Un recorrido fotógrafo musical y a la vez fanático del punk paisa, tomó una cámara estereoscópica para crear una versión inédita de gifs análogos, o fotos en 3D, que captan la furia de una de la escena local.
Fotos y texto: Luis Bernardo Cano
Luego de la década de los 90 llena de grunge, rock alternativo y punk, la llegada del nuevo milenio no prometía mucho para los pocos punks de Medellín que trataban de abrirse paso en una cultura más influenciada por sonidos autóctonos y folclóricos. ¡El ambiente universitario apestaba!, pero había un movimiento underground creciendo lleno de adolescentes cansados de una sociedad que olía a fonda, influenciados por el punk rock californiano con bandas como Bad Religion, NOFX, Pennywise o Lag Wagon, entre muchas otras.
Recuerdo el concierto en el cual conocí a Código Rojo. Era el año 2001. Santiago Builes, uno de los pocos universitarios que había crecido en esta escena, me invitó a un concierto en el cual tocaría una banda de punk de unos amigos suyos. La cita fue en el último piso del centro comercial Monterrey, antro comúnmente utilizado para estos zafarranchos. Dentro del cartel se encontraban Pop Corn, La Quinta Porra, Grito y Código Rojo.
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Código ya se había hecho un buen nombre en la escena del punk rock local, o como muchos lo llamaban, Neo Punk. Ya por ahí circulaba su primera grabación, La hora del juez (1999). Para ese momento estaba sonando Skatecore 420 : un disco de tan solo cinco cortes en el cual estaba C olegio , la canción que enloquecía a todo el público y sin lugar a dudas la más esperada en cada concierto por muchos de sus fans.
El tiempo trajo algunas dificultades. Cambios de integrantes y kilómetros de distancia entre ciudades parecían ser vientos en contra para que su historia terminara. Pero las ganas de seguir haciendo punk-rock los mantuvo unidos. Y para el año 2010 grabaron su siguiente disco, La nueva chatarra , con un sonido evolucionado, sin perder su esencia.
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Quince años después de haberlos visto por primera vez, Código Rojo está lanzando Terrícolas , un disco donde se nota el trabajo meticuloso en la estructura de sus canciones y en sus letras con contenidos sociales, políticos y ambientales. Como el mismo Gary dice, el nombre “terrícolas”, “va por el estado actual de lo que somos como sociedad”.
El Jurassic Punk Tour reunió la semana pasada a tres bandas del pasado como Código Rojo, 911 y Bankarrota en el bar Barnaby Jones de Envigado, que se unieron para dar un festín con esas canciones que gritábamos quince años atrás. Los pelos teñidos de colores y en puntas fueron reemplazados esta vez por algunas barbas y canas en los personajes que vivieron esta época de Neo Punk. Los tiempos han cambiado, pero acá queda el registro.
Hace mucho hago fotografía de músicos o de conciertos y creo que en algún momento me sentí haciendo lo mismo que todo el mundo hacia o yo mismo repitiéndome. Hacer los registros de esta manera es una respuesta por buscar otra manera de solucionar la imagen, es tratar de salirme de mi propia monotonía, y con ello buscar una experiencia diferente.
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