Si algo marcó a Hollywood, la industria del entretenimiento y la sociedad en general en el 2017 fue el descubrimiento de cientos –y próximamente miles y ojalá no, millones– de casos sobre acoso sexual. Todo comenzó con las acusaciones a uno de los productores más poderosos de Hollywood, Harvey Weinstein, que se convirtió en una bola de nieve que derrumbó las fachadas de varios de los hombres más poderosos y figurantes de la cinematografía gringa.
(Vea también: #MeToo y la lección que nos deja Hollywood en la lucha contra el acoso sexual )
La temporada de premios cinematográfica que arranca este 7 de enero con la entrega de los Globo de Oro será un buen termómetro para revisar qué impacto ha tenido toda esta serie de escándalos y para ver cómo ha respondido la sociedad ante las acusaciones. Por lo pronto ya hay varias consecuencias anunciadas. Por parte de los medios de comunicación, el cubrimiento será muy diferente al de años anteriores: el New York Times enviará al reportero político que destapó el caso Weinstein a la alfombra roja y New York Magazine anunció que no hará lista de los mejor vestidos de la noche.
Por su parte las actrices han iniciado su propio movimiento de protesta y por eso crearon el movimiento Time’s Up. Liderado por figuras como Rosario Dawson, Jessica Chastain, Eva Longoria, Natalie Portman, Brie Larson, Jennifer López, entre otras, es el resumen de su protesta contra el acoso, el silenciamiento de las denuncias, y la tolerancia que existió ante actitudes sexistas. Por eso han promovido que todas las actrices y las personas que apoyan el movimiento dentro y fuera de la industria se vistan de negro como símbolo de protesta.
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Según la periodista y escritora Dana Thomas, esta coyuntura obligará a los periodistas durante esta temporada de premios a hacerles a las mujeres preguntas más inteligentes que el clásico “¿quién te viste hoy?” y que permitan mostrar otra dimensión de su personalidad. Comienza una nueva revolución.
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