Las campañas que buscan prevenir accidentes en la vía y cambiar actitudes irresponsables de los conductores siempre son crudas y violentas. Quién no recuerda por ejemplo el comercial de "la tengo viva", y su mensaje clarísimo de no conducir con alcohol. Pero sería mentiroso negar que por lo menos en este lado del planeta un comercial como el del Departamento del Medio Ambiente (DOE) en Irlanda del Norte es de una crudeza polémica. Algunos pensarán que es lo que se necesita para cambiar malos hábitos, en este caso el del exceso de velocidad, otros, como sucede en Europa, les parece pasado de tono.
Por esta razón la campaña en la que un carro aplasta un grupo de niños sólo podrá ser transmitida en televisión a partir de las 9 de la noche y los mensajes en el video en línea fueron deshabilitados.