El Festival Villa del Cine , que desde hace seis años se celebra en el pueblo de Villa de Leyva en Boyacá , cerró su sexta edición, virtual, con más de 6000 participantes que en vez de visitar el pintoresco pueblo, se conectaron en su página web para disfrutar de la selección oficial de películas, foros, eventos de formación y presentaciones musicales desde la comodidad de sus casas.
La transmisión online fue vista por fanáticos del cine no solo de Colombia, sino también de Argentina, México, Venezuela, Ecuador, Portugal, España, Alemania, Francia, Australia y Corea del Sur. “El Festival se internacionalizó desde la selección oficial y esto le dio mucha riqueza en curaduría. Películas alemanas, españolas, de Estados Unidos y por supuesto de Colombia, fueron algunos de los países en competencia.” Comenta Santiago Archila Director de Comunicaciones Festival Villa del Cine.
Como en las versiones anteriores, el Festival Villa del Cine premió varias producciones que hicieron parte de la selección. Aquí les dejamos la sinopsis de ellas. Si quieren revivir el festival, pueden hacerlo a través de su canal de Youtube, Festival Villa del Cine , donde está publicada la programación de todos los días.
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Nowhere - 2018
David Salazar, Francisco Salazar
Esta película ilustra los problemas de inmigración que una pareja debe enfrentarse, y de cómo esta situación desata sentimientos en los protagonistas donde deben lidiar con los temores de rechazo o arriesgarse a perderse el uno al otro.
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Santa María - 2019
Edwin Daniel Díaz
Santa María es un pueblo olvidado en el tiempo, sus caminos son polvorosos y las promesas de progreso son ya un mal recuerdo. Magdalena, una mujer humilde de 35 años recorre sus calles recogiendo la ropa de sus vecinos para lavarla en el rio que pasa por el patio de su casa. Sus días transcurren entre su trabajo y cuidar a su viejo suegro Don José, un músico vallenato que añora sus días de juventud. Santa María esta en medio de una confrontación que cambiará la vida de sus habitantes para siempre.
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María de los Esteros – 2018
Eugenio Gómez Borrero
Mientras sube y baja la marea, a María de los Esteros se le va la vida en el manglar tanteando el barro, buscando pianguas, desenterrando recuerdos. A la faena se suman sus recuerdos y el canto de sus difuntas amigas que aún siguen sacando conchas. Pero el manglar que un día fue despensa de vida hoy es cementerio de quienes se resisten a dejar el territorio. Presente y pasado se confunden y hoy igual que ayer, María se niega a dejar su tierra.
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Dajla: Cine Y Olvido- 2020
Arturo Dueñas Herrero
La vida discurre en Dajla, uno de los campamentos de refugiados saharauis en el sur de Argelia, olvidados desde hace 44 años. Como ellos no pueden ir al cine, el cine llega hasta ellos: la celebración del Fisahara rompe la monotonía. Con él llegan los extranjeros, políticos, artistas, periodistas... El evento acaba y la vida (y el olvido) siguen. Como desde hace 44 años.
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De Gris a Posithivo – 2019
Juan José Franco
"Soy Juan De La Mar, un estudiante de cine de origen Caldense residente en Bogotá hace 3 años. A mis 25 años me pregunto por el dolor y el miedo que siento tras vivir cada día como si fuera el último. Las preguntas existenciales oscilan en mi cotidianidad desde el 17 de mayo del 2017, día en que fui diagnosticado VIH+. Estas preguntas me han llevado a explorar formas terapéuticas alternativas y diálogos con la vida y con la muerte que siento necesario compartir con el mundo.“
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“Cuando el río sueña“ – 2019
Oscar Gilberto Vesga Pérez
Es la historia de un niño de la comunidad campesina que sueña con los sonidos del agua de su territorio, y, un ideal de la vida básica a la que todos tenemos derecho que es la naturaleza, en sinergia con los cuentos que narran los niños a sus compañeros; cuentos narrados por los abuelos con historias ancestrales del territorio hasta sensibilizar a las niñas en sentimientos de nostalgia.
Mención de honor a “Toro“ – 2019
Adriana Bernal Mor & Ginna Ortega
Estando preso por narcotráfico en Barcelona, Hernando Toro inició su carrera de fotógrafo. Durante más de una década, desde una celda que convirtió en un estudio profesional, tomó miles de retratos a quienes, como él, vivían tras las rejas. Criminales, asesinos, culpables e inocentes posaron ante su lente e hicieron parte de una inesperada obra que celebra lo “grotesco” y que revela la belleza de lo marginal. Su cámara se convirtió en la fuga mental de muchos que alcanzaron momentos de libertad gracias a la fotografía.
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