La reforma tributaria anunciada por el gobierno nacional, también llamada Solidaridad sostenible, ha causado malestar en varios sectores, entre ellos, el audiovisual. De acuerdo con este gremio, la reforma, que está pendiente de aprobarse en el congreso, pondría en peligro el cine colombiano y las producciones nacionales. ¿Por qué?
LA LEY 814 7 1556 NO SE TOCAN. #SOSCineColombiano #ElCineColombianoNOEntraEnLaReforma @Elcinequesomos @mincultura pic.twitter.com/JdVkYFy8Kn
— RecSisters (@RecSisters) April 20, 2021
Para responder, hay que devolvernos a 2003. Ese año se aprobó la Ley 814, también conocida como la Ley de cine. Esta ley surgió con el propósito de estimular la producción audiovisual en Colombia. Los resultados de la ley saltan a la vista, pues Colombia pasó de producir un promedio de 3 películas al año, a más de 20. Gracias a esta ley, el país alcanzó su mejor momento cinematográfico, con producciones en festivales destacados y elogiadas internacionalmente, y la primera nominación de una película colombiana al Óscar, con El abrazo de la serpiente.
¿Cómo funciona esta ley? Con la Ley de cine vino la creación del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC), el cual recibe los dineros recaudados a través de una cuota parafiscal que pagan los exhibidores, distribuidores y productores como resultado de la exhibición de obras cinematográficas en el territorio nacional. Así entonces, el monto generado por el sector cinematográfico vuelve al mismo.
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Lo que busca la reforma tributaria es que el FDC dependa directamente del presupuesto nacional, con base en el recaudo de 2019. Esto quiere decir que el dinero para las películas en Colombia no dependerá de lo recaudado por el FDC, sino que el gobierno nacional asignaría los recursos según lo crea conveniente. En otras palabras, la producción audiovisual en Colombia dependerá de la voluntad del gobierno de turno y en cómo decida asignar esos recursos.
La reforma también plantea eliminar el descuento al aporte parafiscal para las salas de cine que proyectan cortometrajes nacionales (sí, los que vemos antes de empezar la película). Si se elimina este descuento, los exhibidores dejarán de tener razones para proyectar los cortos, lo que tendría implicaciones negativas para los realizadores de cortometrajes en el país.
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La reforma tributaria también afecta otra ley que ha sido determinante para la industria audiovisual en Colombia: la ley 1556 de 2012. Esta ley se creó con el propósito de incentivar la producción de películas en Colombia y fomentar la contratación de empresas colombianas de servicios cinematográficos, para el fortalecimiento de esta industria. La ley ofrece una serie de beneficios económicos a los productores de películas que rueden en Colombia (el 40% del valor del gasto que realicen en la contratación de servicios nacionales de preproducción, producción y posproducción, y el 20% del gasto que realicen en hoteles, alimentación y transporte).
Gracias a la Ley 1556 de 2012, entre 2013 y 2020 se han rodado 37 producciones, con más de $5.000 millones de ingreso neto, según cifras de Proimágenes. Actores destacados de Hollywood como Mark Walberg, Charlize Theron y Will Smith han estado en el país para filmar películas como Mile 22, Flarsky y Gemini Man, gracias a esta ley. Lo que propone la reforma tributaria es eliminar estos beneficios a las productoras internacionales, lo que desestimularía que vinieran a filmar a Colombia.
Aunque aún falta que la reforma sea votada por el Congreso, desde ya el gremio audiovisual advierte sobre las implicaciones negativas que podría traer para sus proyectos.