seguros para huirle a la violencia; organizar acciones que no sean fácilmente dispersadas; generar publicaciones de rápida difusión para denunciar represión; y conectarse con una comunidad que no está viciada por fake news , etc .
Si quedó con ganas de saber más sobre las apps que puedan serle de utilidad en las próximas marchas, no deje de revisar esta página .