Escuchar a Pipe Peláez es reconectarse con el vallenato (declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el año 2015), hablamos con el intérprete de El amor más grande del planeta sobre su primera nominación con un álbum en un Grammy Anglo, hacia dónde va el vallenato, el significado de hacer colaboraciones con el género urbano por el que tanto lo han criticado, las anécdotas que tuvo al lado de grandes cantantes y el legado que deja el vallenato no solo para Colombia sino para América Latina.
Por: Lizzeth Neira
El cantautor y productor de vallenato colombo-venezolano Felipe Peláez, más conocido como Pipe Peláez, está nominado en la categoría Mejor álbum tropical en la edición 61 de los Grammy con Ponle actitud . Un álbum hecho de la mano de los productores Carlos Huertas y Andrés Castro, quienes decidieron postularlo a los Grammy Awards por su excelencia.
Ponle actitud está compuesto por 14 canciones. Es un álbum que tiene todo el romanticismo, el sabor nativo, el acordeón y el vallenato de provincia que el cantante cuidadosamente mezcló con algunos toques de elementos urbanos mezclando el vallenato con artistas como Maluma en Vivo pensando en ti y Nacho y Noriel en No te creo . De este disco también hacen parte el salsero Gilberto Santa Rosa en Señora y la cuota vallenata es con Silvestre Dangond e Iván Villazón en la canción Que me quiera.
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Hicimos un recorrido por la vida del artista y nos dimos cuenta que no fue nada fácil. Pipe Inició su carrera musical desde muy joven tocando guitarra y piano. Cantó en bares de Bogotá mientras realizaba su estudio como comunicador social. Tuvo la oportunidad de ser guitarrista de una agrupación de vallenato, más adelante empezó a cantar como segunda voz en un coro, hasta que finalmente decidió lanzarse como solista y emprender una carrera llena de éxitos.
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Con su talento, su voz y sus producciones musicales Pipe ha sido merecedor de Tripe Disco de Oro (2009), un Grammy Latino, en la categoría Cumbia- Vallenato con su álbum Diferente, además de otras nominaciones en las que su nombre ya ha estado presente. Por todas estas razones, hablamos con el intérprete de El amor más grande del planeta, Tan natural y Borracha sobre su nominación, hacia dónde va el vallenato, lo que representa este género para el país y para los jóvenes; las fusiones y colaboraciones que hay entre el vallenato y otros géneros.
¿Qué representa para usted está nominación?
Esto es un sueño. Todo el equipo es consciente de que hemos hecho un álbum con carácter universal, dinámico, con un estándar de calidad alto y tanto sacrifico valió la pena para que la academia viera la excelencia, los ritmos, la esencia y la cultura que quiero transmitir con Ponle actitud.
¿Qué significa el vallenato y el acordeón para la música latina?
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El acordeón y la guitarra para mí son el alma. Hay que recordar que las primeras manifestaciones fueron con guitarras. Más adelante llega el acordeón y son un matrimonio perfecto. Es mágico escuchar un vallenato y en todos los rincones.
¿El vallenato de ahora es diferente al que hicieron Diomedes Díaz, Alejo Durán y otros grandes? ¿La esencia cambió?
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Eso tiene que ver mucho con la cultura de cada región. El vallenato es una forma de narrar y contar nuestras historias, nuestras vivencias. Con el paso del tiempo dejó de ser una expresión netamente de la Guajira y del Cesar porque se empezó a transmitir lo que pasaba en otras culturas.
Para mí no es lo mismo un show en la Guajira que un show en Manizales. He descubierto que en Manizales tengo un público netamente romántico en cambio cuando llego a la Guajira tengo un público que también obedece a un orden cultural, donde tengo que tocar, donde quieren ver a mis acordeoneros en vivo interpretando clásicos, donde tengo que improvisar y sacar mis dotes de compositor a través de versos. Por fuera del país las plazas que más piden vallenato son Ecuador, Perú, Bolivia, Estados Unidos. En Venezuela el 80% del público es netamente romántico es gente que les gusta más el romanticismo.
El amor más grande del planeta (canción)
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A finales de los 90 seguían los grandes del folclore, Diomedes, Poncho Zuleta, Iván Villazón, pero también empezaron a salir otros vallenateros como Los Diablitos, de ahí salió Miguel Morales, Los Gigantes, Los Chiches, y cada región empezó a darle su toque y es ahí donde toma arraigo la famosa frase de vallenato romántico o guapachoso.
¿En dónde se ubicaría Pipe Peláez?
Comencé como guitarrista de vallenato de tradición grueso. Fui guitarrista de Diomedes, de Beto, de Zuleta, de Oñate eso me fue dando cierto bagaje. Después paso a ser compositor y me considero uno de arraigo tradicional, de sabrosura, casi nunca fui tan romántico como lo he podido ser como intérprete. El intérprete es diferente. Jugar y mezclar todo el aprendizaje que tuve me ha servido para tener mi propio estilo y eso ha gustado mucho.
El vallenato es un género que perdura en el tiempo y pasa de generación en generación, ¿por qué sucede esto?
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El mensaje sin lugar a dudas es la forma, la narrativa, esos tips tan particulares que tenemos en nuestras letras para enamorar, para desenamorar, para mamar gallo, para contar historias, para sacarle chiste a cualquier situación, para ser irónicos. Desde sus inicios el vallenato fue supremamente profundo. Encontrarse con Leandro Díaz, un señor ciego componiendo estos versos: “un medio día que estuve pensando en la mujer que me hacía soñar, las aguas claras del Río Tocaimo me dieron fuerzas para cantar”, es una forma perfecta de encontrar palabras para expresarse.
Ya en los años 90 llegan las canciones de Diomedes Díaz con unos versos profundos en los que las personas deben sentarse a entender muy bien qué querían sus letras. El vallenato a veces puede ser complejo, te puedes encontrar con letras muy profundas y románticas, pero también con otras parranderas todas dentro de un mismo marco.
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¿Cómo ve el vallenato de ahora frente al clásico?
Los cantantes de este género tenemos un recurso a la hora de ser intérpretes y ese recurso es la voz. Si yo tuviera una voz netamente vallenata como la de Iván Villazón seguramente estuviera grabando vallenato así: armado sabroso; pero mi voz no se presta para ese estilo. Por esa razón, yo tengo que elaborar un producto donde mi voz este acorde a lo que está sonando.
En las colaboraciones que he hecho con artistas como Eddy Herrera o Gilberto Santa Rosa trato de subirle un poco el ritmo a la velocidad, porque no me imagino en un escenario cantando solamente cosas románticas. Siempre voy dándole dinámica a mi música. Lo hice con dos canciones que pertenecen a este álbum: una al lado de Maluma que se deja bailar, es sabrosita, y la que hice con Nacho también se presta para disfrutar en una fiesta. Quizá el próximo sencillo vuelva con el romanticismo.
Vivo pensando en ti
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Existen muchos comentarios en redes que aseguran que el vallenato pierde su esencia al fusionarse con otros géneros como el urbano, ¿está de acuerdo?
No para nada, es una decisión personal. Respeto a mis colegas, respeto a los puristas he trabajado con todos ellos. Al contrario es un ejercicio muy bonito que pone al vallenato en boca de todos, de otras culturas, de otros países, me parece fabuloso. Me parece que es necesario, siempre y cuando una cantante se dedique todo el tiempo a eso. Y eso tiene mi álbum, en cada canción yo conservo mi tradición, mis sonidos y mi esencia.
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