En la actualidad hay muchas formas de ver películas: por televisión abierta, por canales de cable, por plataformas digitales como HBO o Netflix y por páginas de internet; prácticamente ver productos audiovisuales es tan fácil como respirar, pero hubo una época en que la única forma de consumir cine extranjero era por medio de las salas de cine. La última tentación de Cristo o su título original The Last Temptation of Christ es una película de 1988 dirigida por Martin Scorsese basada en la novela homónima del griego Nikos Kazantzakis que de manera ficticia narra la vida de Jesús de Nazareth y de cómo cambia su destino al ser salvado por un ángel para evitar su crucifixión y así poder vivir una vida normal junto a María Magdalena. Este filme muestra a Jesús como un ser humano normal y se asemeja a lo que cuentan los evangelios de La Biblia sobre la vida del popular personaje, pero tiene algunos cambios que vienen de la mente de su escritor. La película protagonizada por Williem Dafoe, Juliette Caton y Harvey Keitel fue nominada a un premio Oscar, dos Globos de Oro y un Premio Grammy. Este es el trailer.
En su año de estreno recibió criticas favorables y logró recaudar más de 8 millones de dólares, sin embargo, varios países vetaron su difusión en salas de cine por ir, según ellos, en contra de la fe y religiosidad de algunos ciudadanos. Uno de esos países fue Colombia, donde la película llegó 13 años tarde.
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La historia es esta: según el archivo del periódico colombiano El Tiempo en 2001 se dio vía libre a la proyección de la película en salas de cine y dos teatros se atrevieron a proyectarla: Radio City y Libertador. Esos dos lugares recibieron una tutela por parte de una señora llamada Enelia Grajales que aseguraba que la película había sido prohibida y que el proyectarla en el país “lesionaba los sentimientos religiosos de los creyentes e incluso la Constitución Nacional que le hace reconocimiento público a Dios, a quien le pide protección”.
En ese momento la película recibía 300 espectadores por día e incluso tuvo el respaldo del Sacerdote Gabriel Jaime Pérez, decano de la facultad de Comunicación Social de la Javeriana en el año 2001, quien aseguraba que el filme partía de la hipótesis de qué ocurriría si la historia de Jesús hubiera tenido un giro diferente al citado en los escritos religiosos.
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De acuerdo con el periódico, la primera vez que se prohibió la película en Colombia los fieles amenazaron con regar agua bendita en las taquillas de los teatros y tirarles piedras a los que se atrevieran a proyectarla.
Al final la película se siguió exhibiendo porque se tenía el permiso del Ministerio de comunicaciones de Colombia.
Hace un par de años Williem Dafoe, el protagonista de la película, habló de lo que significó para él y para su carrera representar a Jesús en esta controversial historia.
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