El trabajo de Justine Triet, la directora y guionista francesa detrás de Anatomy of a Fall , suele tocar tres temas en específico: las mujeres, las relaciones y las luchas sociales.
Anatomy of a Fall, la película de drama legal por la que la directora se llevó la Palma de Oro en 2024 y que compite en la categoría Mejor película en los Oscars 2024 , recoge cada uno de estos temas y, aunque la incógnita de la película es encontrar a un culpable, la historia es la excusa para abrir una puerta aún más grande: hacer una radiografía, transgresora y cruel, de la vida de una pareja en declive.
¿De qué trata Anatomy of a Fall?
Sandra Voyter (interpretada por Sandra Hüller) es una escritora alemana. Vive con su esposo Samuel y su hijo, Daniel, en una casa de campo a las afueras de la ciudad, en Francia.
Un día de invierno, Daniel encuentra a Samuel muerto al lado de la casa. Al parecer, cayó desde la azotea. O se lanzó. O fue empujado. No lo sabemos.
Desde ese momento, empieza un camino tortuoso y largo para Sandra.
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Ella era la única persona en la casa en el momento en el que murió su esposo. Así que debe luchar para demostrar su inocencia después de que la fiscalía presentara cargos en su contra.
La película dura dos horas y media. Y bien podría ser una clase magistral sobre cómo funcionan los juicios: la vida privada de la protagonista es diseccionada por quienes quieren culparla y, en algún punto, ella misma tiene que hacerlo para defenderse.
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Al final, nos damos cuenta que esa transgresión de la privacidad no solo juega a favor de la trama legal y la culpabilidad de un asesinato: su propósito es juzgar la moral de una “mala esposa”.
Trailer de 'Anatomy of a Fall'
El matrimonio mal ejecutado da cárcel
Justine Triet afirmó, en una entrevista con Babelia, que “las parejas son un intento de una democracia que casi siempre termina en dictadura . La diferencia entre el estado y las relaciones es que en una el desastre termina siendo público y en la otra privado".
Sin embargo, en Anatomy of a Fall, la intención de Sandra por demostrar que quería a su esposo y que nunca lo mataría, por más de que su matrimonio no estuviera en el mejor lugar, es inservible dentro de las paredes del juzgado.
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Los argumentos para defenderse de ambos lados, tanto de la fiscalía para demostrar que Sandra es una asesina, como del abogado defensor para evidenciar que se trata de un suicidio, se construyen bajo la idea de que en la guerra y en el amor todo se vale.
Entre más argumentos puedan poner en duda la vida misma del contrincante, sin importar que tan rebuscados, privados o crueles sean, más probable es poner al juez a su favor.
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Entonces, nos enfrentamos a un juicio que va más allá de por qué Sandra asesinaría a su marido o por qué Samuel se hubiera suicidado.
Al final, Anatomy of a Fall es el juicio moral de un matrimonio caótico que tiene como ingredientes el resentimiento, la rabia, la inseguridad, los gritos y las agresiones físicas…
“En un juicio la verdad es algo accesorio. Un tribunal es, sobre todo, un lugar donde la sociedad se expresa moralmente”, dice Triet.
¿Soy Samuel o soy Sandra?
En un juicio como este es importante preguntarse por qué las personas terminan tomando un bando de la historia.
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Lo que en apariencia es completamente aleatorio y sin significado puede contener muchos sentidos.
Por ejemplo, para Justine Triet, la directora, algunas de las peleas de la historia están inspiradas en sus relaciones pasadas.
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No hay un lugar más común que las relaciones de pareja, por diferentes que sean. Es inevitable que ante un vistazo tan cercano a la intimidad de la vida de una pareja nos preguntemos quiénes somos , con quién nos identificamos, a quién nos parecemos más en nuestras relaciones:
¿Samuel o Sandra?
También es inevitable no sentir empatía con alguien que sufre y/o entiende cosas que también nos han pasado.
Fue una jugada bien pensada por parte de la directora, que termina haciéndonos no solo espectadores, sino partícipes del juicio moral del otro.
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Hay cosas que se justifican para sobrevivir y hay cosas que se juzgan para ganar
Como en la mayoría de los matrimonios, el eslabón más fácil de tumbar es la fidelidad.
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Daniel tuvo un accidente que lo dejó parcialmente ciego. Después de eso, Sandra le fue infiel a Samuel un par de veces. Este es un punto que la fiscalía utiliza a su favor.
También entran en juego otras emociones, como el rencor (por el accidente de Daniel), el trabajo, el éxito, los sacrificios del matrimonio… Todo parece ser un motivo para juzgar.
Es como una pelota de pinpon que no deja de rebotar entre las cosas que Sandra y Samuel llegaron a justificar para que su matrimonio sobreviviera y las cosas por las que, para bien o para mal, Sandra es juzgada.
Las historias que Justine Triet lleva a la pantalla suelen hablar de las luchas de las mujeres en busca de la libertad.
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En Anatomy of a Fall Sandra es bombardeada con preguntas (muchas veces retóricas y más morales que judiciales) que terminan exprimiendo hasta su última gota de privacidad y dignidad.
¿Pasaría lo mismo si fuera Samuel el que estuviera siendo acusado por matar a su pareja?
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No todo el análisis se reduce al género, pero, lastimosa y favorablemente, cuando eres mujer y siempre has jugado con el equipo destinado a perder, empiezas a cuestionarte todo dos veces.
Porque sí, nos han juzgado por no ser “buenas mamás”, por ser lesbianas, por ser más exitosas que los hombres, por ser gritonas, por defendernos, por querer tener una vida fuera de nuestro esposo y nuestros hijos, por salirnos del deber y la moral (establecidas por la opresión) que toda mujer debería tener.
Al igual que a Sandra en el estrado.
¿A quién creerle? ¿Quiénes somos finalmente en la historia?
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En los últimos minutos de la película todo el mundo espera que haya un giro extraordinario.
Una revelación del tipo: fue el perro el que empujó a Samuel por la ventana (y no, no me lo estoy inventando, hay teorías sobre eso).
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Sin embargo, la intención de Justine Triet no era hacer una película con un final inesperado.
La intención era crear una narrativa leal a la realidad de los juicios en los que “la verdad es algo accesorio” y la moral termina siendo el centro de la historia.
Entonces, ¿con quién nos identificamos finalmente en Anatomy of a Fall ? Somos Sandra, somos Samuel, somos ambos. Somos quienes juzgan cruelmente, basándonos en los estereotipos, en los prejuicios, en el "deber ser" moral, para que al final podamos abstraernos de nuestras propias relaciones y creencias en declive.
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