El Brazuca, el balón del Mundial 2014, se reinventa gracias al talento y el excéntrico gusto de Dolce & Gabbana, Salvatore Ferragamo, Rick Owens y Pharrell Williams, entre otros, como parte de la campaña “Make Kids Happy” de Adidas y LuisaViaRoma, que lleva por lema “When Football Becomes Art” (Cuando el futbol se vuelve arte).
30 marcas que se unieron para subastar estas creaciones con el propósito de llevar esas donaciones a la Fundación Gol de Letra, que trabaja con niños de las favelas de Sao Paulo y Río de Janeiro.