Desde el pasado 26 de junio, el precio de la acción de Facebook ha caído en un 8%, lo que representa cerca de 7 mil millones de dólares perdidos para la compañía de Mark Zuckerberg. Esto debido al anuncio de Unilever, que dio a conocer que no gastará publicidad en ninguna de las empresas de Facebook. Así como Unilever, marcas como Starbucks, Coca Cola, Ford, HP, Verizon, entre otras, han declarado que no pautarán más en la plataforma. ¿La razón? Se unen a la campaña #StopHateForProfit, que busca presionar a Facebook para que haga un mejor control a los mensajes de odio y violencia.
“Incitaron a la violencia contra quienes se manifestaron por justicia racial en Estados Unidos. Calificaron a Breitbart como una fuente confiable de noticias y a The Daily Caller como “fact checker” aun cuando se sabe ambos portales son cercanos a supremacistas blancos. Ignoraron la contundente supresión del votante en su sitio. ¿Podrían proteger a los usuarios negros? ¿Podrían contar la negación del Holocausto como odio ?” Podrían hacerlo, pero activamente deciden que no”, dice el manifiesto de la campaña, iniciada por varios grupos civiles, en su página web .
Facebook emitió un comunicado el pasado 21 de junio en el que afirma: “el odio no tiene cabida en nuestra plataforma”. No queremos que sea un espacio para crear un ambiente de intimidación o exclusión. Regularmente consultamos a organizaciones como la Liga Antidifamación (ADL) y La Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) para actualizar nuestras políticas”, según el texto.
9 pasos para proteger su información de Facebook y el mundo entero Si bien a corto plazo se han notado los efectos del boicot con la bajada de los precios en las acciones de Facebook, muchos dudan que éstos puedan permanecer a largo plazo. ¿Será efectivo el boicot para que Facebook revise sus políticas y sea más estricto con el contenido de odio en sus publicaciones? Para Jean Balzán, Digital Marketing & Customer Experience, sí.
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“Lo que mi lógica indica, es que Facebook, ante la presión económica, se verá obligado a modificar las políticas y hacer que sus espacios tengan más controles ante posiciones y comportamientos que no son aceptados socialmente”. opina Balzán. “Facebook es una compañía que ha tenido un crecimiento exponencial, entre tantas cosas, porque ha sabido hacer las cosas en temas de construcción de audiencias. Son precisamente esas audiencias (+30% de la población mundial) las que necesitan las marcas para anunciar sus productos”.
Muchos dudan que las marcas tengan una preocupación genuina por las condiciones de Facebook en sus contenidos y, al contrario, están aprovechando la campaña para cortar inversión en publicidad, algo frecuente en tiempos de crisis económica, y además tener una imagen positiva ante el público. Otros han resaltado que ese interés de las marcas por las causas actuales no se ve reflejado en sus políticas empresariales.
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Para Balzán: “es una simple respuesta a la nueva forma de hacer marketing. Las marcas en sus inicios hacían un marketing básico, enfocado en sus productos. Luego, pasaron a hacer un marketing enfocado en las necesidades del consumidor, cómo lo ayudo con un problema que éste pueda tener. Actualmente, el marketing que hacen está enfocado en los valores del consumidor”.
Ahora, se usa el término “marcas con propósito”, según nos explica Balzán. “Las marcas se vieron obligadas a tomar una posición clara y sólida frente a temáticas de gran impacto social. El racismo, la xenofobia, la comunidad LGBTQI+, (…y un largo etcétera), forman parte de esto”.
Sea por estrategia de marketing o recorte de recursos, las marcas enviaron un mensaje poderoso a Facebook. Pero, como estiman varios expertos, esto no será suficiente para lograr un verdadero efecto en Facebook, a menos que el boicot se prolongue. Primero, porque como reporta Fast Company , todas las marcas están haciendo cosas diferentes: algunas cancelaron su publicidad en Facebook, pero la pusieron en Instagram (que pertenece a Facebook, como se nos recuerda cada vez que abrimos la app), y otras detuvieron la inversión publicitaria en EE.UU, pero no en el resto del mundo.
Según calcula CNN, los grandes anunciantes que se unieron a la campaña representan solo el 6% de los ingresos publicitarios de Facebook. Buena parte de los anunciantes de esta red son empresas pequeñas y medianas que no se han unido al boicot y tampoco pueden darse el lujo de hacerlo, pues solo pueden acceder a los precios que Facebook ofrece.
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Cada vez más marcas se unen al boicot y cada vez Facebook dice hacer más esfuerzos para combatir el odio en su plataforma. Serán los usuarios y las comunidades que se han sentido discriminadas quienes decidan si todo funcionó.