Últimamente, gracias a sus publicaciones de Instagram, Britney Spears ha llamado la atención. Algunos se han burlado de algunas de sus publicaciones, (la han llamado “la Thalía gringa”) y otros han mostrado preocupación por su salud mental. Por su parte, Britney respondió: “Entiendo cómo a algunas personas pueden no gustarles mis publicaciones e incluso no entenderlas, pero esta soy siendo feliz. ¡Soy yo siendo tan auténtica y real como es posible!”, dijo Britney en una publicación. “Quiero inspirar a la gente a hacer lo mismo y ser ellos mismos sin complacer a los demás. Esa es la clave de la felicidad”, agregó.
El hashtag #FreeBritney (Liberen a Britney), cobra fuerza cada cierto tiempo en redes sociales, pero ¿a qué se refiere esto? Sus fans quieren que ella se libere de su custodia, una figura legal en la que se encuentra ahora que le impide, entre otras cosas, votar y tomar decisiones sobre su dinero.
¿Cómo Britney llegó a esto? Todo fue desde la sonada crisis en 2007 , meses después de su divorcio. Tras esto, su papá, Jamie Spears, se convirtió en su custodio y fue él quien pasó a controlar todo su dinero y sus decisiones. Inicialmente, iba a ser una decisión temporal, pero un juez en Los Ángeles en mayo pasado mantuvo la custodia para la cantante.
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En 2019 inició el movimiento #FreeBritney en redes sociales, para que Britney recobre el poder de sus decisiones. Sus fans argumentan que los álbumes que ha lanzado desde entonces, así como la exitosa residencia en Las Vegas demuestran que está en pleno uso de sus capacidades y la figura de la custodia no es necesaria. Expertos legales en esta figura han coincidido que es muy inusual en alguien tan joven como Britney.
Al año, Britney gasta más de un millón de dólares en tarifas legales a causa de la custodia, de los cuales su padre se lleva unos 128.000. Igualmente, debe darle a su exesposo 110.000 dólares mensuales para la cuota alimentaria de sus hijos, Sean Preston y Jayden. En cambio, ella solo puede gastar 1.500 dólares al mes del dinero que ella gana con su nombre y con su trabajo. Se estima que su valor neto está alrededor de los 59 millones de dólares.
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Tras varios años de su exitosa residencia en Las Vegas, a comienzos de 2019, Britney anunció que se tomaría un descanso, para apoyar a su padre, quien tenía varios problemas de salud. En ese año, Britney entró a un centro de salud mental, algo que preocupó a sus fans, al punto que ella misma se pronunció en Instagram. “Estoy tratando de darme un momento para mí misma, pero todo lo que está pasando lo está haciendo más difícil. No crean todo lo que leen y oyen”, dijo Britney en la publicación.
Los fans citan una entrevista de 2008 a MTV, en la que la cantante afirma: “Si no estuviera bajo las restricciones que me encuentro ahora, me sentiría liberada. No hay emoción, no hay pasión. Aún cuando vas a la cárcel, sabes que vas a salir algún día. Pero esta situación nunca termina”.
Al respecto, varios han afirmado que la custodia ha sido benéfica para la cantante. Dos fuentes cercanas a Britney declararon a CNN que Britney tiene más control de lo que saben sus fans y que ella tiene “una vida maravillosa”. Andrew Wallet, abogado que contribuyó a manejar las finanzas de Britney, dijo que la custodia era “un modelo de negocio”. Wallet renunció a formar parte de la custodia de Britney en 2019, al parecer con desacuerdos con el padre de Britney. Cuando formó parte de la custodia ganó cerca de 426.000 dólares anuales. Alguna vez Britney declaró “tal vez no sepan esto de mí, pero soy fuerte y defiendo lo que quiero”.
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Solo hasta agosto de 2020 sabremos si la custodia sobre Britney se mantiene. Por el momento, sus fans seguirán luchando para que se acabe.