Este 15 de septiembre se estrenó en Netflix la más reciente película de Pablo Larraín titulada El Conde , que se imagina al dictador chileno Agusto Pinochet como un vampiro de 250 años que vive en una mansión rural en ruinas después de fingir su muerte.
De acuerdo a las distintas Comisiones de Verdad , la cifra total de víctimas de la dictadura de Pinochet asciende a 40 mil 175 personas, incluyendo ejecutados políticos, detenidos desaparecidos y víctimas de prisión política y tortura. Pinochet falleció en 2006 y nunca tuvo un juicio.
“Pinochet murió en total impunidad, millonario, libre . Y por eso creo que su figura sigue siendo como una mancha oscura en nuestra sociedad que nos recuerda cada día lo destrozados que estamos y lo divididos que estamos”, dijo Larraín en entrevista con Variety .
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Post Mortem, No y El Club , algunas de las películas anteriores de Larraín, exploran cómo la dictadura de Pinochet sigue viviendo en Chile, mientras muchas de las clases prósperas de Chile continúan luchando contra sus recuerdos de cómo les fue bien bajo su gobierno, como lo menciona The Guardian . No fueron pocas las personas que, hace unos meses, votaron para que se mantuviera la constitución que nació en la dictadura.
¿Qué dice la crítica de El conde, de Pablo Larraín?
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Si bien la película ha sido elogiada por la cinematografía riqueza de sus imágenes, así como en su premisa, para muchos críticos, le falto contundencia a su mensaje.
"Los colmillos de esta nueva película no perforan tan profundamente: su tono ridículo busca una ráfaga estilística en lugar de un enfoque más meditativo de su fundamento sociopolítico e histórico ", opina el crítico Carlos Aguilar del portal RogerEbert.com.
"El Conde lo tenía todo para ser una de las mejores películas de Netflix pero se queda a medias : el Pinochet vampiro de Pablo Larraín no termina de volar pese a su genial premisa", opina Mikel Zorrilla, en Espinof.
"Frustrante... una alegoría que funciona pero que nunca da un golpe de gracia y un thriller satírico que maneja muchos insultos todavía enojados, pero poca sensación de que esto alguna vez sea suficiente", escribió Roger Moore de Movie Nation.
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Mientras algunos críticos coincidieron en que se quedó corta en su premisa, para otros resultó entretenida. "El Conde ofrece un poco de farsa al género vampírico. Si bien a veces tiene dificultades, ofrece suficiente energía clásica y momentos sorprendentes para ser una experiencia visual que valga la pena para los fanáticos del cine adecuados", piensa Charles Hartford de But Why Tho?.
El Conde y el fascismo en la actualidad
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Sobre si El Conde es una respuesta al auge del fascismo, Larraín afirma: “Lo que yo diría es que el fascismo se presenta en diferentes formas y formas. Y a veces algunos de ellos son muy difíciles de leer , porque comienzan con la seducción, luego pasan al miedo y luego terminan en violencia.
Y eso es algo que estamos viendo con el ascenso de la derecha en muchos países del mundo. Y supongo que hay una alegoría en esta película que puede aceptarse y sentirse en muchas sociedades", dice el director a The Guardian.