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Foo Fighters "trolleó" a miembros de iglesia homofóbica que protestaron afuera de su concierto

No es la primera vez que la iglesia protesta contra la banda.

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The Foo Fighters en vivo desde Louisville, Kentucky
// Stephen J. Cohen/Getty Images

Cuando Foo Fighters toca en Kansas City, Missouri, los miembros de la Iglesia Bautista de Westboro se presentan para protestar fuera del lugar. Sucedió en 2011, y nuevamente en 2015 , y en ambas ocasiones Foo Fighters respondió trolleando. Los miembros de esta iglesia son conocidos por ser abiertamente homofóbicos (tampoco quieren mucho a los ateos, judíos, musulmanes o personas transgénero).

Westboro volvió a atacar a Foo Fighters ya que algunos de los miembros de la iglesia se presentaron fuera del concierto de Foo Fighters en el Anfiteatro Azura, y una vez más la banda tenía su respuesta lista.

Desde la parte trasera de una camioneta, los Foo Fighters asumieron sus alter-egos disco (Dee Gees) y tocaron una versión de You Should Be Dancing de Bee Gees para ahogar los cánticos homofóbicos de Westboro. Antes del show, Dave Grohl se dirigió a los manifestantes y los animó a dejar de "odiar" y, en cambio, empezar a "bailar".

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En julio pasado, los Foo Fighters presentaron su proyecto alternativo al que llamaron los Dee Gees, con el cual lanzaron el disco Hail Satin , que incluye covers de Bee Gees, tales como You Should Be Dancing, More Than a Woman o Tragedy .

La banda se presentó en junio pasado en el Madison Square Garden. Todos los asistentes debían estar vacunados para entrar. Igualmente, la agrupación lanzó su disco Medicine at Midnight . Para su aniversario 25 de carrera, la institución global del rock alternativo decidió suavizar la garra y el nervio tradicionales para adentrarse en un universo más pop y optimista. En 36 minutos de álbum, resuenan los coros pegadizos, las atmósferas tipo Let’s Dance de David Bowie, los sutiles arreglos orquestales y esa dosis de refrescante, de todo va a estar bien, propia del pop rock. Medicine At Midnight contó con la producción de Greg Kurstin (Adele, Taylor Swift, Lana del Rey) y su sello en los arreglos es más que evidente.