Una empresa de relaciones públicas de películas pagó a los críticos para que dieran mejores puntuaciones a sus películas en Rotten Tomatoes , uno de los principales portales de calificación de cine.
Según un informe de Vulture , en 2018 la agencia Bunker 15 supuestamente manipuló a los críticos para que dieran críticas positivas de la película independiente Ophelia .
Esta historia basada en Shakespeare protagonizada por Daisy Ridley obtuvo originalmente una puntuación del 40% en Rotten Tomatoes, pero Bunker 15 contactó a críticos menos conocidos y les habría pagado para que hicieran reseñas positivas de la película.
La puntuación de Ophelia en Rotten Tomatoes aumentó del 40% al 62%, lo que hace la diferencia entre "fresh" (fresco) y rotten (podrido).
Rotten Tomatoes notó la infracción y eliminó las reseñas en cuestión, emitiendo la siguiente declaración: “Nos tomamos en serio la integridad de nuestras puntuaciones y no toleramos ningún intento de manipularlas. Contamos con un equipo dedicado que monitorea nuestras plataformas con regularidad e investiga y resuelve exhaustivamente cualquier actividad sospechosa ”.
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La importancia de Rotten Tomatoes en Hollywood
Aunque comenzó como una página más de calificación de películas, hoy, 25 años después de su creación, Rotten Tomatoes se ha establecido como una métrica clave en el entretenimiento , con el poder de catapultar o hundir una película.
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Una tercera parte de los adultos en Estados Unidos consulta Rotten Tomatoes antes de ver una película y un 63% de ellos ha optado por no ver un filme por el puntaje obtenido en esa página.
Martin Scorsese ha dicho que Rotten Tomatoes reduce a los directores a fabricantes de contenido y a los espectadores a "consumidores poco aventureros". Paul Schrader, director de cine, le dijo a Vulture que el "sistema del sitio está roto". El público es más tonto. La gente normal ya no revisa las reseñas como antes. Rotten Tomatoes es algo que los estudios pueden manipular. Y así lo hacen”.
La distancia entre críticos y audiencia
La controversia surge en momentos en los que cada vez hay una mayor distancia entre críticos y audiencias . Por un lado, existe el cliché de que a los críticos solo les gusta "el cine polaco de la posguerra en blanco y negro sobre el sufrimiento de una anciana y solo si dura más de tres horas", lo que ha hecho que haya gran discrepancia entre películas muy queridas por el público que no ha sido igual de bien recibidas con la crítica.
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Pero mientras que las cuentas de los críticos a los que se les permite calificar una películas en portales como Rotten Tomatoes están altamente curadas y verificadas, en la práctica cualquier persona puede crear una cuenta y votar por una película sin importar si la ha visto.
Siguen siendo comunes las campañas en que varias personas se organizan para crear decenas de cuentas y dar la nota máxima o mínima a una obra que no han visto . A esto se le conoce como ‘review bombing’.
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El ejemplo mejor conocido son los fanáticos del Snyderverso o películas de DC Comics dirigidas y producidas por Zack Snyder. En su defensa de películas que recibieron malas críticas como Batman v Superman llegaron a acosar e insultar en línea a quienes hablaron mal del filme .
Lo contrario también ocurre. Es bastante triste y bien conocido los extremos a los que llegaron los ‘haters’ de Brie Larson para “hundir” a Capitana Marvel , llegando a acosar en línea a la actriz, a cualquiera que hablara bien de la película y creando centenares de cuentas falsas para dar malas calificaciones al filme en Rotten Tomatoes y Metacritic.
Algo similar pasó con la película Star Wars Los últimos Jedi , pues a la campaña de odio contra ella se unieron cientos de ‘bots’ creados solo para dar la impresión de que los fans la odiaban .
Mientras la figura del crítico tradicional está en pelígro de extinción, páginas como Rotten Tomatoes se convierten en fuente de opiniones cinematográficas, pero ¿Qué tan transparentes son?. Solo el tiempo dirá si se ve minada su creatividad.