La primera edición de la contra-marcha ocurrió el pasado 4 de julio y reunió a cerca de mil personas, que se encontraron en la Av. Misak (Av. Jiménez) con carrera 7ª en Bogotá. El ideal de esta marcha es despertar el interés en la comunidad en general, pero sobre todo en la comunidad LGBTIQ+, que ha olvidado el sentido de la marcha y lo ha resumido a un encuentro de mercantilismo y fiesta.
La contra-marcha siguió sobre la séptima hasta la calle 19, desviándose por la carrera 9ª hasta la calle 24 para retomar nuevamente la séptima. Frente al Museo Nacional se encontró con la Marcha LGBTI de Bogotá, organizada por la Mesa de trabajo LGBT y otras organizaciones privadas y del estado.
Con un performance, la contra-marcha rechazó el mercado rosa, la falta de compromiso del estado con la comunidad LGBTIQ+, y la indiferencia hacia las situaciones de violencia, falta de oportunidades laborales y de sistema de salud de las personas más vulnerables.
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La marcha recorrió la séptima hasta el monumento de Héroes, un encuentro que espera no bajar la guardia ante la lucha por los derechos igualitarios y que la transfobia, homofobia, el racismo y muchos más rechazos dentro de la misma comunidad terminen y se logre una verdadera unión y apoyo entre todos.
Uno de los propósitos de la contra - marcha era generar una serie de críticas y cuestionamientos a la celebración del Pride. "Sentimos que se ha perdido lo que fue verdaderamente el espíritu de Stonewall", nos contó Giovanny Abadia, ' Gio', uno de sus organizadores.
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"No hay que olvidar que lo que ocurrió el 28 de junio de 1969 fue un motín, con justa rabia de las personas sexo diversas, una búsqueda de dignidad en una sociedad que simplemente las veía como freaks, enfermas mentales, una sociedad completamente cerrada a la existencia y al poder ser, y existir"
Fotos: Alejandra Mar. (alejandra.mar ).
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