Hace menos de un mes el dúo francés Justice anunció el lanzamiento de Iris, a Space Opera . Una película que llegará a Colombia el 30 de agosto y que recrea en una especie de simulador espacial, sin público, el show de su más reciente gira: Woman Worldwide. Al escuchar la noticia de su estreno es inevitable recordar que, tanto su nombre como el poster oficial, hacen una clara alegoría a una de las obras más importantes de la historia del cine: 2001: Odisea en el espacio , la obra de ciencia ficción del director Stanley Kubrick lanzada en 1968.
El poster de la ópera espacial de Justice ubica en el centro de la imagen a la clásica cabina sobre la que tocan Gaspard Augé y Xavier de Rosnay. Alrededor, con una estética granosa medio vintage, hay un montaje con paneles luminosos que no se resiste a la comparación con uno de los tantos posters del film de Kubrick, en el que captura la escena en la que un astronauta camina al interior de la nave espacial.
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De Odisea en el espacio se dice que fue el filme que cambió todas las películas para siempre. Y su relación estética con la obra que planea estrenar Justice, uno de los grupos más importantes de la electrónica mundial, es evidencia de que su impacto trascendió también a la música a pesar de sus largos silencios.
La banda sonora de la película, considerada también como una de las mejores en la historia del cine, fue compuesta en una pequeña parte por Alex North, pero también incluyó otras canciones de música clásica. Finos recursos orquestales de nombres como Richard Strauss, Gyorgy Ligeti, Aram Khachaturian y Johann Strauss II. La atmosfera creada en 1968 por Kubrick, sin duda alguna, fue una influencia determinante desde lo visual para la construcción de la música electrónica.
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Por mencionar un ejemplo, en el último álbum publicado por Daft Punk, Random Access Memories , el tema Beyond tiene una apertura de 40 segundos que recuerda, por su orquestación in crescendo, al famoso intro de Odisea en el espacio : el comienzo del poema sinfónico Así habló Zarathustra , del compositor alemán Richard Strauss.
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Pero más allá de las canciones concretas hay que decir que la atmosfera de la tensión en película de Kubrick cuajó muy bien como un detonante más de la creación de la música electrónica experimental de avanzada. No parece casualidad que la pregunta por la representación del espacio, la inteligencia artificial (encarnada en HAL 9000) y la narrativa futurista del control tecnológico hayan derivado en una relación con la progresiva oleada de experimentación electrónica que, para 1969, se habría materializado ya en la aparición en escena de una banda como Kraftwerk.
Lo que hizo Kubrick fue transmitir los valores narrativos de la música, en una sincronía perfecta con la imagen, a su obra maestra. El director norteamericano no solo fue un cineasta, fue también uno de los tantos incitadores de la creatividad en la música.
Por estos días en Cine Colombia se realiza un ciclo de proyecciones dedicado a las obras más grandes de Kubrick, consulte aquí la programación.