La industria de los videojuegos madura junto con los videojugadores. Aquellos que disfrutaron de su niñez al lado de Super Mario en los 90’s y expresaron la rebeldía de la adolescencia con Halo ahora son padres y madres de familia que están viendo los temores y ansiedades de la vida adulta reflejados en sus juegos.
Por Julián Ramírez // @Sir_Laguna
Bueno, al menos las ansiedades de los hombres adultos, ya que tristemente el 75% de la industria es masculina. Por eso la paternidad ha ido ocupando un lugar cada vez más importante en las historias que pasan por nuestras consolas y computadores. Ya que se acerca el día del padre, es hora de mirar quienes y como son los padres en los videojuegos.
Durante los 80’s y 90’s la historia en los videojuegos era relativamente irrelevante, por eso no importaba mucho si el conjunto de pixeles que veíamos en la pantalla tenía hijos o no, y las pocas veces que nuestro protagonista tenía hijos era para que estos jugaran el rol de la “damisela en peligro” mientras el heroico padre debía rescatarlos. Esto es lo que ocurre en el clásico Final Fight (1989) , donde Haggar, el alcalde de Metro City, debe recuperar a su hija Jessica de las garras de una banda criminal que quiere controlar la ciudad.
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Este cliché persiste incluso cuando las tramas comenzaron a mejorar. En Silent Hill (1999) controlamos a Harry Mason, un hombre que no logra encontrar a su hija adoptiva tras un accidente en su automóvil y debe adentrarse en un aterrador pueblo para buscarla. Durante su travesía descubre el vínculo que tiene su hija con este misterioso lugar y el culto diabólico que habita en él. Es meritorio que este juego explora el amor y el vínculo que Harry siente por su pequeña a pesar de no ser su hija natural y lo contrasta con el de su madre biológica, una mujer horrible que pretende utilizarla con objetivos perversos.
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El tema del padre adoptivo se ha vuelto muy popular desde entonces y una de las mejores pruebas de ello es Yakuza (2006) donde incluso un duro criminal como Kazuma Kiryu es capaz de encontrar su lado más sensible al tener que hacerse cargo de Haruka, una pequeña de 10 años que es buscada por las familias criminales de la ciudad por ser la clave para encontrar 10 billones de yenes. Los sentimientos paternales de Kyriu son tan fuertes que en Yakuza 3 (2010) se hace cargo de un orfanato donde cría a nueve niños y para Yakuza 6 (2018) se hace responsable del pequeño hijo de Haruka (que ya ha cumplido 19 años) cuando ella sufre un accidente y queda en coma. Hay hombres que simplemente nacen para ser padres, así nunca tengan hijos.
Y es que la paternidad incluso puede reformar a hombres horribles (pero no a todos, así que no corran el riesgo de intentarlo). En el gran Red Dead Redemption (2010) John Marston fue un forajido que decidió abandonar la vida criminal cuando formó una familia y ahora es forzado por el gobierno a arrestar a sus viejos compañeros de pandilla si quiere volver a ver a su esposa e hijo. Lo mejor es que una vez cumplimos con esto se nos deja experimentar, al menos por un tiempo, una vida más tranquila para John, donde puede enseñar a su hijo a cazar e intercambiar historias e intereses con él. Tal vez el joven Jack pueda evitar seguir los malos pasos que alguna vez siguió su padre.... Tal vez...
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Lee Everett es otro hombre al que las circunstancias llevan a convertirse en un padre a la fuerza. Durante la invasión zombie de The Walking Dead (2012) este hombre encuentra a Clementine, una pequeña que aparentemente ha perdido a sus padres. Aunque hay enfrentamientos con los no-muertos, este no es un juego de acción y se basa en la toma de decisiones que pueden hacer que ciertos personajes sobrevivan o no. Nuestra relación con Clementine nos lleva a analizar cuidadosamente la moralidad de nuestras acciones y sus consecuencias. ¿Esta justificado robar comida para sobrevivir? ¿Qué hacer con los amigos que han sido mordidos? ¿qué tan sinceros debemos ser con esta niña para que sepa la verdad pero no pierda la esperanza en el futuro? ¿Cómo enseñamos a esta pequeña inocente a protegerse por sí misma?
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Hay padres que harían cualquier cosa por sus hijos, y en el caso de Octodad: Dadliest Catch (2013) . Esto incluye pretender ser humano. Aunque no lo parece, el protagonista de este cómico juego es un pulpo y debe hacer un esfuerzo por no revelar su verdadera naturaleza. El humor viene de lo inepto que es el protagonista realizando cualquier acción por culpa de un sistema de juego que es, a propósito, incontrolable, pero que al final es una bonita historia sobre el amor familiar.
Y es que como este, no en todos los juegos los papás tienen que recurrir a sus puños o armas de fuego. A veces lo que hay que hacer es buscar el amor, como en Dream Daddy (2017) un juego de citas en el que la hija está a punto de dejar el hogar para ir a la universidad y dejarnos solos, así que comenzamos a relacionarnos con otros padres de la comunidad en busca de pareja.
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Ojalá las cosas fueran siempre tan bonitas como en estos dos juegos y todos los padres en este medio fueran tan buenos. Hay padres horribles como Kratos en God of War (2005) , un guerrero espartano lleno de rabia y odio que manipulado por los dioses asesina a su mujer y su hija. Es solo hasta la cuarta entrega de la saga (séptima si contamos los juegos no numerados) que se nos permite la oportunidad de no repetir estos errores.
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En el nuevo God of War (2018) , Kratos viaja con su nuevo hijo Atreus por el mundo de la mitología nórdica para esparcir las cenizas de su recientemente fallecida esposa. Podemos sentir el miedo que tiene de perder el control nuevamente, su frialdad hacia su hijo es el resultado de no querer lastimarlo, o peor aún, hacer que descubra su historia y siga sus pasos. Este es un hombre que ha destruido mundos y asesinado dioses, pero una paternidad responsable puede ser el mayor de sus retos.
Y claro, tenemos a Joel de The Last of Us (2013) . Nosotros jugamos como él durante la tragedia en la que Sarah, su hija de tan solo 12 años, pierde la vida. En este mundo en que un hongo convierte a sus infectados en monstruos deformes y asesinos, Joel se convierte en un hombre amargado y cruel que hace lo que sea para sobrevivir... hasta que el destino pone a su lado a Ellie, otra joven chica que debe ayudar a llegar al otro lado del país pues puede ser la clave para encontrar una cura a la infección. Durante su tiempo juntos ambos se ayudarán el uno al otro y ella se convierte en su nueva familia, por lo que al final de su aventura Joel debe tomar una trágica decisión entre perder a otra hija o salvar el mundo.
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Pero no todos los videojuegos sobre la paternidad exploran los sentimientos y la responsabilidad hacia los hijos, otros prefieren mirar hacia los lados más oscuros de la masculinidad de un padre. En el juego independiente The Castle Doctrine (2014) se presenta la figura del padre como defensor absoluto de la familia y sus posesiones materiales hasta sus límites legales y con consecuencias fatales. Debemos defender nuestro hogar de invasores que buscan nuestro dinero y asesinar a nuestra esposa e hijos construyendo toda clase de trampas y usando armas de fuego, pero luego nos vemos invadiendo las casas de nuestros vecinos para robar los recursos con los que defender la nuestra.
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Esto es solo una pequeña muestra de cómo miramos la paternidad en unos pocos de nuestros juegos favoritos y hay muchos más títulos con papás merecedores de nuestra admiración y una felicitación del día del padre, o nuestro desprecio, como Bowser, que en Super Mario Sunshine (2002) fue incluso capaz de mentirle a su hijo diciéndole que la Princesa Peach era su madre.