Los testimonios que conocimos en las audiencias públicas ante la JEP sobre los "falsos positivos" son crueles y tristes. Pero también nos revelan el camino de la verdad. Un camino que el arte, desde los murales o el cine, ya nos había empezado a dibujar, abriendo el difícil camino del reconocimiento.
Por Juan Camilo Ospina Deaza y Valeria Sánchez Prieto
En abril de 2022 en Colombia se llevó a cabo la audiencia pública de reconocimiento de responsabilidad de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) por uno de los subcasos abiertos de ejecuciones extrajudiciales o, los mal llamados, “falsos positivos”.
Recordemos que La JEP estableció que por lo menos 6.402 personas fueron asesinadas para ser presentadas como bajas en combate en todo el país entre 2002 y 2008. La audiencia duró dos días y se organizó en el municipio de Ocaña, Norte de Santander.
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Participaron diez militares -entre ellos un general- y un civil, quienes asumieron su responsabilidad por el asesinato de al menos 120 personas entre 2007 y 2008 en la región del Catatumbo de ese departamento fronterizo.
Las afirmaciones, reveladas por muchos medios de comunicación, nos impactan por su crueldad: “Entregué inocentes al Ejército para que los asesinaran” , decía Alexander Carretero. “Usamos armas de la República para vulnerar la vida a inocentes” , dijo el coronel del Ejército Santiago Herrera Fajardo. “Les quité los documentos a inocentes para reportarlos como NN muertos en combate” , Mauricio Pérez Contreras, suboficial del Ejército. “ Maquinamos un teatro para mostrar un supuesto combate por la presión que había de los altos mandos (…) Yo ejecuté, yo asesiné familiares de los que están acá, llevándolos con mentiras, con engaños, disparándoles, asesinándolos cruelmente y poniéndoles un arma para decir que era un combate, que eran guerrilleros, y manchar el nombre de esa familia, destruirla, dejar unos hijos sin padre, dejar unos padres sin hijos” , dijo Néstor Guillermo Gutiérrez.
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Y así, la verdad de uno de los episodios más turbios de nuestra historia se ha venido revelando.
Estas declaraciones, y la posibilidad de conocer la verdad, representan la culminación de muchas luchas de distintos sectores sociales del país . Luchas que, desde luego, se plantearon también desde el arte, sin duda un elemento clave para la visibilización del dolor y los reclamos de justicia de las víctimas en este proceso .
No fue hace mucho que figuras públicas descartaron estos hechos lanzando frases como “no estarían recogiendo café” o planteando que no se podía cuestionar una institución que tiene por responsabilidad cuidarnos a todos.
Muchas personas fueron estigmatizadas por tratar de visibilizar esta problemática y la información a la que podíamos acceder era solo a cuentagotas. La versión oficial, que se fue cayendo a pedazos, fue puesta en cuestión. El arte en los muros de las ciudades ya nos había señalado el alcance de las ejecuciones extrajudiciales y lo que significaba la verdad para la vida de los colombianos. Pero no solo fue a través del muralismo o el grafiti que llegamos hasta aquí. El cine y la música también nos hablaron de lo que pasaba. Las obras que nos mostraron otras voces, por lo general han silenciadas, son hoy documentos históricos que complementan ese rompecabezas de la verdad .
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Estos son solo algunos de las obras que se preocuparon por la verdad y la justicia y que nos revelaron la crueldad.
Películas
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Silencio en el paraíso (2011)
Dirigida por Colbert García
Esta película narra la historia de Ronald. Es un muchacho de 20 años que tiene una bicicleta con la que mantiene a su familia haciendo publicidad con su voz en el barrio el Paraíso, un sector marginal de Bogotá con una vista imponente.
El protagonista se ve enredado con las ordenes asignadas a un sargento que debe recoger a 8 personas. Para logarlo, el sargento, junto con un equipo de personas, ofrecen empleo en los barrios pobres. Es allí de dónde sacan a los jóvenes que asesinarán y harán pasar por guerrilleros.
Postales colombianas (2011)
Dirigida por Ricardo Coral Dorado
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Esta película es una comedia negra que nos recuerda que no todo en Colombia es pasión y que la vida de los pobres no importa en este país. Cuenta la historia de Piedad, Caridad y Fanny. Tres mujeres de clase media que se reencuentran una noche para compartir sus vivencias. Esa noche conocen tres hombres que terminarán siendo sus verdugos, porque el ente de poder para el que trabajan les ha ordenado entregar nuevos “positivos”.
Documentales
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‘Hacer visible lo invisible’ (2022)
Madres de falsos positivos (MAFAPO)
Es una serie de entrevistas de la comisión para el esclarecimiento a la verdad con artistas y procesos culturales en territorio que están creando la obra “velaciones a los cuatro vientos”. Un relato simbólico que relata el conflicto armado interno. En esta entrega particular se habla con la organización Madres de falsos positivos (MAFAPO).
Falsos positivos (2009)
Dirigida por Simone Bruno, Dado Carillo
El documental sigue el viaje de dos familias que luchan por la recuperación de sus parientes asesinados y profundiza en los hechos acontecidos mediante impactantes entrevistas realizadas a un militar, activistas, políticos y testigos implicados.
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Las caras del horror (2014)
Dirigida por Omar Andrés Vásquez y Melissa de la Hoz
Las caras del horror es un documental que hace memoria de los casos de falsos positivos en Colombia. El documental recorre la historia de los falsos positivos, específicamente, en Soacha. Se centra en la historia de tres madres: Elvira Vásquez, Idaly Garcerá y Luz Edilia Palacio.
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Según los autores “Cuenta con la opinión y análisis de diferentes expertos en el tema que desde sus campos de acción reactivan los hechos y los catalogan como casos que encontraron impunidad. Se revela la historia inédita de un hombre en el departamento del Meta que sobrevivió a un falso positivo”
Murales
“¿Quién dio la orden?”
En la noche del 18 de octubre de 2019 un grupo de jóvenes artistas pertenecientes a once organizaciones sociales pintaron el mural ¿Quién dio la orden?
Antes de que los artistas terminaran la obra, cuyo objetivo era denunciar crímenes de Estado, uniformados del Ejército y la Policía llegaron a impedir que lo acabaran. Rápidamente, taparon con pintura blanca los rostros de los altos oficiales del Ejército que se veían en la obra.
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Un juez civil de Bogotá ordenó al Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) retirar el cartel que señala a militares como responsables de los ‘falsos positivos’, pues según decía, atentaba contra la dignidad, el buen nombre y la presunción de inocencia de los oficiales que lo protagonizaban. A pesar de ello la imagen está ampliamente difundida y es un símbolo de lo que sucedió.
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Nunca más parir para la guerra
Si bien el mural ¿Quién dio la orden? se popularizó y se reprodujo, en San Juan de Sumapaz, localidad 20 de Bogotá, hay un mural que homenajea a la memoria de las víctimas de ejecuciones extrajudiciales e integra en su nombre la consigna que las mujeres de Sumpaz llevan proclamando desde hace varios años: “ Nunca más parir para la guerra ”.
En la región del Sumapaz se presentaron varios casos de ejecuciones extrajudiciales. Allí el ejército asesinó y presentó como bajas en combate a Wilder y Javier Cubillos Torres, Víctor Hilarión Palacios, Chucho Delgado Morales, Helvir Torres y Duver Celeita.
Foto: Comisión de la verdad
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No parimos hijos pa’ la guerra
La organización Madres de víctimas de falsos positivos (MAFAPO) nombró este mural como “No parimos hijos pa´la guerra” y hace memoria sobre sus familiares víctimas de ejecuciones extrajudiciales.
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- Vean más murales en el sitio web de la Comisión de la verdad