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Kaos de Netflix: ¿Zeus sufre la crisis de la tercera edad? Reseña sin spoilers

A pesar de tener un guion predecible, Kaos, la serie de Netflix, hace reír y abre preguntas al imaginar qué pasaría si el mundo moderno fuera gobernado por los dioses griegos. ¿Vale la pena verla?

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Serie de televisión Kaos (2024)
// Netflix

Kaos, disponible en Netflix, es una serie que imagina a un panteón griego y a un Zeus (Jeff Goldlum) que reinan en nuestros días.

Creada por Chalie Covell (The Endo f the F***ing World), esta miniserie de Sisters Media (productores de Chernobyl, Eric y otros) dura ocho capítulos de alrededor de cincuenta minutos cada uno. Aguanta que la vean. Es graciosa y por momentos profunda. También inconsistente.

Pero las reliquias forjadas por estos dioses ocultan reflexiones muy interesantes sobre nuestro mundo.

Desde el olimpo, por streaming, los dioses supervisan que los adoremos como nos enseñaron. Les caen rayos a los blasfemos, los supermercados venden cereal marca Caballo de Troya con juguete adentro, los entierros incluyen monedas para que los muertos atraviesen el río Estigia y, como pasó siempre en la mitología griega, más de un dios y un mortal están cansados de que el padre celestial haga lo que se le da la gana.

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¿Qué tal sale? Les contamos, primero, los disgustos. Después, los brillos. Y, al final, las preguntas existenciales que trae este oráculo.

¿Vale la pena ver Kaos en Netflix? Abriendo la caja de Pandora

En el mundo de las series, Kaos es la continuación de una apuesta por los guiones originales basados en historias clásicas.

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En 2023, El hundimiento de la casa Usher propuso amalgamar los cuentos de Edgar Allan Poe y Succession. Y para 2024 está programado el estreno de la adaptación de Cien años de soledad en 16 capítulos (aunque según muchos sea inadaptable y hasta indignante).

Las series mainstream insisten en utilizar los nombres de lugares y personajes principales clásicos como un molde flexible y no muy preciso. Así sacrifican el sentido simbólico de la obra. Y todo en función de chistes o de una narrativa mucho menos ambiciosa y poderosa.

Es particularmente molesto para quienes hemos sido lectores de estas obras, porque la falta de coherencia genera ruido. Pero sabemos que las adaptaciones de la mitología griega no son nuevas y jamás son fieles. Y a veces eso puede ser muy bueno, de hecho. 

Desde los juegos de Age of Myhtology pasando por Hércules, Percy Jackson o Furia de titanes, por lo general, se respetan premisas básicas como las motivaciones y deseos de los personajes.

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En Kaos los males de la caja de pandora están por montón. Por ejemplo, se inventan una idea de reencarnación que nunca fue parte de la mitología griega y que cambiaría por completo la relación entre dioses y hombres. O peor, plantean que Dionisio no es el parrandero mayor sino un tipo inseguro que ni siquiera se ha embriagado de amor.

Claro que “se puede” modificar la historia, pero hay que saberlo hacer. El lío se repite con casi todos los personajes mencionados en los ocho capítulos. ¿Por qué no inventar una mitología propia entonces?

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Jeff Goldblum como Zeus en la serie Kaos (2024)
// Netflix

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Los argumentos de que Zeus teme a las profecías humanas, o entra en crisis por pasar de ser inmortal a decadente, tiene tantas contradicciones lógicas que da hasta pereza abordarlas. Pero Jeff Goldlum salva el balón antes de cruzar la raya y nos muestra una de sus actuaciones más excéntricas y nerviosas en años.

El ovillo de oro en el laberinto del minotauro: la otra cara de Kaos


Afortunadamente, la otra cara de Kaos es tremenda.

¿La historia del plan milenario de Prometeo para librarse de su presidio con ayuda de seis humanos arrojados por el destino en vidas perfectamente alineadas para dar fin al reinado de un déspota abusivo? Esa es una premisa perfecta y fiel.

Los textos griegos sí cuentan de las torturas de Zeus a sus hermanos. Tres de ellos, Eurídice, Orfeo y Céneo, experimentan un triángulo amoroso único en las series que los hace brincar entre la vida y la muerte creando enredadas dinámicas amorosas.

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El último de ellos, Céneo, es un caso perfecto para abordar hoy en día: es un personaje transgénero según la propia tradición griega. Aunque la serie, de nuevo, mete la pata contando su historia de forma diferente en vez de proponerse a hacernos pensar sobre cómo las sociedades antiguas concibieron esa posibilidad realmente.

Por su parte, Cassandra, Ariadne y Minos le hablan directamente a Europa. Con ellos se elabora una postura frente a la tensión entre los gobiernos, los migrantes (los troyanos, históricamente, eran los turcos) y el conservadurismo nacionalista.

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Y lo bueno de este lado de la historia es que no llega a tomarse a sí mismo demasiado en serio, o a ser muy explícito. Pero se le puede seguir la pista a lo que el creador, Charlie Covell, piensa sobre el modo de vida política que nos domina.

¿Y si Ícaro pudiera volar?


Los atentos a la astrología pueden hallar en Kaos un experimento narrativo. El paso que vivimos entre la temporada Capricorno y la temporada Acuario queda muy bien expresado y reflejado por la historia del plan de Prometeo en la serie.

El misticismo nos dirá que asistimos a la muerte de los regímenes jerárquicos basados en la violencia y no en la autoridad: el capitalismo y el patriarcado tiemblan al ver sus propias contradicciones, y la extensión del repudio del mundo hacia ellos.

Pasa con los billonarios como Elon Musk o P. Diddy, que entran seguido en delirios mesiánicos y en compulsivos errores y posturas violentas producto de la inseguridad.

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En el fondo, la serie entera cree que todo aquello que Zeus representa va a cumplir su propia profecía de destrucción. Nada que no haya dicho ya Marx, por ejemplo. 

El Prometeo moderno es escritor. Ese autor que le regaló a economistas y científicos sociales el fuego del materialismo y que cuelga, castigado por los poderosos, los ignorantes y conformistas, mientras los buitres picotean la carne de su obra, sin saber que los humanos lo vengarán.

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Debajo de toda esa estética cliché y homogénea, llena de hits musicales que parecen puestos para atrapar tu atención y no para apoyar la obra, hay lecturas posibles como esa. O invitaciones pensarse estas tres preguntas:

  • ¿Qué pasaría si la fuerza superior a nosotros cambiara su forma de ser o si fuera reemplazada?
  • Si los dioses pueden engañar por venganza, amor o placer, ¿pueden engañarnos sobre lo trascendental, como lo que hay después de la muerte?
  • ¿Puede una mitología ser una profecía para otro tiempo?

Vean el tráiler oficial de la serie Kaos

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